Himnos y Cánticos

Indice de contenido

Primera parte: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo... El Padre de gloria...”

1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10, 11, 12, 13, 14, 15, 16, 17, 18, 19, 20, 21, 22, 23, 24, 25, 26, 27, 28, 29,

Segunda parte: “Grande es el misterio de la piedad : Dios fue manifestado en carne... Sufrió por nosotros... La muerte del Señor anunciáis hasta que él venga...”

30, 31, 32, 33, 34, 35, 36, 37, 38, 39, 40, 41, 42, 43, 44, 45, 46, 47, 48, 49, 50, 51, 52, 53, 54, 55, 56, 57, 58

Tercera parte: “Ha resucitado el Señor verdaderamente... Camino nuevo y vivo... Señorino en todas las generaciones...”

59, 60, 61, 62, 63, 64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71, 72, 73, 74, 75, 76, 77, 78

Cuarta parte: “La Iglesia, la cual es su cuerpo... Él es la cabeza del cuerpo... Vendré otra vez...

79, 80, 81, 82, 83, 84, 85, 86, 87, 88, 89, 90, 91, 92, 93, 94, 95, 96, 97, 98, 99, 100, 101, 102, 103, 104, 105, 106, 107, 108

Quinta parte: “Yo soy el buen Pastor... Él intercede también por nosotros... Abogado tenemos para con el Padre...”

109, 110, 111, 112, 113, 114, 115, 116, 117, 118, 119, 120, 121, 122, 123, 124, 125, 126, 127, 128, 129, 130, 131, 132, 133, 134, 135, 136, 137

Sexta parte: “Creciendo en el conocimiento de Dios... Orad sin cesar... Creciendo en la obra del Señor siempre...”

138, 139, 140, 141, 142, 143, 144, 145, 146, 147, 148, 149, 150, 151, 152, 153, 154, 155, 156, 157, 158, 159, 160, 161, 162, 163, 164, 165, 166, 167, 168, 169, 170, 171, 172, 173, 174, 175, 176, 177,

Séptima parte: “Estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor... El morir es ganancia...”

178, 179, 180, 181, 182, 183, 184, 185, 186, 187, 188,

Octava parte: Que gobierne bien su casa… ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina…”

189, 190, 191, 192, 193, 194, 195, 196,

Novena parte:Los hermanos nos recibieron con gozo… Salió encomenda do a la gracia del Señor…”

197, 198, 199, 200, 201, 202

Décima parte: Evangelisation: “A todos los sedientos, venid a las aguas...”

203, 204, 205, 206, 207, 208, 209, 210, 211, 212, 213, 214, 215, 216, 217, 218, 219, 220, 221, 222, 223, 224, 225, 226, 227, 228, 229, 230, 231, 232, 233, 234, 235, 236, 237, 238, 239, 240, 241, 242, 243, 244, 245, 246, 247, 248, 249, 250

1. Primera parte: “Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”

1.            Cántico 1

Cántico 1 estrofa 1

Te adoramos Padre amado,

Gran Dios, inmortal, encumbrado,

Lo llenas todo con tu esplendor.

Tu pueblo aquí en tu presencia,

Santos, elegidos por gracia,

Tu Nombre ensalza y tu grande amor.

Coro:

A Ti supremo loor, Potente Creador; ¡Aleluya!

Gloria y honor, Dios Salvador ¡Aleluya, aleluya!

Cántico 1 estrofa 2

Ya de tu rostro la gloria

¡Oh Padre de luz, Dios de gracia!

En Jesús, por nos resplandeció.

Tu pueblo libre y salvado,

Te celebra ¡oh Dios! por tu Amado,

El Hijo que aquí te complació.

A Ti supremo loor, etc.

2.            Cántico 2

Cántico 2 estrofa 1

¡Oh gran Dios! Dios que nos ama,

Lleno de gracia y amor;

Hasta el cielo llega el alma

Que hoy te adora con fervor.

De tu amor ya somos hijos

Escogidos en Jesús;

Rescatados, muy amados,

Santa posesión en luz.

Cántico 2 estrofa 2

Para tus hijos ¡qué gloria!

Al Dios fuerte contemplar;

De Jesús la gran victoria

Y la muerte celebrar.

Tu familia aquí reunida

En tu gracia paternal

En tu Hijo bendecida,

Por Él goza paz real.

Cántico 2 estrofa 3

De tu mesa ¡oh Dios gracia!

Nos convidas a gozar;

Mientras de Jesús la gloria,

Pronto nos has de mostrar;

¡Oh Iglesia! de Dios canta

La justicia y el saber;

De su grande amor ensalza

La victoria y el poder.

3.            Cántico 3

Cántico 3 estrofa 1

En tu gloria ¡oh nuestro Padre!, en tu celestial hogar,

Nos llamaste en Jesucristo quien nos preparó lugar;

¡Cuán profundos pensamientos de divina bendición!

Tan preciosos, sólo emanan de tu propio corazón.

Cántico 3 estrofa 2

En el Hijo amado aceptos, Padre santo, Tú nos das

El lugar de cercanía ante tu bendita faz,

Junto a Cristo conocemos de tu gloria el esplendor;

Y por Él Tú nos mostraste las riquezas de tu amor.

Cántico 3 estrofa 3

Mas supremo gozo el tuyo, el intento de tu amor

Cúmplese en Cristo, tu amado, para tu eterno loor;

Muchos hijos hoy te adoran en Espíritu, en verdad,

Bendecímoste ¡oh Padre!, por tu inmensa caridad.

4.            Cántico 4

Cántico 4 estrofa 1

Bendito hogar, hogar de Dios donde descansa amor,

¿Qué más podría contentar al santo del Señor?

Nuestro su hogar, paterno amor, nos llena el corazón;

Y el Primogénito de Dios comparte su porción.

Cántico 4 estrofa 2

¡Oh qué hogar! sólo Jesús comprende ese amor,

Y, como amados, Él nos trae a dar al Padre loor;

Mora en el seno paternal y puede comprender

Amor de Dios, el cual nos da con gozo a conocer.

Cántico 4 estrofa 3

¡Oh qué hogar! eterno amor inunda aquel lugar

Divino amor del Hijo, allí lo llena a rebosar;

Contestación el Padre da y pruebas de su amor.

No hay nube alguna oscura allá, ni sombra de dolor.

Cántico 4 estrofa 4

¡Oh qué hogar! tal es su amor que Él nos ha de mostrar

Su gloria eterna, a Dios igual, y en Él su bien sin par;

Mas cuanto al Hijo el Padre dio, todo en su mano está,

Es nuestro, objetos de su amor, y Él nuestro gozo allá.

5.            Cántico 5

Cántico 5 estrofa 1

Por nuestro Dios llamados

Al Hijo a contemplar,

Estamos preparados

A su favor gozar;

Y por las bendiciones

Que disfrutamos ya,

Sabemos cuáles dones

Él nos repartirá.

Cántico 5 estrofa 2

Con gozo contemplamos,

¡Oh celestial favor!

El Padre amando al Hijo

Con un excelso amor;

Divina complacencia

Se halla en un varón,

El Hijo satisface

Del Padre el corazón.

Cántico 5 estrofa 3

Jesús, aún rechazado

Del mundo pecador,

Por Dios es coronado

De gloria y de honor,

Quien de la cruz horrenda

Sufrió la maldición,

Hoy, centro en luz eterna,

Recibe adoración.

Cántico 5 estrofa 4

Cantar de amor resuena

Doquier, con santo ardor,

Se eleva por el Hijo

Al Padre en su loor;

Es grande el regocijo,

Es puro y eternal,

Pues llenan los salvados

La casa paternal.

6.            Cántico 6

Cántico 6 estrofa 1

La gloria eterna de tu gracia ¡Oh Dios!

Tu Iglesia en luz loa alzando la voz.

En el Amado nos diste bendición,

Aceptos, frutos de la redención.

Cántico 6 estrofa 2

Nos escogiste desde la eternidad

En tu Hijo amado, y fue tu voluntad

Siempre tenernos cual hijos en tu amor,

Santos, sin mancha a tu eterno loor.

Cántico 6 estrofa 3

Con paz y gracia, gozo y bienes sin par,

Quisiste, oh Padre, a tus hijos colmar,

Y también quieres cielo y tierra reunir,

En Cristo siempre, y por Él bendecir.

Cántico 6 estrofa 4

Ya del Espíritu ¡oh Dios!, gozando el don,

Por Ti sellados, santa posesión,

Con el Amado, Autor de nuestro bien,

Loor te damos por siempre, ¡Amén!

7.            Cántico 7

Cántico 7 estrofa 1

¡Oh Padre! en la asamblea

Te espera adoración

De hijos que conocen

Tu amante corazón,

Y si ante Ti se elevan

Loores en canción,

Es para celebrarte

Por tu inefable don.

Cántico 7 estrofa 2

Llamados de la muerte

A la vida eternal,

Tu gracia nos ha hecho

Un pueblo celestial,

Del Amado la sangre

Nos llena de virtud,

Tu Espíritu, los bienes

Derrama en plenitud.

Cántico 7 estrofa 3

Veraces sacerdotes

Somos Dios ante Ti,

Ya hechos co-herederos

Del Hijo tuyo allí,

Nos hizo sus hermanos,

Con Él un cuerpo ya,

Y como a Él nos amas,

Cual tu familia acá.

Cántico 7 estrofa 4

¡Oh Padre, te adoramos

Por tanta bendición!

Y por el Hijo amado,

Sube grata canción,

Exaltado le vemos,

Triunfante y vencedor,

Viendo en su faz, sin velo,

Tus glorias en amor.

8.            Cántico 8

Cántico 8 estrofa 1

Padre ¡gran Dios de amor! que reveló el Señor,

¡A Ti loor!

Del seno paternal, el puro manantial,

Fluye vida eternal: ¡Gloria al Dios de amor!

Cántico 8 estrofa 2

Por nuestro Redentor, el Hijo de tu amor:

¡A Ti loor!

Su sangre Él vertió, con ella nos lavó,

Y el cielo nos abrió: ¡Gloria al Dios de amor!

Cántico 8 estrofa 3

Por el Consolador que nos diste, oh Señor:

¡A Ti loor!

En la Iglesia Él está, tu gracia y paz le da,

De Ti la llena ya: ¡Gloria al Dios de amor!

9.            Cántico 9

Cántico 9 estrofa 1

¡Abba, Padre! te adoramos

En el nombre de Jesús;

Dios y Padre te llamamos,

Hechos hijos de la luz;

Salvos ye, libres del juicio,

De la muerte sin temor,

Por el cruento sacrificio

Del divino Salvador.

Cántico 9 estrofa 2

Descarriados antes fuimos,

Y alejados del hogar;

Mas tu voz de amor oímos,

Pues quisístenos llamar;

Por Jesús nos perdonaste

Y nos allegaste a Ti,

Nos besaste y nos sentaste

A gozar tu amor aquí.

Cántico 9 estrofa 3

Con tu mano revestidos

Del ropaje de salud;

Y en tu casa recogidos

Por tu gran solicitud;

Por tu Espíritu gozamos

De poder y de adopción,

Y del cielo ciudadanos,

Anhelamos tu mansión.

Cántico 9 estrofa 4

¡Abba, Padre! te alabamos,

Pues aquí pudimos ver,

Cómo, en el Hijo, a tus santos,

Tú te diste a conocer;

Puro en juicio, excelso en ciencia,

Dios veraz grande en amor;

¡Gloria a Ti! Y magnificencia

Da tu Iglesia en su loor.

10.            Cántico 10

Cántico 10 estrofa 1

Cantarte, Dios de amor, de luz, verdad y gloria,

Gozarnos siempre en Ti, bendecirte ¡oh Señor!

Celebrar de Jesús la suprema victoria;

De la fe es la porción, que nos logró tu amor.

Cántico 10 estrofa 2

Es tu gracia, Señor, y tu poder fecundo,

Los que a nuestro favor des plegaste en Jesús;

De tu faz el claror brilla en lóbrego mundo,

Inunda nuestro ser, trayendo vida y luz.

Cántico 10 estrofa 3

Tus hijos somos ya; tu Nombre amado ¡oh Padre!

Infunde dulce paz, cabal seguridad;

De tu Espíritu el don nos enseña y nos abre

Camino a tu favor, y acceso a tu verdad.

Cántico 10 estrofa 4

Es tu amor ¡oh Jesús!, es tu muerte, es tu vida

Lo que nos mereció de Dios todo el favor;

Que a tus santos, Señor, toda el alma les pida,

Ya apartados del mal, honrarte con fervor.

11.            Cántico 11

Cántico 11 estrofa 1

Loor te rendimos, ¡gran Dios de bondad!

Pues Tú nos has dado la felicidad;

En Cristo elegidos, aceptos por Él,

Oh Padre, perfectos, Tú nos ves en Él.

Cántico 11 estrofa 2

Limpiados, salvados, redimidos ya,

Tus hijos podemos llamarte; ¡Abba!

Gozamos en Cristo tu gracia y favor,

Tu nombre glorioso y tu grande amor.

Cántico 11 estrofa 3

En Él nos has dado tu luz, tu verdad;

Es nuestra justicia, paz y santidad;

Por Jesús el nombre, suavísimo olor,

Tus hijos ¡oh Padre! te rinden loor.

12.            Cántico 12

Cántico 12 estrofa 1

¡Oh divino favor!, de Dios el amor triunfante

Nos reveló Jesús con su brazo pujante:

Su mano nos libró del mundo y su temor,

A Dios nos consagró – un pueblo adorador (bis)

Cántico 12 estrofa 2

Has hallado ¡oh gran Dios!, cumplida cabal justicia:

En el postrer Adán, quien solo es tu delicia:

Tu Muy amado es Él, por siempre te exaltó;

Quien en tu ley real – su gozo siempre halló. (bis)

Cántico 12 estrofa 3

Nos lo diste a Jesús, cual don de tu amor inmenso,

Cumplió eternal salud por su dolor intenso;

Nuestra justicia es Él, y paz y santidad,

Su vida es nuestra ya — y por la eternidad. (bis)

13.            Cántico 13

Cántico 13 estrofa 1

Gloriosa herencia ¡oh Padre! has de gozar,

La que en tus santos pronto ha de heredar,

Para alabanzas de tu gloria son,

Tu redimida santa posesión.

Cántico 13 estrofa 2

En servidumbre y lejos de tu luz,

Halláronse tus hijos, mas Jesús

Muerte sufrió por nos, resucitó,

Y en uno a todos por su cruz juntó.

Cántico 13 estrofa 3

Con gran potencia en Cristo obraste Tú,

Y a la Iglesia, que es su plenitud,

Lo diste por Jefe, y su poder

Sojuzga todo para tu placer.

Cántico 13 estrofa 4

Es Sacerdote ante tu majestad,

Su presencia es vida y santidad;

Es óleo puro y huellas de sus pies

La gracia, el gozo y paz, todo a la vez.

Cántico 13 estrofa 5

Por Él tu santa voluntad será

Bien prosperada, a Ti todo traerá

En sumisión, en paz y santidad.

Dios todo en todos, por la eternidad.,

Cántico 13 estrofa 6

Gloria suprema, eterna bendición

Es la esperanza de tu vocación;

¡Oh Dios de gloria, excelso en loor,

Descansarás en tu divino amor!

14.            Cántico 14

Cántico 14 estrofa 1

¡Cuán grande es nuestro Dios!

Que al Hijo de su amor nos entregó;

Don que llena el alma y el corazón;

¡Cuán grande es nuestro Dios!

Cántico 14 estrofa 2

¡Ni al Hijo perdonó!

Su muerte excluye del alma el temor,

Y corta de raíz la rebelión,

¡Ni al Hijo perdonó!

Cántico 14 estrofa 3

¿Quién nos condenará?

Cristo murió y a Satanás venció;

Resucitó y ante Dios ascendió;

¿Quién nos condenará?

Cántico 14 estrofa 4

¡Nos justifica Dios!

Tal gracia ¿quién la puede revocar?

O, ¿quién los grillos vuelve a colocar?

¡Nos justifica Dios!

Cántico 14 estrofa 5

¡Nuestro es el triunfo ya!

El Fuerte de Israel se presentó;

Firme luchó y el cielo nos abrió,

¡Nuestro es el triunfo ya!

15.            Cántico 15

Cántico 15 estrofa 1

Jesús murió, su sangre abrió entrada

Dentro del velo, celestial lugar,

En donde el alma ya purificada,

Cerca de Ti, ¡oh Dios! puede adorar;

Por Cristo entrando, nada allí tememos,

Tu gloria no nos puede anonadar;

En luz estamos, plena paz tenemos,

La que en justicia Él nos pudo dar.

Cántico 15 estrofa 2

Contigo ahí, Señor, nos encontramos,

Tú nos presentas a tu Padre Dios,

En cuya gracia paternal estamos,

Gozosos de elevarle nuestra voz.

Por Ti, Jesús, el Hijo muy amado,

Tenemos vida, luz y comunión,

También llegamos como tus hermanos,

Con voz de canto y de adoración.

Cántico 15 estrofa 3

De corazón, ¡oh Dios! te agradecemos,

Que te dignaste al hombre aproximar

A tu regazo, pues que así quedamos

Como hijos muy amados en tu hogar;

Cual sacerdotes a Ti consagrados,

¡Oh Padre!, para dar adoración,

Y ofrenda espiritual de rescatados,

Rendímoste suave a tu corazón.

16.            Cántico 16

Cántico 16 estrofa 1

En Cristo nos has dado

Pontífice real,

¡Oh Dios!, por Él llegamos,

Con libertad filial,

A tu mismo santuario,

El único lugar,

En donde como Padre

Podémoste alabar.

Cántico 16 estrofa 2

Con júbilo llegamos

Con himnos de amor,

Trayendo la hermosura

De tus glorias, Señor;

Perfumes difundiendo,

De divina oblación,

Al que fue siempre digno

De toda adoración.

Cántico 16 estrofa 3

Pontífice divino,

Supremo, es tu Jesús

Y por Él nos hallamos

En tu celebre luz;

Perfecto y sublimado,

Su propia sangre Él dio,

Propiciatorio excelso,

Do redención brotó.

Cántico 16 estrofa 4

¡Loor, suprema gloria

Te damos nuestro Dios!

De gratos corazones

Es eco nuestra voz;

¡Oh Padre! en tu santuario,

Tu gracia y tu poder

En Cristo revelados,

A Ti pudimos ver.

17.            Cántico 17

Cántico 17 estrofa 1

En Cristo bendecidos te loamos ¡oh Dios!

Y alegres elevamos nuestra ferviente voz,

En lo que ha consumado podemos descansar,

Y hallamos dulce agrado en su loor cantar.

Cántico 17 estrofa 2

¡Oh Padre, qué belleza en tu Hijo se ve!

Belleza distinguida ahora por la fe,

Belleza que delante tus ojos siempre está,

Belleza que incesante placer a Ti te da.

Cántico 17 estrofa 3

En Él también contemplas a Aquel que vino aquí,

Y por su acerba muerte honro tu trono allí,

Y con su propia sangre cumplió la expiación,

Que acrecentó tu gloria con nuestra salvación.

Cántico 17 estrofa 4

¡Loor a tu grandeza y gloria por tu amor!

Gloria admirable, inmensa, de nuestro Redentor;

Los siglos infinitos siempre repetirán

La historia de tu gracia y honores te darán.

18.            Cántico 18

Cántico 18 estrofa 1

Canciones nuevas, alegremente,

Cantemos todos a nuestro Dios,

Por Él tenemos a Jesucristo

Al mundo dado por bendición.

Coro:

Elevemos sin cesar dulces himnos de loor

A Ti, nuestro Padre, por Cristo el Señor;

Santos, cantemos con alegría,

Himnos de gloria, a nuestro Dios.

Cántico 18 estrofa 2

La Paz halló-se con la Justicia

En el suplicio del Redentor,

La eterna verdad, allí ensalzada,

Cambió su beso con el amor.

Elevemos sin cesar dulces himnos de loor etc.

Cántico 18 estrofa 3

La Peña heriste, bebió el sediento,

De su hendidura brotó salud;

En ella firmes, Tú nos mostraste

¡Oh, Dios! tu rostro y tu plenitud.

Elevemos sin cesar dulces himnos de loor etc.

19.            Cántico 19

Cántico 19 estrofa 1

Con Dios a su lado en exaltación,

Ved entronizado al Real varón,

Cristo, Rey de gloria, quien al mal venció,

Por su gran victoria Dios le sublimó.

Por su obra hecha con fidelidad,

Ya fue vindicada, Dios, tu santidad.

Cántico 19 estrofa 2

Vino a rescatarnos por su amarga cruz.

Quiso presentar nos en celeste luz;

Las obras del « Malo » vino a deshacer,

Pues venció al « Fuerte » y a su gran poder.

Por su obra hecha con fidelidad,

Ya fue vindicada, Dios tu santidad.

Cántico 19 estrofa 3

Mas su ministerio aún prosigue allí.

Dulce refrigerio derramando aquí;

Cual fiel Abogado con el Padre está,

Siempre intercediendo por su pueblo acá;

Mientras recibimos paz y protección,

Gloria ¡oh Dios!, te damos y adoración.

20.            Cántico 20

Cántico 20 estrofa 1

Dios y Padre, te alabamos por tu celestial favor;

Tus hijos aquí ensalzamos tu poder, tu grande amor;

Un amor eterno, intenso, nos mostraste por Jesús;

Pues que con dolor inmenso dio su vida en una cruz.

Cántico 20 estrofa 2

Libertados por su muerte, prosigamos al hogar;

En tu luz nos diste suerte, de tu reino el disfrutar;

El Consolador guiando, nos conduce ¡Oh Padre a Ti!

Gozo siempre al alma dando cual maná secreto aquí.

Cántico 20 estrofa 3

Si se extiende gran desierto donde estamos en redor,

Vése un manantial abierto de dulzura y de frescor;

Nuestras pruebas olvidamos al gozar aquí tu paz;

Y tus glorias contemplamos al ver de Jesús la faz.

21.            Cántico 21

Cántico 21 estrofa 1

Nuestro Dios, el poder infinito

Siempre dora constante en tu Ser,

Mientras ves a millares los siglos,

Su carrera sin fin recorrer;

Es verdad que es estrecho el camino

Y muy débil y flaco el mortal,

Pero Dios, poderoso, lo alienta

Y da al santo vigor perennal.

Cántico 21 estrofa 2

En tu fuente, que nunca se agota,

Nuestras almas por fe beberán;

El amor que Tú sientes las quia,

Y por sendas de gozo andarán;

Como el ave veloz subiremos,

Y en el trono te habremos de ver;

Con las alas muy leves, gozosos,

El camino podremos correr.

Cántico 21 estrofa 3

Prosigamos la senda celeste,

Luzcan siempre las armas de luz,

Venceremos del mundo las huestes,

Revestidos del Cristo Jesús;

Nuestro Dios, magnifica tu gracia,

Llénanos de tu divino amor;

Y de tu Espíritu la potencia

Obre en nos por el gran Vencedor.

22.            Cántico 22

Cántico 22 estrofa 1

Padre, tu soberano amor

En cautiverio nos buscó,

Tu Hijo, nuestro Salvador,

En paz a Ti nos presentó.

Cántico 22 estrofa 2

Hoy como hijos ante Ti,

Nos da gozo al atravesar

La senda que conduce allí,

Do Él nos preparó lugar.

Cántico 22 estrofa 3

Tu casa regia brilla allá

Con gloria y paz en plenitud;

El mismo amor que todo da,

Nos hizo tuyos por Jesús.

Cántico 22 estrofa 4

¡Oh gracia suma!, lo que allí

De éxtasis llena todo ser,

Con Él participando aquí,

Bien nos es dado a conocer.

Cántico 22 estrofa 5

De aquella esfera el resplandor,

Luz, verdad y poder de Dios,

Es Cristo ¡oh Padre! ya su amor,

Sólo gozamos de Él en pos.

23.            Cántico 23

Cántico 23 estrofa 1

¡Oh Dios, nuestro Padre!, nos das el entrar

Por fe en tu gracia, celestial lugar;

Pues Tú nos has dado en Cristo el Señor

La prueba perfecta de tu grande amor.

Cántico 23 estrofa 2

Por Él ya gozamos plena salvación,

Nos obró su muerte reconciliación;

Por su cruz vencemos al « yo » y al pecar

Y el alma confía con Jesús triunfar.

Cántico 23 estrofa 3

Por Ti esforzados en gracia al andar,

Paz, fe y esperanza nos has de aumentar;

Del erial las pruebas, penas y aflicción,

Tú, ¡oh Dios!, lo cambias todo en bendición.

24.            Cántico 24

Cántico 24 estrofa 1

¡Load al gran Rey! su gloria anunciad,

Su amor a su grey con gracia cantad;

Es nuestro escudo, baluarte y sostén,

El Omnipotente por siglos, ¡Amén!

Cántico 24 estrofa 2

Tu inmensa bondad ¿qué lengua dirá?

O ¿quién tu verdad jamás sondeara?

Con suma largueza tus manos proveen,

Es fiel tu promesa a los que en Ti creen.

Cántico 24 estrofa 3

¡Sublime poder! ¡infinito amor!

Soberano Dios, te damos loor;

Cuán maravillosa tu grande creación!

Mas ¡oh qué asombrosa es tu redención!

25.            Cántico 25

Cántico 25 estrofa 1

Nuestro Dios, con gozo santo entonamos tu loor,

Y de tu gracia el triunfo celebramos con fervor;

Nos llevaste sobre alas, fuertes de águilas a Ti,

En la luz de tus alturas, libres, felices al fin.

Cántico 25 estrofa 2

Por nos te mostraste fuerte, de Satán el vencedor;

Nos libraste de la muerte, nos tomaste en tu favor;

Cual tesoro muy preciado, tu familia en pura luz,

Pueblo santo, rescatado por la sangre de Jesús.

Cántico 25 estrofa 3

Este pueblo fue adquirido iendo Cristo el Mediador,

Ha vencido al Enemigo el glorioso Redentor;

El « maná » del cielo abunda da la Roca agua y frescor;

Dios su brazo nos circunda y su pueblo es vencedor.

Cántico 25 estrofa 4

El Espíritu nos lleva, de Ti sólo es el poder;

Lo de Cristo nos enseña, su Persona haciendo ver;

Las bellezas de esa vida a Ti agradan, nuestro Dios,

Y es por ellas que atraída la Iglesia te sigue en pos.

26.            Cántico 26

Cántico 26 estrofa 1

¡Gloria a Dios! porque su gracia en nosotros abundó,

Y su fiel misericordia en nosotros se mostró.

¡Gloria a Dios! porque nos viste de justicia y santidad.

Y con su poder nos viste de justicia y santidad.

Cántico 26 estrofa 2

¡Gloria a Dios! que de fe pura hinche nuestro corazón,

Y del Hijo que ama tanto nos concede el sumo don.

¡Gloria a Dios! que aquí nos une en perfecta y dulce paz.

Por su diestra protegidos, alumbrados por su faz.

Cántico 26 estrofa 3

¡Gloria a Dios!, a quien complace recibir nuestra oración,

Nuestro cantos de alabanza, por Jesús la adoración.

¡Gloria a Dios! que en abundancia toda bendición nos da.

Y si Él obra así en su gracia, ¡Cuánta su gloria será!

27.            Cántico 27

Cántico 27 estrofa 1

Padre de amor, gran Dios, alzamos

A Ti nuestras manos y el corazón;

Férvido loor tus hijos damos,

Y por Jesús el Nombre que amamos,

Sube fragante nuestra oración.

Cántico 27 estrofa 2

En tu regazo nos sentimos

Por Ti dados ya a tu amado Jesús;

Junto con Él, cual sus amigos,

Tu corazón a todos tus hijos

Brinda lugar, dulce paz y luz.

Cántico 27 estrofa 3

De Ti al gozar, nuestra flaqueza,

que siempre hace nuestra alma suspirar,

Viene a llamar a tu terneza,

Y del Espíritu la riqueza

En tu Palabra hemos de probar.

Cántico 27 estrofa 4

Tú eres el blanco en la carrera,

Jesús, y hacia Ti y va el corazón;

Celica fuente, fiel dadera

De vida, y pan que de Él viviera

Tu grey, que a Dios da su adoración.

28.            Cántico 28

Cántico 28 estrofa 1

Ser de Dios los hijos caros, en Jesús sublime don,
En el Hijo nos ve el Padre, en su santa perfección.

Coro:
Cuán grande el amor que el Padre hanos manifestado
Que hijos, hijos de Dios,

Seamos por siempre llamados.

Cántico 28 estrofa 2

De Jesús llevar la imagen, de su gracia y su poder,
Darnos de gloria parte, él dignóse prometer.
Mirad cuán grande el amor, etc.

Cántico 28 estrofa 3

Y sin Él la vida es vana, es de abrojos un erial,
Sin aguas, estéril nube, y de males manantial
Mirad cuán grande el amor, etc.

Cántico 28 estrofa 4

Y ya que somos los hijos por su graciosa adopción
La herencia de sus bienes es nuestra copa y porción.
Mirad cuán grande el amor, etc.

29.            Cántico 29

Al Padre omnipotente, a Cristo el Salvador,
Por el Santo Espíritu rendid gloria y honor.
Y de su amor la inmensidad, humildes ensalzad,
Por siglos de siglos con himnos de triunfo

Su gloria publicad ;

Con cánticos de triunfo su gloria publicad;
Su excelsa majestad y su eterna bondad,
Su gloria, ¡su gloria publicad!

2. Segunda parte: “Grande es el misterio de la piedad”

30.            Cántico 30

Cántico 30 estrofa 1

Verbo divino que con Dios viviste

Desde el principio con gloria eternal;

Antes que el mundo y el cielo Tú fuiste;

Eres la ciencia por siempre inmortal.

Cántico 30 estrofa 2

Tú que encumbrado en solio eminente,

Siempre viviste, oh Dios Creador;

En potestad y en luz preeminente,

Tú, verdad fuiste y por siempre amor.

Cántico 30 estrofa 3

Nuestro Señor, Tú aquí te encarnaste

Nuestra semblanza al querer tomar;

Y nos mostrabas con tan gran contraste

Gracias de Dios en este vil lugar.

Cántico 30 estrofa 4

Vida quisiste tal que en favor nuestro,

En sacrificio la pudieses dar;

Y rescatados por tu cruel muerte,

Hijos lograste a tu Dios llevar.

31.            Cántico 31

Cántico 31 estrofa 1

Oíd un son en alta esfera; ¡En los cielos gloria a Dios,

Al mortal paz en la tierra!, canta la celeste voz.

Con los cielos alabemos, al eterno Rey cantemos,

A Jesús el Dios de amor, el Ungido del Señor;

Coro:

Canta la celeste voz: ¡En los cielos gloria a Dios!

Cántico 31 estrofa 2

El Señor de los señores, del gran Dios Hijo eternal,

A salvar los pecadores bajó al seno virginal.

Gloria al verbo encarnado, en humanidad velado,

Gloria a nuestro Redentor, Emmanuel, Siervo y Señor;

Canta la celeste voz: ¡En los cielos gloria a Dios!

Cántico 31 estrofa 3

Príncipe de paz eterna, gloria a Ti, Señor Jesús,

De tu heredad paterna nos trajiste vida y luz.

Has tu majestad dejado, y buscarnos te has dignado,

Para darnos el vivir, en la cruz fuiste a morir;

Canta la celeste voz: ¡En los cielos gloria a Dios!

32.            Cántico 32

Cántico 32 estrofa 1

Hasta la tierra bajó el cielo,

De Dios misterio es Emmanuel:

Cubre a su gloria humano velo;

De hinojos, demo, loor a Él.

Cántico 32 estrofa 2

¿Quién este amor sondear nos diera?

De Dios el Hijo, el Creador;

Para el perdido en esta tierra

Siervo fiel fue y buen Pastor.

Cántico 32 estrofa 3

Este amor que tanto se brinda

También amónos hasta el fin;

Subre el Cristo y da su vida

Por un mundo perdido y ruín.

Cántico 32 estrofa 4

¿De qué incienso la fragrancia

Pura, a Ti subiera en loor?

El nardo de nuestra alabanza,

¡Oh Jesús! ¿no es tu mismo amor?

Cántico 32 estrofa 5

Sube el Cristo hasta el cielo,

De la piedad misterio es Él,

De su esplendor es claro velo,

¡Póstrate, pueblo, ante tu Rey!

33.            Cántico 33

Cántico 33 estrofa 1

Hijo eternal, de Dios imagen pura,

Sublime amor del seno paternal;

Señor Jesús, el cielo a Ti se postra;

¡Loor a tu nombre, nombre sin igual!

Cántico 33 estrofa 2

De aquel fulgor dejaste Tú la gloria,

Y por tu cruz, Dios exaltado está.

Su santidad, su amor y su justicia,

Oh Cristo, tu muerte todo cumplió ya.

Cántico 33 estrofa 3

Venciste Tú, Dios es glorificado,

Te ensalzó ya, junto a su Majestad:

Vémoste allí, de gloria coronado,

Tú, Hijo del hombre, Hombre celestial.

Cántico 33 estrofa 4

¡A Ti loor! ¡oh Tú, cuya corona

Al corazón recuerda tu dolor!

Tu Iglesia ya en sus himnos pregona,

Jesús, la victoria del eterno amor.

34.            Cántico 34

Cántico 34 estrofa 1

¡Oh! ¿quien jamás pudo expresar, Señor,

O sondear la hondura de tu amor,

Medir la fuente misma de sur Ser,

O la extensión y grande altura ver de tal amor?

Cántico 34 estrofa 2

¿Quién pudo amor tan vasto conocer?

El cielo no lo pudo contener;

Mas hasta nuestro mundo rebosó,

Pues al morir en cruz Jesús mostró de Dios amor.

Cántico 34 estrofa 3

¿Quién pudo cabalmente dar loor

Al solo Dios potente y Salvador,

Que fuese digno de tan grande amor?

El culto que rendimos al Señor ¡cuán débiles!

Cántico 34 estrofa 4

Mas pronto en gloria tu Iglesia estará,

Señor Jesús y tu rostro verá;

Entonces en sus himnos de loor,

El culto digno de tan grande amor, te rendirá.

35.            Cántico 35

Cántico 35 estrofa 1

De Dios Hijo eternal, del Padre el muy amado,

Tú de su corazón el perfecto placer;

Mas ya en la eternidad habías Tú pensado

En la tierra a la cual querías descender.

Cántico 35 estrofa 2

Con los hijos, Señor, de los hombres hallaste

Tus delicias; y así, ¡oh misterio de amor!

Dios mismo preparó el cuerpo que tomaste,

En gran humillación naciendo, oh Salvador.

Cántico 35 estrofa 3

Contemplando, Señor, el miserable estado:

Y el abismo del mal do estuvimos aquí,

Quisiste Tú morir, librarnos del pecado,

Que por nos en la cruz, llevaste sobre Ti.

Cántico 35 estrofa 4

El sepulcro y Satán por Ti fueron vencidos;

Vida e inmortalidad Tú sacaste a la luz;

En gloria do tú estás, pronto a tus redimidos

Tendrás, cual galardó de la obra de tu cruz.

Cántico 35 estrofa 5

¡Oh Cordero de Dios!, en gracia ya reinando,

Digno eres de tomar potestad y loor;

Reunidos en tuy paz, los tuyos recordando

Tu cruz, tu inmolación, responden a tu amor.

36.            Cántico 36

Cántico 36 estrofa 1

¡Santo, Santo, Santo! Hijo del Eterno,

Que hasta aquí viniste con gran humillación;

En tu humana vida Tú te has revelado,

Cual Dios en el mundo, ¡Bendita Salvación!

Cántico 36 estrofa 2

En la magna obra hecha en el Calvario,

Do tu cruenta muerte a Satanás venció;

Por tu propia entrega fue Dios exaltado

Y tu sacrificio vida y paz nos dio.

Cántico 36 estrofa 3

Jesús encumbrado con divina gloria,

Que te dio el Padre en majestad real,

A Ti honra eterna, por tu gran victoria,

Tu trono derrama gracia y luz celestial.

Cántico 36 estrofa 4

Hijo muy amado siempre Tú del Padre

Todo su deleite se encuentra en Ti, Señor,

Mientras que nosotros alegría eterna

Gozaremos siempre por tu divino amor.

Cántico 36 estrofa 5

¡Gloria, pues, al Padre que nos dios al Hijo!

Don que es prueba cierta de cómo nos amó;

¡Gloria a Jesucristo! entre sus hermanos,

A quienes al Padre, el Hijo reveló.

37.            Cántico 37

Cántico 37 estrofa 1

¡Jesús, qué dulce nombre! a los que te queremos!

Siempre a tu amor real loor de gracia rendiremos;

Tus glorias celebramos del fondo de nuestra alma,

Con gratitud, por tu salud y de tu paz la calma.

Cántico 37 estrofa 2

¡Jesús, qué dulce nombre! de sus pecados salvas

Al pueblo aquí unida a Ti, y en su redor derramas

El gozo de tu gracia, que inunda a tus amados

Y que hoy te dan con santo afán loores bien ganados.

Cántico 37 estrofa 3

¡Jesús, qué dulce nombre! nos habla de tu vida,

Gracia yaverdad, con potestad, nos trajo tu venida;

Cual Hombre de dolores al mundo Tú viniste

Mas por tu cruz, en clara luz tu pueblo bendijiste.

Cántico 37 estrofa 4

¡Jesús, qué dulce nombre! En Ti viéronse unidas

Divinidad y humanidad en Tan excelsa vida:

Nos revelaste al Padre, su Grande amor mostraste;

Su gracia acá, su gloria allá Tu sólo desplegaste.

38.            Cántico 38

Cántico 38 estrofa 1

Loámoste Señor Jesús,

quien estás ensalzado;

El Creador que por amor,

cual siervo se ha humillado;

En Ti podemos contemplar

la imagen de Dios Padre,

Verdad y amor puro esplendor

que en vil mundo ha brillado.

Cántico 38 estrofa 2

De aquella eterna comunión

de con el Padre estabas,

Hasta la cruz fuiste ¡oh Jesús!,

por el hombre perdido;

En Ti el pecado Dios cargó,

la maldición llevaste,

Fue sólo así, muriendo allí,

que nuestra paz compraste.

Cántico 38 estrofa 3

¡Alzado en gloria, oh Cristo estás!

tu amor por nos rebosa;

Tu grey aquí, unida a Ti,

ya tu presencia goza;

Cabeza de tu Iglesia allá

junto al Padre en la gloria;

Ven pues, Señor, y de tu amor

consuma la victoria.

39.            Cántico 39

Cántico 39 estrofa 1

Señor, en este mundo visitaste

al hombre en el pecado amancillado;

Del cielo las verdades le anunciaste

que sólo Tú pudiste haberle dado;

Mas viendo tanto dolo,

Al monte para orar subiste soló.

Cántico 39 estrofa 2

Tú solo de la voluntad sagrada

pudiste proseguir la senda estrecha;

Armado con tu penetrante espada,

Tú solo hiciste frente ante la brecha;

Del huerto solitario

Subiste hasta la cumbre del Calvario.

Cántico 39 estrofa 3

La amarga copa del acerbo juicio

Tú solo la bebiste en tu agonía,

Tú solo te ofreciste al sacrificio

que Dios acepta y el pecado expía;

Tú solo fuiste fuerte,

Venciendo al enemigo con tu muerte.

Cántico 39 estrofa 4

Tu obra, obra única y estable,

Tú solo la cumpliste con constancia,

Mas siendo la obra sola saludable,

con muchos gozarás de la ganancia;

Los hombres rescatados

Serán los que tendrás siempre asociado.

40.            Cántico 40

Cántico 40 estrofa 1

¡Cuán fuerte eres, divino Amor,

Esencia misma des Señor!

Si, nuestro corazón

En Gólgota lo realizó;

Amor de Cristo que allí obró,

¡Tan grande redención! (bis)

Cántico 40 estrofa 2

De vida y muerte vencedor,

¡Cuán poderoso es este amor!

Los hijos de la luz

En Cristo buscan comprender

Tu gran alcance y poder,

¡Misterio de la cruz! (bis)

Cántico 40 estrofa 3

El Padre sólo, de su amor

Es quien conoce el valor

Y la immensidad;

Mas la Iglesia llena está

Del gran amor que llenará

También la eternidad. (bis)

41.            Cántico 41

Cántico 41 estrofa 1

Cristo de Dios, que de tan grande altura

Bajaste y para al hombre rescatar,

Pasaste por la prueba amarga y dura,

Que por amor sufriste en su lugar.

Cántico 41 estrofa 2

La horrenda cruz, Jesús, por nos sufriste,

Desamparado por tu Dios allí:

La muerte y sus terrores Tú venciste,

Al recibir su golpe sobre Ti.

Cántico 41 estrofa 3

Con grande amor ¡oh Cristo! te entregaste,

En cruz colgado, de Dios maldición;

Tu propia sangre, el precio que donaste,

Fue nuestra paz y eterna salvación.

Cántico 41 estrofa 4

¡Tierno Jesús!, de Dios el Muy amado,

Del Padre el don, supremo don de amor;

A Ti Señor, el Hijo consumado,

Te adora el alma con santo fervor.

42.            Cántico 42

De Dios Cordero santo y fiel,

dejaste las glorias divinas

Por una corona de espinas,

rescatando atu amada grey.

Suban a Ti, fiel Salvador,

alegres himnos de victoria;

¡Oh! ante el trono de gloria

¿cuándo alabaremos tu amor?

¡Ven, pues, Señor! ¡Amén amén!

43.            Cántico 43

Cántico 43 estrofa 1

Señor, ¡cuán insondable es tu divino amor!

Perfecto, inmutable, nos llena de fervor;

Amándonos hajaste a nuestro mundo cruel:

La vida Tú ofrendaste, poderoso Emmanuel.

Cántico 43 estrofa 2

Por nuestro amor tomaste humána encarnación,

Por nuestro amor llevaste terrible maldición;

Sufriste el desamparo, la ira y amargor,

Debidos al pecado, en todo su rigor.

Cántico 43 estrofa 3

Por nuestro amor vertiste tu sangre ¡oh Jesús!

Por sustituirnos fuiste enclavado en la cruz;

A Ti por siempre unidos, del Padre mismo el don,

Los tuyos, en sus himnos, te dan adoración.

44.            Cántico 44

Cántico 44 estrofa 1

Señor, nos recordamos como sufriste aquí,

El Sustituto santo, herida tu alma así;

El cáliz de amargura con plena sumisión,

Tú mismo lo agotaste, Señor, ¡qué redención!

Cántico 44 estrofa 2

Las olas vengadoras de cólera penal,

Por sobre Ti pasaron con peso judicial;

Y tu alma sumergida llevó la maldición

Debida a los perdidos, por nuestra salvación.

Cántico 44 estrofa 3

La muerte, Tú sondeaste en su profundidad,

Pagando con tu vida, la gran penalidad;

Mas ¿cuál no fue el tormento que tu alma allí sufrió,

Cuando el divino rostro de Ti Dios apartó?

Cántico 44 estrofa 4

¿Y quién dirá el gozo que el Padre en Ti sintió

Cuando, tu vida dando, el suave olor subió?

De ese perfume llenas el cielo do ahora estás

Junto al Padre ensalzado do pronto volverás.

45.            Cántico 45

Cántico 45 estrofa 1

Sí, de su amor nos mostró Dios la esencia,

Puro, eternal, de poder redentor;

Un don sin par, amor por excelencia,

Que inflama hoy a la grey del Señor.

Cántico 45 estrofa 2

Cuando enclavado allá en el Calvario,

Manso vertías tu sangre ¡oh Jesús!

A nuestras almas, que son tu salario,

Cual un imán atraía tu cruz.

Cántico 45 estrofa 3

Grande es tu amor, poderosa es tu gracia,

Por el pecado hecho pura oblación;

Tú nos redimes con toda eficacia,

De eterna muerte y de condenación.

Cántico 45 estrofa 4

Libres por fin, pues de Satán triunfaste,

Gloria te damos, nuestro Redentor;

En luz eterna, a los que así Tú amaste,

Siempre tendrás para alabar tu amor.

46.            Cántico 46

Cántico 46 estrofa 1

Tus grandezas contemplamas

Con profunda adoración;

Y, Señor Jesús, gozamos

Por Ti suma bendición;

Eres de muchos hermanos

La Primicia celestial,

Y tu Dios te ha coronado

Dándote honra sin igual.

Cántico 46 estrofa 2

Desde el seno de tu gloria,

Del descanso tuyo allí,

Lléganos la voz amada:

« Por amor mi vida dí ».

Respondiendo a tus anhelos,

Reunidos en amor,

Conocemos ese gozo

Que Tú tienes ¡oh Señor!

Cántico 46 estrofa 3

Nuestro corazón se inclina

Ante Ti en adoración,

Centro Tú eres en gloria

De la nueva creación;

Como hijos nos presentas

A tu Padre ¡oh Señor!

Nuevo cántico se eleva,

Dulce son de eterno amor.

47.            Cántico 47

Cántico 47 estrofa 1

En noche triste, amarga,

Por Judas entregado,

Y creciendo la carga

Que habías de llevar,

Un recuerdo que aviva

Al corazón has dado,

¡Oh Jesús!, de tu vida,

Hasta tu regresar.

Cántico 47 estrofa 2

Te vemos en el huerto,

En el suelo postrado;

Elevando tu ruego,

Solo en tu gran dolor;

Pues ¿quién, en su agonía,

Del Padre el cáliz dado,

A sus labios podría

Llevar el amargor?

Cántico 47 estrofa 3

Mas del luchar cruento,

El fín es la victoria;

Del Padre el santo intento,

Sumiso has de cumplir;

Del amor ¡don supremo!,

Harás brillar la gloria,

Y hasta el suplicio extremo

Por nos vas a sufrir.

48.            Cántico 48

Cántico 48 estrofa 1

Jesús, Señor amado, a tu invitacíon,

Nos hemos congregado en fraternal unión;

Salvados por tu muerte y unidos en tu amor,

Regocíjanos verte, Objeto de loor.

Cántico 48 estrofa 2

Llamados a tu cena

que dispusiste aquí,

Recuerdo bendecido,

Señor Jesús, de Ti;

Quedamos admirados

de ver tan grande amor,

Probado por tu muerte

¡bendito Salvador!

Cántico 48 estrofa 3

Gozamos al sentarnos de Ti alrededor,

Allí donde tu gracia nos dio lugar, Señor;

Tu Espiritu en nosotros cumple tu voluntad,

Valiéndose de todos, según Su facultad.

Cántico 48 estrofa 4

Ya miembros de tu cuerpo, teniendo en Ti el vivir,

De la muerte hasta el cielo nos has hecho subir.

Tus prodigios loamos ¡oh Cristo Salvador!

Tú del gran Dios la gloria y manantial de amor.

49.            Cántico 49

Cántico 49 estrofa 1

En esa misma noche en que, Señor Jesús,

Pasaba por tu alma la sombra de la cruz;

«Haced vosotros esto», dijiste Tú allí;

Lo hacemos en memoria, Señor Jesús, de Ti.

Cántico 49 estrofa 2

La cólera divina se desencadenó,

En el Calvario horrendo la muerte te alcanzó;

Tu gracia allí fue vista, inmenso fue tu amor;

Postrados te adoramos, divino Salvador.

Cántico 49 estrofa 3

Mas Tú vendrás con gloria y nos recogerás,

Para estar reunidos en pleno gozo y paz;

Deseamos serte fieles y con tu muerte aquí

Estar más conformados al recordarte así.

50.            Cántico 50

Cántico 50 estrofa 1

Señor, aquí nos llamas tu cena a celebrar;

Probadas nuestras almas, de tu favor gozar;

Tomando nuestra suerte, tornaste ¡oh Señor!

Emblemas de tu muerte en festival de amor.

Cántico 50 estrofa 2

Tu cuerpo lacerado nos trajo salvación;

El pan Tú nos has dado por santa comunión;

La copa de amargura bebiste ¡oh Jesús!

Mas cáliz de dulzura nos diste por tu cruz.

Cántico 50 estrofa 3

Tu obra ya consumada en su totalidad

Abriónos una entrada a tu felicidad;

No solamente vemos tus hechos ¡oh Señor!

Ahora conocemos tu corazón de amor.

51.            Cántico 51

Cántico 51 estrofa 1

A nutrirnos de Ti, Señor Tú nos convidas,

Amante y buen Pastor, potente Redentor;

Del mundo en el erial la fiesta Tú nos brindas,

Que proclama tu grande amor. (bis)

Cántico 51 estrofa 2

Contigo ¡oh Salvador!, en dulce paz queremos

Tu muerte recordar, la cruz y tu dolor;

Partimos este pan y del vaso be bemos,

Que proclama tu grande amor. (bis)

Cántico 51 estrofa 3

De nuestra iniquidad la carga vil impuesta,

A tu alma estremeció con indecible horror;

Mas ya triunfante Tú, gozamos de la fiesta

Que proclama tu grande amor. (bis)

Cántico 51 estrofa 4

De tu cena al gustar, prueba de amor divino,

Buscámoste ¡oh Jesús!, en célico esplendor;

Cumplido en breve ya el andar peregrino,

Sondearemos tu grande amor. (bis)

Cántico 51 estrofa 5

Preces a Ti, Jesús, Salvador fiel y amante,

Sin sombra a nuestra vez te hemos de ver, Señor;

Tu Iglesia en plena luz, por tu gracia triunfante,

A tus pies te darú su amor. (bis)

52.            Cántico 52

Cántico 52 estrofa 1

Nos presentas Señor, (bis)

De Ti mismo la entrega precio de tu Iglesia

Dulcísimo evocar; (bis)

La mesa que aquí nos tiendes ¡oh Salvador de gloria!

Recuerda tu dolor, tu muerte y tu amor. (bis)

Cántico 52 estrofa 2

La copa y este pan, (bis)

Que tu mano nos brinda, de gracia pura y digna

Es prenda cierta y fiel; (bis)

En su silente lenguaje dicen, en sus edades,

Al salvo por la cruz tu amor ¡oh Jesús! (bis)

Cántico 52 estrofa 3

Cantad de viva voz, (bis)

A la gracia ineffable, y al amor insondable,

De nuestro Redentor; (bis)

Sí, demos gloria y honores, con gratos corazones,

Llenos de un mismo amor, a Jesús vencedor. (bis)

53.            Cántico 53

Cántico 53 estrofa 1

Respondiendo a tu deseo, Jesús, llega hoy tu grey;

De la cena prueba el gozo, de tu amor recuerdo fiel;

Del Calvario la obra magna, goza el bien tu Iglesia acá,

Tu sacrificio proclama, tu victoria ensalza ya.

Cántico 53 estrofa 2

Recordamos tus angustias, ¡oh divino Redentor!

Tu cáliz, tu afán y luchas, tu agonía y tu sudor;

Por los tuyos el castigo apuraste en dura cruz,

Salvos ya, tienen contigo comunión en santa luz.

Cántico 53 estrofa 3

Da paz y dicha inefable ¡oh Jesús! tu comunión,

Y de tu amor insondable ya gozamos hoy el don;

Santos, de común acuerdo demos preces y virtud,

Al Cordero inmolado sea gloria en plenitud.

54.            Cántico 54

Cántico 54 estrofa 1

A partir el pan, reunidos cual tus hermanos, Señor,

Comunión contigo tenemos al gozar aquí tu amor.

Cántico 54 estrofa 2

¡Oh Jesú! morir quisiste en la cruz, y con dolor

Tu precioso cuerpo entregaste, por salvar al pecador.

Cántico 54 estrofa 3

Recordamos que en tu muerte, de tus manos Dios cambió

Cáliz de dolor que apuraste, por el que tu amor nos dio.

Cántico 54 estrofa 4

De tu herida ¡Jesús tierno!, la sangre eficaz fluvó,

Dionos vida, rasgó el velo, brindó paz y el cielo abrió.

Cántico 54 estrofa 5

Pues de Dios así probamos tan suprema salvación,

Por la cruz nos mostró en el Hijo su brazo y su corazón.

55.            Cántico 55

Cántico 55 estrofa 1

Recordámoste, Señor, en tu muerte de dolor,

Por salvar al pecador, y te adoramos.

Cántico 55 estrofa 2

En tu cruz ¡oh Salvador!, vasto amor se nos mostró,

Cuando Dios te abandonó, y te adoramos.

Cántico 55 estrofa 3

Levantado ahora estás, siempre en gloria reinarás,

En tu amor nos guardarás, y te adoramos.

Cántico 55 estrofa 4

Pronto completada ya tu Iglesia subirá,

Y contigo gozará de eterna gloria.

Cántico 55 estrofa 5

Hasta entonces ¡oh Señor!, de tu mesa alrededor,

De los símbolos de amor hoy participamos.

56.            Cántico 56

Cántico 56 estrof a 1

En gloria do Tú estás contigo, en tu delicia

Nos diste ya lugar por gracia ¡oh Salvador!

Queremos celebrar tu favor, tu justicia,

Tu muerte recordar y tu inefable amor. (bis)

Cántico 56 estrofa 2

Henos aquí Señor en tu santa presencia,

Para unidos gozar tu dulce comunion;

Mas, yendo en este-rial, sentimos tu ausencia,

Ansiando el día aquel de la gran reunión. (bis)

Cántico 56 estrofa 3

Mientras llegue Señor, el momento de verte,

Gustamos del festin que preparó tu amor,

Anunciando en él tu pasión y tu muerte;

Hasta que volverás cubierto de esplendor. (bis)

Cántico 56 estrofa 4

¡Qué momento, oh Señor! para tu Asamblea,

Cuando al celeste hogar Tú la introducirás,

Y en la fiesta nupcial de cerca ella te vea,

De tu gloria y tu paz sin fin la colmarás. (bis)

57.            Cántico 57

Cántico 57 estrofa 1

No fue por nuestro amor a Ti

De tu vida el don;

De amor la fuente hela aquí:

¡Tu corazón!

Cántico 57 estrofa 2

Señor Jesus, ¡qué grande amor

Te trajo y nos ganó!

La cruz, su oprobio y su dolor,

Tu amor venció.

Cántico 57 estrofa 3

Cuando en Calvario Dios a Ti,

Su Hijo, abandonó,

Fue por la muerte tuya así

Que nos salvó.

Cántico 57 estrofa 4

Hoy ante el trono ¡oh Salvador!,

Queremos adorar,

Rendinos a tu gran amor,

Y gracias dar.

58.            Cántico 58

Cántico 58 estrofa 1

¡Rasgóse el velo!, ya no más

Distancia mediará;

Al trono mismo de su Dios

El alma llevará.

Cántico 58 estrofa 2

¡Rasgóse el velo!, ¡sombras id!

La luz resplandeció;

El rostro mismo de su Dios

Jesús ya revelo.

Cántico 58 estrofa 3

¡Rasgóse el velo! hecha está

Eterna redención;

El alma pura y limpia ya

No teme perdición.

Cántico 58 estrofa 4

¡Rasgóse el velo! Dios abrió

Los brazos de su amor;

Entrar podemos donde entró

Jesús el Salvador.

3. Tercera parte: “Ha resucitado el Señor verdaderamente”

59.            Cántico 59

Cántico 59 estrofa 1

¡Cuán inefable es divino amor!

¡Cuán grande es! ¡cuán digno de loor!

Puro, esplendente en la redención,

Es manantial de toda bendición.

Coro:

Glorioso ¡oh Jesús!, el triunfo del amor verás

Cuando a los que amas contigo Tú tendrás.

Cántico 59 estrofa 2

Divina compasión brilló en la cruz,

Con la verdad unióse ¡oh Jesús!

Paz y justicia besáronse allí,

Do fue mostrado aquel amor por Ti.

Glorioso ¡oh Jesús!, etc.

Cántico 59 estrofa 3

En ese hogar de gracia y santidad,

Tu Iglesia en gloria y en tu majestad,

Allí de hinojos su amor te dará,

Cual nardo que a tus pies derramará.

Glorioso ¡oh Jesús!, etc.

60.            Cántico 60

Cántico 60 estrofa 1

Voz de amor y de clemencia

En el Gólgota sonó;

Y el oírla, con violencia

El Calvario retembló:

¡Consumado es, consumado es!

Fue la voz que el Cristo dio.

Cántico 60 estrofa 2

Entre angustias y dolores,

Sin amparo se encontró;

El Senior de los señores,

El que nuestro mal llevó:

¡Consumado es, consumado es!

Y su espíritu entregó.

Cántico 60 estrofa 3

La sentencia es consumada,

El Senior herido está;

De la sierpe quebrantada

La cabeza queda ya;

¡Consumado es, consumado es!

Cuanto al hombre vida da.

Cántico 60 estrofa 4

El infierno está vencido,

Y la muerte es sin horror;

El cautivo es redimido,

Libre alaba su Señor:

¡Consumado es, consumado es!

El rescate del amor.

61.            Cántico 61

Cántico 61 estrofa 1

Vemos a Jesús dotado

Del poder que Dios le dio,

Pero siempre recordamos

Que la muerte aquí sufrió.

Cántico 61 estrofa 2

Cada signo de deshonra,

Sus angustias, su dolor,

Hoy encuentran recompensa

En el paternal favor.

Cántico 61 estrofa 3

En la cruz Él fue dejado

Sin tener consolación,

Hoy se halla entronizado

Con real veneración.

Cántico 61 estrofa 4

Quien llevó de aguda espina

La corona con dolor,

Célica diadema lleva,

La del Hombre vencedor.

62.            Cántico 62

Cántico 62 estrofa 1

En la cruz mirad clavado

A Jesús el Salvador;

Ved qué prueba nos ha dado

De su celestial amor.

Cántico 62 estrofa 2

Por cumplir el gran rescate,

Él su sangre derramó;

Y venciendo en el combate

A la muerte destruyó.

Cántico 62 estrofa 3

En sus cárceles la muerte

No le pudo retener,

Pues Jesús con mano fuerte

Acabó con su poder.

Cántico 62 estrofa 4

Alabemos al Cordero

Que nos ama y nos amó,

Y muriendo en un madero

Nuestras almas rescató.

63.            Cántico 63

Cántico 63 estrofa 1

Tu muerte nos salvó,

¡Glorioso Redentor!

Y el himno de tu amor subió

Con eternal fervor.

Cántico 63 estrofa 2

Tu amor no rehusó

Beber amarga hiel;

Ni aun la muerte lo venció,

Amor probado y fiel.

Cántico 63 estrofa 3

Amor que triste aqui

Anduvo en soledad;

Amor que siempre declaró

La gracia y la verdad.

Cántico 63 estrofa 4

Amor que en dura cruz

Perfumes exhaló;

En densa noche de maldad,

La redención brilló.

Cántico 63 estrofa 5

Al trono subirás,

Vencido todo mal;

Tu amor entonces mostrarás

En gloria celestial.

64.            Cántico 64

Cántico 64 estrofa 1

El Señor resucitó;

¡Aleluyah, aleluya!

Muerte y sepulcro venció,

¡Aleluya, aleluya!

Con su fuerza y su virtud

Cautivó la esclavitud,

Sacó a luz la vida en plenitud.

Cántico 64 estrofa 2

El que en dura cruz sufrió,

¡Aleluyah, aleluya!

Y hasta el polvo se humilló,

¡Aleluya, aleluya!

Su poder, su majestad,

Su justicia y su verdad,

Cielo y tierra siempre celebrad.

Cántico 64 estrofa 3

El que a muerte se entregó,

¡Aleluyah, aleluya!

Y la culpa vil cargó,

¡Aleluya, aleluya!

Hoy con gracia celestial,

Reina en vida triunfal,

Paz nos da con favor eternal.

Cántico 64 estrofa 4

Cristo, nuestro Salvador,

¡Aleluyah, aleluya!

De Satán el vencedor,

¡Aleluya, aleluya!

La Iglesia en gloria al loar

Tu victoria ha de cantar

Y tu grande amor siempre ensalzar.

65.            Cántico 65

Cántico 65 estrofa 1

Resplandor del Dios de gloria,

Elevamos la canción,

A Jesús por su victoria

Que nos trajo salvación;

Del celeste trono vino,

Al Calvario se bajó;

Puro don de amor divino

Y al morir en cruz triunfó.

Cántico 65 estrofa 2

Celebramos su descenso

A la muerte, que nos dio

Don de vida tan inmenso

Y a su Padre nos llevó;

Celebramos su subida

A los cielos con poder,

Y el vigor de esa vida

Nos logra aquí sostener.

Cántico 65 estrofa 3

Por la fe le conocemos,

De señores el Señor;

De los reyes, Rey le vemos

Y glorioso Vencedor.

Ensalzado le miramos;

Más que sol brilla su faz;

De luz son sus vestiduras,

Es Pontífice veraz.

Cántico 65 estrofa 4

De justicia el Soberano,

Rey de paz y su Hacedor,

Por un mundo vil negado,

Siendo el Hijo, el salvador;

Alabad, santos, al Padre,

Gloria al Hijo tributad

Por su gracia revelada

Y divina caridad.

66.            Cántico 66

Cántico 66 estrofa 1

En cruenta cruz murió

Cristo el Señor,

De nuestra culpa expió

Todo el horror.

Desde la tumba subió

Sí, triunfante Él resucitó;

Coro:

Para siempre ya dominio sobre el mal

Con los santos tiene en gloria celestial,

Triunfó, triunfó

¡Aleluya! Él triunfó.

Cántico 66 estrofa 2

La muerte y su aguijón

Quitó el Señor,

De infierno y corrupción

Es vencedor.

Desde la tumba subió,

Sí, triunfante Él resucitó;

Para siempre ya dominio sobre el mal etc.

Cántico 66 estrofa 3

A Satanás venció

Cristo el Señor,

La salvación nos dio

El Redentor.

Desde la tumba subió

Sí, triunfante Él resucitó;

Para siempre ya dominio sobre el mal etc.

67.            Cántico 67

Cántico 67 estrofa 1

Rey de gloria te alabamos, Cristo soberano Dios;

A tus pies nos prosternamos, elevando nuestra voz;

Puro incienso de tu amor, ¡admirable Salvador!

Cántico 67 estrofa 2

Tú, la “Vida,” por tu muerte nos trajiste salvación,

Y al sufrir la pena fuerte nos lograste redención;

Con la verdad y el amor fuiste siempre vencedor.

Cántico 67 estrofa 3

Regias glorias Tú mereces, regias honras Tú tendrá;

Tus dominios estableces por las gracias que nos das,

En tu mano la bondad se une con la potestad.

68.            Cántico 68

Cántico 68 estrofa 1

De la Divinidad, plenitud inefable,

De potencia y amor,

Raudal inagotable, inagotable;

¡Hijo eternal, Hijo eternal!

¡Gloria celestial, gloria celestial!

¡Oh Jesús!, en tu paz, tu muy amada esposa

Te adora a Ti postrada,

Ella en tu amor se goza. (bis)

Cántico 68 estrofa 2

Resides ¡oh Señor!, junto al Padre,

Dotado de poder y de honor,

En gloria entronizado, entronizado;

¡Dios salvador, Dios salvador!

¡Jesús vencedor, Jesús vencedor!

Nuestro ser todo a Ti en tu gran excelencia

Te da aquí sus loores,

Su amor con obediencia. (bis)

69.            Cántico 69

Cántico 69 estrofa 1

Cristo nuestro Salvador, te adoramos con fervor,

Por tu sin igual amor: ¡Alabanzas al Cordero!

Cántico 69 estrofa 2

Quién la muerte padeció, quien el juicio agotó,

Quien del malo nos libró. ¡Alabanzas al Cordero!

Cántico 69 estrofa 3

Suficiente Mediador, triunfante Vencedor,

Competente Salvador: ¡Alabanzas al Cordero!

Cántico 69 estrofa 4

Digno de celebridad eres por tu caridad,

Por tu grande santidad: ¡Alabanzas al Cordero!

70.            Cántico 70

¡Oh puertas alzad vuestras cabezas!

Vosotras puertas eternas alzaos hoy

Y el Rey de gloria entrará.

¿Quién es este Rey de gloria?

Él es el Señor, el Vencedor Jesús;

Él es el Rey de la gloria.

¡Oh puertas alzad vuestras cabezas,

Vosotras puertas eternas alzaos hoy!

Y el Rey de gloria entrará. ¡Amén!

71.            Cántico 71

Cántico 71 estrofa 1

Señor te adoramos ¡oh Tú que moriste!

Mas vivo el imperio de Dios recibiste;

Por fe te miramos en gloria sentado,

El cetro teniendo de eterno reinado

Tú Rey de justicia, de paz el Autor.

Cántico 71 estrofa 2

A Dios ofreciste la obra aceptable;

Tu cuerpo fue ofrenda de olor agradable;

Del mundo Tú fuiste el Salvador santo,

Tu vida nos diste; sembraste con llanto,

Mas vendrás con gozo tu mies a llevar.

Cántico 71 estrofa 3

A Ti sean gloria, honor y riqueza,

La ciencia eterna y la fortaleza

¡Oh Rey de los siglos! Señor, Dios y Hombre;

La Iglesia te adora, ensalza tu Nombre,

Cordero inmolado, por siempre, ¡Amen!

72.            Cántico 72

Cántico 72 estrofa 1

Venid, nuestras voces alegres unamos

Al coro que alaba al gran Vencedor;

Sus voces se cuentan por miles de miles,

Mas todas se inflaman en un mismo amor.

Cántico 72 estrofa 2

Es digno el Cordero que ha muerto, proclaman,

De estar exaltado en los cielos asi,

Es digno el Cordero, decimos nosotros,

Pues Él por su pueblo fue inmolado aquí.

Cántico 72 estrofa 3

Digno eres Jesús de alcanzar en los cielos

Poderes divinos y gloria y honor;

Y más bendiciones que darte podemos,

Por siempre a tu trono se eleven, Señor.

73.            Cántico 73

Cántico 73 estrofa 1

Venid con cánticos, venid, del trono alrededor,

Con santo ardor preces rendid a Cristo Salvador. (bis)

Cántico 73 estrofa 2

De nuestras gracias digno es Él, quien en la cruz bebió

La copa de amargor y hiel, que vida al hombre dio. (bis)

Cántico 73 estrofa 3

Cantad hermanos por doquier, cantadle con ardor;

Él siempre es digno de poder, riquezas y loor. (bis)

Cántico 73 estrofa 4

Con gozo, pues, alzad la voz, alegre voz alzad,

Y en la eternal ciudad de Dios a Cristo celebrad. (bis)

74.            Cántico 74

Cántico 74 estrofa 1

Gloria sea, gloria eterna

A Jesús, al que murió;

Al que por amor perfecto,

Su preciosa vida dio;

{¡Gloria sea, gloria eterna!

Al que en la cruz nos rescató.} (bis)

Cántico 74 estrofa 2

Sí, su amor es verdadero,

Nada púdolo apartar;

Firme anduvo hasta el madero,

Siempre fiel, sin vacilar;

{¡Gloria sea, gloria eterna!

Al que hasta el fin nos supo amar.} (bis)

Cántico 74 estrofa 3

De ese amor, ved la victoria

Consumada con la cruz

Y en el trono ved la gloria

Del que obró tan gran salud;

{¡Gloria sea, gloria eterna!

A Ti, Señor, nuestro Jesús.} (bis)

75.            Cántico 75

Cántico 75 estrofa 1

Señor en este mundo, Tú fuiste despreciado,

Ninguna hermosura supieron en Ti ver;

Mas siempre Tú has sido el Hijo muy amado,

Delicias de tu Padre y su cabal placer.

Cántico 75 estrofa 2

Varón Tú, de dolores fuiste y manso Cordero,

Sufriendo de los hombres muerte y cruel vejación;

De Dios desamparado te viste en el madero,

Mas de nuestros pecados hiciste la expiación.

Cántico 75 estrofa 3

Saliste de la tumba ¡oh Cristo victorioso!

Y el trono de la gloria sucedió a la cruz;

De Dios has recibido el nombre más glorioso

Y a su pueblo te ha dado cual Salvador, Jesús.

Cántico 75 estrofa 4

Serás, sí, del trabajo de tu alma saciado,

Al ver a tus amados en tu propio esplendor;

Cuando a la Esposa amada te hayas presentado,

A tu semblanza hechos para ensalzar tu amor.

76.            Cántico 76

Cántico 76 estrofa 1

Señor, tu gloria celestial podemos por la fe mirar,

No alcanza el ojo del mortal aquella gloria vislumbrar.

Cántico 76 estrofa 2

De lo alto donde Cristo está entronizado, su esplendor

Ilumina a su Iglesia acá, en tanto aguarda a su Señor.

Cántico 76 estrofa 3

El Primogénito allí en gloria, es nuestro precursor,

Quien quiere todo compartir con sus hermanos en su amor.

Cántico 76 estrofa 4

De nuestro Padre tal amor ya disfrutamos en verdad,

De todo bien es el Autor y dura por la eternidad.

Cántico 76 estrofa 5

La nueva Creación de Dios destella en esta oscuridad:

Amor, verdad, divina voz, fragancia de su caridad.

77.            Cántico 77

Cántico 77 estrofa 1

Por la fe ya contemplamos tu divina majestad,

Y en tu luz consideramos, Señor, tu tierna bondad;

La gloria que te rodea en la celestial mansión,

Nos ilumina y penetra todo nuestro corazón.

Cántico 77 estrofa 2

La gloria de tu Persona manifestada en amor

Y el honor que te corona, brillan en tu faz, Señor;

Mas en gracia descendiste a este mundo de maldad,

Y muriendo nos cubriste de justicia y santidad.

Cántico 77 estrofa 3

El alma queda extasiada ante tu gracia, Señor,

Siempre sea celebrada, la grandeza de tu amor;

Tu regreso ya de anhelo llena nuestro corazón,

Para sondear en el cielo de tu amor la perfección.

78.            Cántico 78

Cántico 78 estrofa 1

Señor Jesús cantamos tu valor,

Valor sin par, aquí al luchar;

Traemos nuestra ofrenda de loor, al adorar;

Tus glorias llenan hoy nuestra visión

Y el amor y la voz te dan su canción.

Cántico 78 estrofa 2

También te esperan loas en Sion,

Do_has de reinar al triunfar;

Libre, tranquila así la creación ha de cantar;

La tierra, el cielo a Ti se humillarán

Y_exaltar sin fin a su Señor podrán.

Cántico 78 estrofa 3

Mas, con el Padre a tus santos tendrás

Fiel es tu amor, y vencedor.

Y en cada ser tu bella faz verás para loar;

Mas la esposa en tu seno gozará

¡Ah Jesús!, de tu gozo llena estará.

4. Cuarta parte: “La Iglesia, la cual es su cuerpo”

79.            Cántico 79

Cántico 79 estrofa 1

Único en tu humanidad,

En gloria sin igual,

Jefe de la Iglesia, Señor,

Divino y eternal;

Antes de toda creación,

Del universo Autor,

De la palabra el Sostén,

Damos a Ti loor.

Cántico 79 estrofa 2

Mente humana no podrá

Tu esencia conocer;

Pero a Ti en majestad,

Por fe podemos ver,

En tu gloriosa humanidad

Gozamos ¡oh Señor!

Pues de tu cuerpo somos ya

Electos de tu amor.

Cántico 79 estrofa 3

El manantial de bendición,

Riquezas y poder,

Sobre la Iglesia todo bien

Tú haces descender;

De los santos la perfección

Obras en su unidad;

De tu amor su plenitud,

Les das con la verdad.

80.            Cántico 80

Cántico 80 estrofa 1

¡Cuán preciosa es tu Iglesia! para Ti, Jesús, Señor

Un tesoro incomparable, el objeto de tu amor;

Deseando poseerla, Tú vendiste todo, sí;

Y la perla de gran precio la compraste para Ti.

Cántico 80 estrofa 2

Tú amaste a la Iglesia de manera tal Señor,

Que por ella te entregaste a Ti mismo, y en tu amor

La sustentas, la regalas, pronto ya la llevarás

Sin arrugas y sin mancha, gloriosa Tú la tendrás.

Cántico 80 estrofa 3

Dios ha dicho: “No es bueno que el hombre solo esté;

Pues compañera idónea para Él yo le haré”.

¡Oh Cristo! Misterio excelso, de tu herida la sacó;

Tu Iglesia estará contigo, pues el Padre te la dio.

81.            Cántico 81

Cántico 81 estrofa 1

Hijo amado, Objeto de delicias,

Centro bendito de amor paternal;

Hombre te hiciste y por tu sacrificio

Conocemos ese amor eternal.

Cántico 81 estrofa 2

Centro que atrae al alma culpable,

Hijo del hombre alzado en la cruz,

Tu sangre diste, fuente inagotable

Que salva, limpia, derramando luz.

Cántico 81 estrofa 3

¿Quién es el Hombre?, decimos nosotros,

Tú, Cristo santo, quien por nos murió;

Quien coronado, sentado en el cielo,

Todo cumplido, la gloria alcanzó.

Cántico 81 estrofa 4

¿Quién es el Hombre? – Con gozo adorando

Una vez más preguntamos así.

Tú, Jesucristo, Cabeza divina

De tu Iglesia amada por Ti.

82.            Cántico 82

Cántico 82 estrofa 1

Para darnos la vida eterna

Y en uno a todos unir,

Tú la vida, Señor, entregaste

Y tornaste otra vez a vivir.

Cántico 82 estrofa 2

En tu nombre y amor reunidos,

Disfrutamos tu paz y tu luz;

De la muerte por Ti redimidos,

Meditamos, Señor, en tu cruz.

Cántico 82 estrofa 3

Con los santos de todos los pueblos

Solo un cuerpo nos vemos en Ti,

Eres Tú la Cabeza gloriosa

Y nosotros tus miembros aquí.

Cántico 82 estrofa 4

¡Oh Señor!, en Ti mismo tenemos

Nuestro centro de célica unión,

Por tu gracia nosotros gozamos

Con los tuyos feliz comunión.

Cántico 82 estrofa 5

Y la Iglesia que Tú rescataste,

Para siempre la protegerás;

Luego santa, sin mancha, contigo

En tu gloria la presentarás.

Cántico 82 estrofa 6

Pues allí vense fuentes eternas,

Aguas vivas de celeste amor,

De tu trono ¡oh Dios!, corren llenas,

A Ti vuelven con gozo y loor.

83.            Cántico 83

Cántico 83 estrofa 1

La ofrenda hecha está, el Salvador triunfó;

Pontífice es por nos en gloria do ascendió,

Pues ante Dios los suyos son llevados en su corazón.

Cántico 83 estrofa 2

En donde sirve Él, es templo celestial,

No hay velo, sombras ya, ni ofrenda terrenal;

Allí con propia sangre entró, que por nosotros derramó.

Cántico 83 estrofa 3

Haciendo allí valer la sangre de su cruz,

Él puede mantener dispuestos en la luz

Sus santos con fidelidad a la divina majestad.

Cántico 83 estrofa 4

Oculto hoy día está de la carnal visión,

Un día volverá por los que suyos son;

Vendrá sus santos a buscar para con ellos habitar.

84.            Cántico 84

Cántico 84 estrofa 1

El amor de Dios es grande, no podrá jamás cesar;

Más aumenta, más se expande, cuanto más le dan lugar;

De ese amor, la fuente viva, fluyen paz, justicia y luz,

Y el poder de nueva vida nos es dado por Jesús.

Cántico 84 estrofa 2

Demostró la cruz de Cristo que era Dios un Dios de amor

Y de luz, que allí se ha visto esplendente cual albor;

La eternal justicia hallaba en la cruz satisfacción,

A la par que Dios mostraba su clemente corazón.

Cántico 84 estrofa 3

¡Oh qué triunfo más brillante! en el cielo un Hombre entró

Y es allá Jefe y garante de su pueblo que salvó;

Santo amor fue revelado por el hecho de la cruz,

Y Jesús ha demostrado su justicia en plena luz.

Cántico 84 estrofa 4

Sí, descansan los creyentes viendo en gloria a su Señor,

Paz y gozo permanentes tienen por su fiel amor;

Y los fuertes eslabones: simpatía y comunión,

Unen ya sus corazones con los que de Cristo son.

85.            Cántico 85

Cántico 85 estrofa 1

Junto al trono del gran Dios ya exaltan

Las almas, esperando la gloria,

A Quien por ellas murió y le adoran,

Y en dulce paz gustan su victoria;

Mas desde aquí Jesús es objeto

Del puro loor que en su grey comienza

Y que su amor constante acrecienta:

¡Gloria al Cordero, gloria al Cordero!

Cántico 85 estrofa 2

Al Primogénito de los muertos,

El Príncipe y Autor de la vida,

Load, los suyos por Él libertos,

Su amada Iglesia en un cuerpo unida;

Santo, Él expió nuestro mal horrendo;

Justo, Él sufrió en dolor sumido;

Sordo quedó Dios a su quejido:

¡Gloria al Cordero, gloria al Cordero!

Cántico 85 estrofa 3

Pontífice, lleva la diadema,

Mas también es Salvador amado,

Que junto al Padre en luz suprema

Por nos ora cual fiel Abogado;

Ya de su amor púsonos el sello

Del Santo Espíritu, vida y llama

Nos llena y por Él su Iglesia clama:

¡Gloria al Cordero, gloria al Cordero!

86.            Cántico 86

Cántico 86 estrofa 1

Hemos ¡oh Señor! llegado a la celestial Ciudad,

Donde todos rinden culto y alabanzas en verdad.

Cántico 86 estrofa 2

Alistados en los cielos, de Dios, hijos de la luz,

A tu trono nos llegamos, por la sangre de Jesús.

Cántico 86 estrofa 3

¡Oh Salem!, visión gloriosa do reina paz celestial;

Del Cordero santa Esposa, de Jesús gozo eternal.

Cántico 86 estrofa 4

De la célica promesa es Jesús el Mediador;

Ancla firme y fortaleza, es Garante y Precursor.

Cántico 86 estrofa 5

Herederos de la gloria prosigamos con tesón;

Sirvamos al Dios de gracia, Él nos da su galardón.

87.            Cántico 87

Cántico 87 estrofa 1

El Verbo eres Tú, Jesús, de vida y de verdad,

En Ti también tenemos luz, gracia y felicidad:

Digno eres ¡oh Dios Salvador! de nuestra adoración

Y digno de una vida fiel, de celo y devoción.

Cántico 87 estrofa 2

Manifestado fue en Ti el Padre; y la Deidad

En plenitud se halló aquí con gracia celestial:

Jesús, del cielo sobre nos derramas tu bondad

Con ricos dones y con voz de amor y gran piedad.

Cántico 87 estrofa 3

Igual a cuando aquí, Jesús, aún eres en amor;

Tu Palabra, tu corazón, no cambiarán Señor;

¡Oh Cristo amado!, hacia Ti nuestra alma mirará;

Tu Iglesia en paz, reunida aquí, tu gracia gozará.

88.            Cántico 88

Cántico 88 estrofa 1

Venid hermanos, celebrad

Las glorias y la dignidad de nuestro Redentor;

Pues Él en todo es sin igual,

Y como pueblo celestial rindámosle loor.

Cántico 88 estrofa 2

¡Qué sangre más preciosa dio

Cuando Él del juicio rescató al pobre pecador!

Y ¡oh qué grande perfección

Reviste a los que salvos son gozando su favor!

Cántico 88 estrofa 3

Y cuando débiles están

Socorro en Cristo encontrarán, pontifice es Él;

Su Palabra luz no dará,

De tentación nos librará, es Abogado fiel.

Cántico 88 estrofa 4

Vendrá pronto nuestro Jesús

En la hermosura de su luz, su esposa arrebatar;

Entonces por la eternidad,

Celebraremos su verdad y su amor sin cesar.

89.            Cántico 89

Cántico 89 estrofa 1

Nombre sin par que hace visible,

Aquí do infausto mal cundió,

En su esplendor inaccesible,

Al Dios que nunca el hombre vio.

Cántico 89 estrofa 2

Nombre del Siervo voluntario,

Quien del mundo el fardo llevó;

Hombre que, humilde y solitario,

De piedad nuestro mal llenó.

Cántico 89 estrofa 3

Nombre del Amor insondable,

Del Cordero, el Dios redentor,

Del Cristo, el Fuerte, el Admirable,

De un mundo reo el Salvador.

Cántico 89 estrofa 4

Nombre del Dios cuya potencia

Siempre a la fe ha de contestar,

El que a los salvos, en tu ausencia,

En torno a Ti anhela juntar.

Cántico 89 estrofa 5

Nombre nuevo, porción suprema

Que al vencedor Dios ha de dar,

El que la Iglesia, cual diadema,

Por siempre en gloria ha de llevar.

Cántico 89 estrofa 6

Nombre de matinal estrella,

Del astro rey, de plena luz,

Que amor, justicia y paz destella,

¡Gloria a Ti nombre de Jesús!

90.            Cántico 90

Cántico 90 estrofa 1

Despertad, la voz nos llama,

Del guarda fiel la gran proclama;

¡Despierta, pueblo de David!

Ya la media noche suena, venid a la celeste cena;

Prudentes virgenes salid,

A vuestro Esposo ved, la lámpara encended; ¡Aleluya!

Presto acudid al Adalid, con júbilo a sus bodas id.

Cántico 90 estrofa 2

Escuchando el dulce canto,

Jerusalén con gozo santo,

Despierta, alegre, pronta está;

El Esposo que del cielo desciende, está de gracia lleno,

Su blanca aurora brilla ya,

¡Bendito Salvador! clamemos con fervor el Hosana;

Luz celestial, marcha triunfal, que guía a la fiesta nupcial.

Cántico 90 estrofa 3

Suba el himno a Ti cantado

Por los salva dos y entonado

En arpas de sonora voz;

De oro y jaspe son las piedras y doce perlas son las puertas

De la mansión de nuestro Dios;

Jamás el ojo vio, ningún oído oyó tanto gozo,

A disfrutar id y a cantar el Aleluya sin cesar.

91.            Cántico 91

Cántico 91 estrofa 1

Esperando aquí gozosos

De Dios la plena redención,

Con acordes armoniosos

Entonemos dulce canción.

Quien por su muerte ha vencido,

Fiel, sus promesas cumplirá;

Tú ¡oh Jesús!, de Dios ungido,

Con tu Iglesia pronto reinarás.

Cántico 91 estrofa 2

¡Oh Jesús!, amado Esposo,

De nuestra vida el manantial,

Tu presencia, luz y gozo

Nos dará con paz celestial,

A los santos en Ti dormidos

De sus tumbas los has de alzar,

Y con los vidos ya reunidos,

Al cielo Tú nos has de llevar.

92.            Cántico 92

Cántico 92 estrofa 1

Gozo tenemos por Cristo Jesús,

Felicidad nos ganó por su cruz;

Puras delicias andando en la luz,

Y gozaremos de gloria sin par,

¡Gloria sin par, con el Señor!

¡Gloria sin par! por su favor!

Vamos muy pronto a los cielos llegar,

Do gozaremos de gloria sin par.

Cántico 92 estrofa 2

Gracia con paz Él nos multiplicó,

Su gran potencia vida nos obró;

Sobre su pueblo su rostro alzó,

Y gozaremos de gloria sin par,

¡Gloria sin par, con el Señor! Etc.

Cántico 92 estrofa 3

Gloria será nuestro Salvador ver,

A la imagen del Hejo siempre ser;

Estar con Él, inefable placer,

Sí, gozaremos de gloria sin par,

¡Gloria sin par, con el Señor! Etc.

93.            Cántico 93

Cántico 93 estrofa 1

Es en la gloria, a la fe prometida,

Que el alma anhela gozar de tu amor:

¡Ven pues Señor, presenta a la Esposa

Contigo al Padre, en tu propio esplendor!

Cántico 93 estrofa 2

En ese hogar, será todo alegrías,

Himnos de amor, triunfo celestial;

No más pesar, ni luchas ní porfías

Perfecta paz del seno paternal.

Cántico 93 estrofa 3

En la expansión de tu reino admirable

Tu perfección la Esposa mostrará,

Trofeo ya de tu amor inmutable,

De tu labor el galardón será.

Cántico 93 estrofa 4

¡Fiel Salvador!, de Ti el volver bendito

Pedimos ya alzando nuestra faz;

Al resonar de tu señal el grito,

Tuyos por siempre en gloria nos tendrás.

94.            Cántico 94

Cántico 94 estrofa 1

Del reposo eternal gozando tus amados,

En el día sin fin todos te servirán;

Y arrojando a tus pies ¡oh Señor!, extasiados,

Sus coronas de gloria se prosternarán. (bis)

Cántico 94 estrofa 2

Nuestros ojos verán en tu faz adorable,

De tu Padre, Señor, la inmensa caridad;

Nos dejarás sondear el miste rio insondable

De tu gracia suprema en la eternidad. (bis)

Cántico 94 estrofa 3

Al recibir de Ti los rayos de luz pura,

Tú, de justicia el sol, de Dios el resplandor,

La Iglesia mostrará en la gloria futura

La santa perfección de su Esposo y Señor. (bis)

Cántico 94 estrofa 4

¡Oh!, cuando Tú verás a los que has redimido,

Cual fruto ya en sazón, de tu muerte en la cruz,

Con infinito amor, del todo complacido,

Gozarás en tenerlos por siempre en tu luz. (bis)

95.            Cántico 95

Cántico 95 estrofa 1

¡Qué esplendor inefable! ¡Qué luz inalterable!

Los santos con su Dios por siempre han de gozar.

¡Oh dicha incomparable!, su mirada adorable,

Sobre ellos brillará paz eterna al reinar (bis)

Cántico 95 estrofa 2

¡Cuán dulce y placentera es la casa paterna!

La noche ya pasó, brilla el día eternal.

Muy lejos de esta tierra, en Cristo el alma entera

Gustará del amor, el solaz celestial (bis)

96.            Cántico 96

Cántico 96 estrofa 1

Jesús en breve volverá

Y tomará su pueblo a sí;

Del mundo Él nos llevará

Al buen hogar del Padre allí;

Su rostro y su gloria a admirar,

Su gracia por siempre loar.

Cántico 96 estrofa 2

En breve nos vendrá a buscar,

Nos urge el tiempo redimir;

Cuidemos siempre de agradar

Al que muy pronto ha de venir,

Mirando atentos el albor

Cual el que espera a su Señor.

Cántico 96 estrofa 3

En breve el tiempo pasará,

¿Por qué esquivamos nuestra cruz?

Por ella Dios nos obra ya

La muerte y la vida en Jesús;

Y al fin su gloria y bendición,

Será de Él cabal porción.

Cántico 96 estrofa 4

En breve ¡ven Señor Jesús!

La Esposa llama a su Señor,

Ansía ver en plena luz

El rostro de su Salvador;

Viendo Él «la perla» que anheló,

Por quien su sangre misma dio.

97.            Cántico 97

Cántico 97 estrofa 1

Pronta a gozar, el alma anhela ver

El sol glorioso al amanecer;

¡Qué refulgente se levantará!

Con su esplendor todo lo llenará.

Cántico 97 estrofa 2

¡Gozo sin par al ver su hermosa faz!

Que en este mundo es luz y siempre paz;

Oír la voz tan dulce y familiar

Que desde aquí llena el alma al andar.

Cántico 97 estrofa 3

Si el meditar en su divino amor

Al alma eleva de todo en redor,

Si el gustar de fuente celestial

Da al peregrino un canto en el erial.

Cántico 97 estrofa 4

¿Cómo será la gloria en su fulgor

Y el disfrutar tal plenitud de amor?

¡Qué aleluyas de adoración!

Al verle a Él, plena dicha y canción.

98.            Cántico 98

Cántico 98 estrofa 1

En tristeza y tempestades una luz se ve,

Es de Cristo la promesa: «pronto volveré»;

En la luz, la paz, la gloria del celeste hogar,

Él me espera y prepara para mí lugar.

Cántico 98 estrofa 2

Largo tiempo me ha guiado en el mundo aquí,

Mas ya veo la morada lista para mí;

Y Él en medio de la gloria no se olvidará

De mi nombre, pues grabado en su mano está.

Cántico 98 estrofa 3

Ni la música del cielo es tan dulce son

Como las pisadas mías a su corazón;

Ni la gloria de los cielos se completará

Mientras que su amada esposa aún ausente está.

Cántico 98 estrofa 4

¿Quién es este que a encontrarme viene en grande amor

Cual estrella de mañana, de la luz albor?

Es Aquel que en cruz sangrienta padeció una vez,

Aun en gloria le conozco, pues el mismo es.

Cántico 98 estrofa 5

Do el pecado no penetra, con Él estaré,

Y en la santidad perfecta, con Él andaré;

Hecha compañera idónea para el Salvador,

Y por siempre mostraráse su inmenso amor.

Cántico 98 estrofa 6

¡Cuán bendito es el encuentro! el desierto atrás,

Y el estar en su presencia sin salir jamás;

Él en toda su hermosura, yo por su favor,

Compartiendo con su Padre, plenitud de amor.

Cántico 98 estrofa 7

El que tuvo la tristeza de la cruz atroz,

Yo que en el yermo oscuro, fui de Cristo en pos,

El placer común tendremos en la gloria allí,

Yo al estar en su presencia y Él al verme a mí.

99.            Cántico 99

Cántico 99 estrofa 1

¡Alerta, alerta! Esposa, despierta,

Espera a tu amado Esposo y Señor;

Vendrá Él en breve, su promesa es cierta,

Y que arda en tu pecho la llama de amor.

Coro:

Cristo nos guía, es nuestro Jefe

Y con nosotros siempre estará.

Nada temamos: Él nos alienta

Y a la victoria llevamos podrá.

Cántico 99 estrofa 2

Si larga es la espera y la lucha penosa,

Solo unos momentos será el padecer;

Ya pronto del alba la estrella radiosa

Vendrá a nuestros ojos a resplandecer.

Cristo nos guía, es nuestro Jefe, etc.

Cántico 99 estrofa 3

¡Oh Cristo glorioso!, del alma el deseado,

Aguarde la Esposa a la voz de tu amor,

Ya lista y por gracia a la meta llegando

Vaya a recibirte con gozo y fervor.

Cristo nos guía, es nuestro Jefe, etc.

100.            Cántico 100

Cántico 100 estrofa 1

La Iglesia es extranjera aquí, mas el Señor

En tanto ella le espera infúndele valor;

Con mano podero sa presto la tomará

Al cielo, do gloriosa se la presentará

Y en ella gozará.

Cántico 100 estrofa 2

Alcemos pues la frente, hermanos: ¡A luchar!

Es Cristo suficiente, Él nos hará triunfar;

Del Padre es Hijo amado, de nos fiel Salvador,

A quien de allá esperado, sirvamos con amor

Hasta el eterno albor.

Cántico 100 estrofa 3

Sí, se acerca el reposo, la aurora empieza ya;

Vendrá pronto el Esposo, la Iglesia le verá;

De Espíritu ella plena, bendice a su Señor.

Por Él nuestra alma goza, y exclama con fervor:

¡Amén, pues ven Señor!

101.            Cántico 101

Cántico 101 estrofa 1

¡Un poco, el Salvador vendrá!

Y a su pueblo llevará,

Al santo, celestial hogar

Que nos ha ido a preparar;

A estar con Él, su rostro ver

Y nuestras gracias ofrecer.

Cántico 101 estrofa 2

¡Un poco, el Salvador vendrá!

Sí, poco tiempo resta ya,

Que duélame no serle fiel,

Placer me dé servirle a Él;

Pues listo debería estar

Aquel que espera el bien gozar.

Cántico 101 estrofa 3

¡Un poco, el Salvador vendrá!

¡Oh! ¿quién su cruz rechazará?

¿Quién tras los pasos del Señor

Sufrir no quiere por su amor?

Él prometió la gloria dar

Al que hoy sigue fiel en luchar.

Cántico 101 estrofa 4

¡En breve ven, oh ven Señor!

La Iglesia tuya con ardor

Desea alcanzar su hogar,

El nuevo cántico entonar;

Tu gloria ver, estar allí

En todo semejante a Ti.

102.            Cántico 102

Cántico 102 estrofa 1

Iglesia de Cristo reanima el amor,

Y alegre en la noche espera al Señor;

Jesús el Esposo, vestido de honor,

Viniendo, se anuncia con fuerte clamor.

Coro:

Levántate Iglesia, sacude el sopor,

Que viene en las nubes tu Esposo y Señor.

Cántico 102 estrofa 2

Si algunos se entregan al sueño traidor,

Despierte el dormido a la voz del Señor;

Velad pues, hermanos, y orad con fervor,

De Cristo la antorcha alumbre en redor.

Levántate Iglesia, etc.

Cántico 102 estrofa 3

La noche difunde su negro pavor,

Mas pronto del alba saldrá el resplandor;

Constante y gozoso sigue el luchador,

Al que de gracia llena el Consolador.

Levántate Iglesia, etc.

103.            Cántico 103

Cántico 103 estrofa 1

Sentimos en el corazón el gozo de la salvación,

El gozo del Señor, ¡conmueve todo nuestro ser!

Nos hace el alma enardecer de amor a nuestro Dios.

Cántico 103 estrofa 2

Venid, hermanos en Jesús, miremos juntos a la cruz

De nuestro Salvador; allí su sangre derramó,

Allí su iglesia ganó ¡perla de gran valor!

Cántico 103 estrofa 3

Para servir de corazón al Dios de vida y salvación,

Cristo nos redimió; obras de fe, constante amor,

Firme esperanza en el Señor, la gracia nos obró.

Cántico 103 estrofa 4

Para esperar de corazón a su Hijo que trae salvación

Dios mismo nos llamó; doquier proclamemos su amor,

El evangelio del Señor, ¡Él mismo lo ordenó!

Cántico 103 estrofa 5

Y cuando estemos en la luz de la presencia de Jesús,

¡Qué gozo nos será! La fuente del divino amor

De nuestro amado Salvador, ¡jamás se agotará!

104.            Cántico 104

Cántico 104 estrofa 1

La noche ya pasa, las sombras se van,

La Estrella del alba no puede tardar;

El día aguardamos con férvido afán,

Por ver su llegada hemos de velar.

Cántico 104 estrofa 2

Aún duerme este mundo, no siente ni ve,

En sombras de noche dispuesto a quedar;

Más arriba alcemos la antorcha de fe,

El hijo del día firme ha de confiar.

Cántico 104 estrofa 3

¡Qué suerte dichosa por tal porvenir!

En luz refulgente a Jesús mirar;

Pleno amor gozando, su gloria adquirir,

Y en todos los suyos a Él admirar.

Cántico 104 estrofa 4

¡Momento inefable, Jesús para Ti,

Tu esposa querida al cielo llevar!

De tu cruz la prenda, consumada así;

Pues tu fiel palabra pronto has de efectuar.

105.            Cántico 105

Cántico 105 estrofa 1

Venid, cantad de gozo en plenitud,

Y dad loor a quien su sangre dio

Y luego en ella nos lavó, de nuestra lepra nos limpió

Y nos salvó de dura esclavitud.

Él nos libró de culpabilidad

Y nos limpió para la eternidad;

De toda bendición celeste nos colmó.

¡Precioso Salvador, El que por nos murió!

Cántico 105 estrofa 2

El Dios de amor, Jesús, vino a sufrir

Cargando Él con nuestra maldición

Y en vez de eterna perdición, nos proporciona salvación

Y de su ser el celestial vivir.

Él nos libró de culpabilidad etc.

Cántico 105 estrofa 3

Allí do está el Maestro en su esplendor

Será el fin del que sigue a Jesús,

Llevando con valor la cruz, vistiendo las armas de luz,

Con fe y justi cia obra sin temor.

Él nos libró de culpabilidad etc.

106.            Cántico 106

Cántico 106 estrofa 1

¡Ven Señor!, queremos verte, más de cerca conocerte,

Transformados, ofrecerte más perfecta adoración;

Quieras tu poder mostrarnos y tu amor manifestarnos,

El secreto revelarnos de tu tierno corazón.

Cántico 106 estrofa 2

Tu esplendor aquí aguardamos, por tu gracia deseamos

Que en tu presencia seamos manifestados en luz;

Para engrandecer tu gloria cuéntese toda la historia

De la iniquidad notoria que Tú expiaste en la cruz.

Cántico 106 estrofa 3

Do veremos conocidos, plenamente comprendidos

Tus motivos escondidos, mientras andamos aquí;

Y de cuánto nos amaste, con qué gracia nos guiaste,

De peligros nos salvaste, dense gracias siempre a Ti.

107.            Cántico 107

Cántico 107 estrofa 1

De la Iglesia el fundamento es Jesús el Salvador,

Por la obra de su gracia le dio vida su Señor;

Para hacerla Esposa quiso de los cielos descender,

Y su sangre redentora en el Gólgota verter.

Cántico 107 estrofa 2

Aunque el mundo la combata en su lucha por el bien,

Y por cismas desgarrada la contempla con desdén;

En vigilia están los santos y jamás cesan de orar,

Lo que es hoy tristeza, pronto será júbilo y cantar.

Cántico 107 estrofa 3

A través de sufrimientos, de fatigas y dolor,

El glorioso día espera en que vuelva su Señor;

Consumada su carrera y perfecta su salud,

Entrará libre y triunfante en la eterna beatitud.

108.            Cántico 108

Cántico 108 estrofa 1

En la célica morada de las cumbres del Edén,

Donde cada voz ensalza al Autor de todo bien;

El pesar olvidaremos y la triste cerrazón,

Tantas luchas del espíritu con el débil corazón.


Coro

Sí, allí será gratísimo en el proceder pensar

Del Pastor fiel y benéfico que nos ayudó a llegar.

Cántico 108 estrofa 2

Oración, deberes, penas, vías que anduvimos ya,

Poseyendo las riquezas que Jesús nos guarda allá;

La memoria retendremos a cubierto del dolor,

Del camino largo, aspérrimo, con sus luchas, su temor.

Si, allí será gratísimo en el proceder pensar, etc.

Cántico 108 estrofa 3

La bondad con que nos mira, sin cansarse cuando ve

Poco fruto en nuestra vida y tan débil nuestra fe,

Nos acordaremos de ella en aquel celeste hogar,

Do a Jesús el alma unida está y halla en Él su bien sin par.

Si, allí será gratísimo en el proceder pensar, etc.

5. Quinta parte: “Yo soy el buen Pastor...”

109.            Cántico 109

Cántico 109 estrofa 1

Las ovejas te loamos,

Señor Jesús, buen Pastor;

Vida y paz en Ti gozamos,

Don de tu divino amor.

Cántico 109 estrofa 2

Como ovejas descarriadas,

Seguíamos el error,

Mas viniste y por salvarlas

En la cruz triunfó tu amor.

Cántico 109 estrofa 3

¡Oh qué marcas en tus manos!,

La espada hirió al Pastor;

Tu sangre corrió al darnos

Tu costado y tu amor.

Cántico 109 estrofa 4

De Jesús ya son las palmas,

Tesucitó el gran Pastor;

Muestra a los suyos las armas

Y las marcas del amor.

Cántico 109 estrofa 5

Colman de bienes tus manos,

La senda abre tu favor;

Gustan aquí tus hermanos

Los cuidados del amor.

Cántico 109 estrofa 6

De tu gracia el ministerio,

Muestra del cielo el claror

Y de tu amor el misterio

Lo dirás allá, Señor.

110.            Cántico 110

Cántico 110 estrofa 1

Es Jesucristo la vida, la luz,

Él nos anuncia eterna verdad;

El Redentor quien ha muerto en la cruz

Por darnos libertad.

Coro

Él es Pastor enviado y divino Emanuel.

Él nos conduce por sendas de paz,

Como a su amada grey.

Cántico 110 estrofa 2

Quita del alma la incredulidad,

Limpia benigno el infiel corazón;

Es su carácter la suma bondad,

La misma compasión.

Él es Pastor enviado y divino Emanuel. Etc.

Cántico 110 estrofa 3

Fuente preciosa de gracia y salud,

Bien que trae toda felicidad;

Quiere llenarnos de su plenitud

Y de su santidad.

Él es Pastor enviado y divino Emanuel. Etc.

111.            Cántico 111

Cántico 111 estrofa 1

¡Oh santo Redentor! Cordero inmolado,

Fuente de nuestro ser;

Es tu nombre, Señor, suave olor derramado,

Nos junta aquí otra vez para tu gloria ver.

Cántico 111 estrofa 2

Paz y amor Tú nos das y del yermo nos llevas

Junto a Ti ¡buen Pastor!

Nos eres luz acá; de gozo Tú nos llenas,

De gracia y de fervor: los goces de tu amor.

Cántico 111 estrofa 3

Pronto a tu grey tendrás junto al Padre en la gloria,

Fruto de tu amor fiel;

En Ti perfecta ya cantará tu victoria,

La gloria del gran Rey, del eterno Emanuel.

Cántico 111 estrofa 4

Bajo tus alas ya nuestras almas confiadas

Hasta el gran porvenir;

Tus gracias ¡oh Señor!, por nos siempre aumentadas,

Vuelvan a Ti al rendir en nos un fiel vivir.

112.            Cántico 112

Cántico 112 estrofa 1

Tú alcanzaste la victoria

Sobre la muerte ¡oh Señor!

Desde tu trono, do ensalzado,

Brillan tus glorias al redor,

Pues solo Tú nos revelaste

Que Dios es luz y es Dios de amor.

Cántico 112 estrofa 2

Por siempre seas alabado,

Brazo nos fuiste y gran salud,

Pues por salvarnos del pecado,

Señor moriste en dura cruz,

Y siempre fiel, Tú nos conduces

Con tu esplendor hacia la luz.

Cántico 112 estrofa 3

¡Oh buen Pastor!, grata esperanza,

Desde los cielos brindas paz,

Tu pueblo en Ti confiando avanza,

Prueba tu bien, gracia eficaz;

¡Cuál no será su grande dicha,

Al ver, Jesús, allí tu faz!

113.            Cántico 113

Cántico 113 estrofa 1

¡Oh Jesús, oh Jesús! ¡Dios fuerte, gran Dios de amor;

Tú, de la gloria suprema centro de eterno esplendor;

La Iglesia te ama y te adora, pues la compraste, Jesús,

Su valor diste en la cruz.

Cántico 113 estrofa 2

¡Fiel Pastor! ¡Fiel Pastor!, de tu grey bien eternal;

Tu voluntad fuerte y buena nos es yugo sin igual,

Nos quita tu paz las penas. El sostén danos, Señor,

De tu brazo y de tu amor.

114.            Cántico 114

Cántico 114 estrofa 1

Este mundo es erial, soledad,

Es muy triste desear o escoger

En tal campo cualquier heredad,

Y en su suerte una parte tener.

Cántico 114 estrofa 2

Ha pasado adelante el Señor,

Una senda derecha marcó

Que pisamos tras Él sin temor,

Pues del mundo el poder ya venció.

Cántico 114 estrofa 3

De Jesús en la senda de amor,

Un tesoro nuestra alma encontró,

Bien eterno que por su valor

Extranjeros aquí nos volvió.

Cántico 114 estrofa 4

Es vereda de luz celestial,

Los destellos del bendito hogar,

Que conduce hasta el bien eternal,

Junto al Padre y al Hijo a gozar.

Cántico 114 estrofa 5

Hasta entonces de Dios la porción

En tu senda, Señor, nos serás;

De tu brazo y de tu corazón

El poder y el amor nos darás.

115.            Cántico 115

Cántico 115 estrofa 1

Tuyo el amor que nos ha congregado,

El que nos guía en el yermo aquí;

Pronto Jesús, ese amor consumado,

En gloria loor daremos a Ti.

Cántico 115 estrofa 2

Tu gracia fiel el camino ha tendido,

Gozo sin par siempre hallamos en Ti;

Y de tu bien tu pueblo enriquecido,

Ya la fragancia Tú sientes allí.

Cántico 115 estrofa 3

Mas en la grey tu belleza ya vieras,

¡Tiendas de amor y moradas de paz!

Pues ¡oh Señor!, nuestros frutos aumenta,

Y el reflejar cada uno tu faz.

116.            Cántico 116

Cántico 116 estrofa 1

¡Cuán dulce el nombre de Jesús

Es para el hombre fiel!

Consuelo, paz, vigor, salud,

Encuentra siempre en Él.

Cántico 116 estrofa 2

Al pecho herido fuerza

Da y calma el corazón,

Al alma hambrienta es cual maná

Y alivia su aflicción.

Cántico 116 estrofa 3

Tan dulce nombre es para mí,

De dones plenitud,

Raudal que nunca exhausto vi

De gracia y de salud.

Cántico 116 estrofa 4

Jesús mi amparo y mi sostén,

Pastor y Salvador,

Mi vida y luz, mi eterno bien,

Acepta mi loor.

117.            Cántico 117

Cántico 117 estrofa 1

Tu camino solitario por donde fuiste a la cruz,

De todos desconocido sea nuestro ¡oh Jesús!

En tu senda Tú esparciste gozo, paz y caridad,

Y tu corazón abriste para nuestra humanidad.

Cántico 117 estrofa 2

Allí ¡qué bienes hallamos, qué tesoros de bondad!

Siempre viendo Dios en ellos amor, luz y santidad;

Por tu sangre redimidos andamos en pos de Ti,

Tuyos ya, de Dios nacidos, queremos servirte aquí.

Cántico 117 estrofa 3

Y si al andar en tus pasos encontramos el dolor,

También allí probaremos tu consuelo ¡oh Salvador!

Puestos en tu faz los ojos, pese a nuestra poquedad,

El reflejo mostraremos de tu santa humanidad.

Cántico 117 estrofa 4

Esa senda se termina en el glorioso fulgor

Do brilla la faz divina del Hombre, el gran Vencedor;

Allí, Jesús, satisfecho en los tuyos y en su bien

Y tu amor llenará el pecho del que en Ti halló sostén.

118.            Cántico 118

Cántico 118 estrofa 1

Hay descanso en el tierno amor

Del bendito Señor Jesús,

Siempre fiel, comparte el peso y el dolor,

Cuando marchamos con la cruz.

Cántico 118 estrofa 2

Halló el divino Salvador

En nuestro mundo do Él sufrió,

Un lugar do expresar ese grande amor

Que hasta la muerte le llevó.

Cántico 118 estrofa 3

Hay descanso en el tierno amor

Que ha pisado la senda aquí,

Pues comprende nuestras penas el Señor,

Firme Él nos tiene junto a sí.

Cántico 118 estrofa 4

Su voz trae descanso y luz,

Paz nos da su yugo al andar,

Aprender la paciencia así de Jesús,

De sus pasos y de su hablar.

Cántico 118 estrofa 5

En tu senda ¡oh buen Pastor!

Sí, nos es menester andar,

Pues nos llevas al descanso del amor

Contigo en celestial gozar.

119.            Cántico 119

Cántico 119 estrofa 1

¡Oh Paciente, Inmaculado!, en la dura cruz clavado;

Tú, Jesús, como inocente, fuiste en todo obediente

A la voluntad de Dios.

Cántico 119 estrofa 2

Que seamos instruidos, por Ti mismo dirigidos;

Con tu yugo suave y blando, los oprobios aceptando

Al obedecerte a Ti.

Cántico 119 estrofa 3

¡Eres todo suficiente!, alma, corazón y mente

Llenarás de regocijo al que el ojo tenga fijo

En tu compasiva faz.

Cántico 119 estrofa 4

Por tu gracia bendecidos y en tu nombre aquí reunidos,

Disfrutamos tus favores y rindiéndote loores,

Llena el corazón tu paz.

120.            Cántico 120

Cántico 120 estrofa 1

¡Qué segura está la Iglesia!, protegida y salva va:

Dios su muro de defensa,

Dios morando siempre en ella,

¿Quién la puede condenar?

Coro:

¿Quién nos puede condenar,

Si Cristo el Señor por nosotros está?

¿Quién nos puede condenar

Si Cristo el Señor cual Abogado está?

Cántico 120 estrofa 2

¡Qué feliz ya es la Iglesia! y ¡qué rica en el Señor!

Él la ampara en su flaqueza,

La enriquece en su pobreza

El tesoro de su amor.

¿Quién nos puede condenar, etc.

Cántico 120 estrofa 3

Fiel socorro da a la Iglesia, en los días de aflicción.

La consuela en su tristeza,

Es su luz y su firmeza,

Todo cambia en bendición.

¿Quién nos puede condenar, etc.

121.            Cántico 121

Cántico 121 estrofa 1

Mira mis manos por ti llagadas,

Míralas siempre, tendrás valor,

Serán el norte de tus pisadas:

Mira las manos del Redentor.

Cántico 121 estrofa 2

Mira mis manos y tendrás vida,

Álzate Iglesia, ve tu blasón;

Mi grey en ellas tengo esculpidas,

Nadie arrebata mi posesión.

Cántico 121 estrofa 3

Mira mis manos, colman de bienes,

Están dispuestas a bendecir;

Sostén y ayuda en ellas tienes,

Te dan eterno y feliz vivir.

122.            Cántico 122

Cántico 122 estrofa 1

De tu amor ¡oh Jesús!, ven y llena el alma,

Hazla arder con tu luz, que tu gracia inflama;

¡Precioso Redentor, en célico esplendor!

Bajo tu suave ley, corazón y cuerpo

Pon siempre y da a tu grey de amarte el anhelo.

Cántico 122 estrofa 2

Dejaste Tú por nos la gloria suprema,

Padeciste y de Dios Tú fuiste anatema;

¡Potente Salvador, cuán grande es tu amor!

Nuestra alma y corazón loan tu ternura

Y ven del Padre el don, divina hermosura.

Cántico 122 estrofa 3

En tu pecho, al orar, al Padre presentas,

Cual hijos de tu hogar, la grey que apacientas;

En tu mano al estar, ¿quién de Ti ha de dudar?

Nuestra alma en tu amor, paz goza y confía

Yendo así ¡oh Señor! en pos de su guía.

123.            Cántico 123

Cántico 123 estrofa 1

Señor Jesús, rendímoste loor,

De Ti emana toda bendición,

Respondiendo toda el alma a tu amor

Ya te tributa feliz sumisión.

Cántico 123 estrofa 2

Contemplamos en tu bendita faz

Gloria divina revelada aquí,

A los tuyos esperanzas Tú das:

«Creéis en Dios, pues creed también en Mí.»

Cántico 123 estrofa 3

En Ti estamos, tu vida es nuestra ya,

La paz dejaste, tu paz, ¡sumo don!

Gozo eterno tu voz nos brinda acá

Y nos trajiste a tu comunión.

Cántico 123 estrofa 4

Dijiste Tú: «Os ama el Padre Dios»

Pues su verdad, su amante corazón

Revelaste; de su gracia la voz

Por Ti escuchamos, ¡celestial canción!

Cántico 123 estrofa 5

Del Padre el don nos diste a conocer

En tu persona, ¡suma bendición!

Tus hermanos, podemos en Ti ver

De amor la gloria, ¡celestial visión!

124.            Cántico 124

Cántico 124 estrofa 1

Tus santos en fatiga aquí y por doquier

Al mundo y su intriga ya están por ceder;

Mas los lleva hasta el cielo tu seno, oh Señor,

Tú, Sacerdote excelso, nuestro Defensor.

Cántico 124 estrofa 2

Tierno y fiel Abogado, no olvidas allí

Al más débil salvado por tu sangre aquí,

Potente nos ayudas en la ruda lid,

Oras y nos escudas, ¡divino Adalid!

Cántico 124 estrofa 3

Del santo las mancillas sus pies al lavar

Con pura agua te humillas para perdonar;

Le susurras del cielo: «Sé el imitador

Del perfecto Modelo, del fiel Servidor.»

Cántico 124 estrofa 4

Fruto de tu victoria, salvada por fe

Cuando la Iglesia en gloria a tus pies esté;

En los atrios celestes, en luz paternal,

¡Del amor permaneces el Siervo eternal!

125.            Cántico 125

Cántico 125 estrofa 1

Señor ¡cuán admirable es tu constante amor!

Es fuente inagotable de gracia y de fervor;

Desde el cielo nos miras con tierna compasión,

Y nueva fe Tú inspiras a nuestro corazón.

Cántico 125 estrofa 2

Con todos los desvíos que Tú en nosotros ves,

Los corazones fríos y cenagosos pies;

No cesas de cuidarnos, no dejas de acudir

Con cotidiana gracia los tuyos a servir.

Cántico 125 estrofa 3

Tú por nosotros velas, nos guías con amor,

Amante nos consuelas y quitas el dolor;

Tú ves con simpatía lo que nos pasa aquí,

Mostrando cada día que hay siempre fuerza en Ti.

Cántico 125 estrofa 4

Gozosos te alabamos por tan sublime amor,

Y humildes te rogamos nos des mayor fervor;

Que en pos de Ti andemos con alma y corazón,

Más cerca siempre tennos en toda sumisión.

126.            Cántico 126

Cántico 126 estrofa 1

Cual mirra fragante que exhala en redor

Su rico perfume, suavísimo olor,

Tu nombre ¡oh Amado! llena el corazón

Infunde alegría y satisfacción.

Cántico 126 estrofa 2

Cual voz conocida, si escucha el viador

Perdido en el bosque, le inspira valor,

Tu nombre le anima, haciendo saber

En dónde el descanso se puede obtener.

Cántico 126 estrofa 3

Cual vela avistada distante en el mar

Por náufrago a punto de desesperar,

Tu nombre, trayendo anuncio de paz,

El corazón llena de dulce solaz.

Cántico 126 estrofa 4

Jesús, tierno nombre de precio y valor,

Tu nombre bendito, Jesús, Salvador,

Por cima de todos, sin par, sin igual,

Exhala fragancia de amor celestial.

Cántico 126 estrofa 5

Jesús, tierno nombre de precio y valor,

Tu nombre bendito, Jesús, Salvador,

Por cima de todos, sin par, sin igual,

Exhala fragancia de amor celestial.

127.            Cántico 127

Cántico 127 estrofa 1

¿A quién pues acudir? Esta asolada tierra,

Dominio de Satán, solo es ruina y ficción;

¿Quién su casa construir en este erial quisiera,

O de su dicha hallar la roca y protección?

Cántico 127 estrofa 2

¿A quién pues acudir? En busca de la ciencia

Del gran Dios de verdad, de luz y puro amor,

¿Quién nos diera su paz, su perdón, su clemencia,

Para el alma aliviar de un peso agobiador?

Cántico 127 estrofa 3

¿A quién pues acudir? Señor tus verdes prados

Traen de Dios el bien, célica bendición;

Tus palabras son vida, a tus pies adorados

Las bebemos aquí, en dulce comunión.

Cántico 127 estrofa 4

¿A quién pues acudir? Tu voz de encantos llena

Nos dice: «No temáis, siempre confiad en Mí»;

Consuelo Tú nos das, de gozo el alma plena;

¿A quién pues acudir, ¡oh Jesús!, sino a Ti?

128.            Cántico 128

Cántico 128 estrofa 1

Peregrinos, caminemos

En la senda de Jesús,

Y en este mundo presentemos

Claros destellos de su luz;

Su gracia fiel nos dará fuerza

Para llevar con Él la cruz.

Cántico 128 estrofa 2

Espantoso es el desierto,

Nada hay para el corazón,

Todo en él está en concierto

Contra la fe y su vocación;

Mas Dios nos oye y sostiene,

Todo lo cambia en bendición.

Cántico 128 estrofa 3

Fiel, por nos Cristo intercede

Ante el divino esplendor;

Mas volverá del cielo en breve,

¡De nuestro cuerpo es Redentor!

Miremos todos bien en alto,

Siempre esperando al Salvador.

129.            Cántico 129

Cántico 129 estrofa 1

Pueblo salvo por la cruz, vuestro Redentor Jesús,

Exaltado en santa luz: vivo está.

Quien su propia vida dio y la culpa vil borró,

En el cielo donde entró: vivo está.

Cántico 129 estrofa 2

Lleno de solicitud aun hoy por la multitud,

El que trajo aquí salud: vivo está.

Por la Iglesia interceder y a su pueblo proteger,

Cristo con cabal poder: vivo está.

Cántico 129 estrofa 3

Disfrutemos su favor, trabajemos con fervor,

Ya que nuestro Salvador, vivo está.

Publiquemos con canción, de la voz, del corazón,

Que el Señor de salvación, vivo está.

130.            Cántico 130

Cántico 130 estrofa 1

De maneras misteriosas suele Dios aún obrar,

Puede así sus maravillas por los suyos efectuar;

Él cabalga sobre nubes, vientos y la tempestad,

Son sus siervos enviados para hacer su voluntad.

Cántico 130 estrofa 2

En abismos insondables con destreza y gran saber

Atesora sus designios, efectúa su querer;

Alentaos pues, medrosos, estas negras nubes son

De sus bendiciones llenas, traerán la salvación.

Cántico 130 estrofa 3

No juzguéis por los sentidos los designios del Señor,

Si parece que las pruebas contradicen su amor;

Descansad en sus promesas, en su gracia confiad,

Estas sombras son el manto con que envuelve su bondad.

Cántico 130 estrofa 4

Sus propósitos perfectos a su tiempo cumplirá

Y lo que es ahora amargo dulce fruto llevará;

La incredulidad es ciega pues no mira más allá,

A la fe Dios se revela, todo nos aclarará.

131.            Cántico 131

Cántico 131 estrofa 1

Señor en Ti, Dios y Hombre,

Tenemos vida, gozo y paz;

Pastoreados en tu nombre,

Cuanto nos falta Tú nos das.

Cántico 131 estrofa 2

Somos tu grey redimida

De la eterna perdición,

Señor Jesús con tu vida

Hiciste Tú la expiación.

Cántico 131 estrofa 3

Muriendo, nos has quitado

De horrible muerte el aguijón,

Y en el cielo do exaltado,

Nos diste suerte y bendición.

Cántico 131 estrofa 4

Atravesando este mundo

Nos eres fuerza y salvación,

En tu seno ¡oh amor profundo!

Dócil, descansa el corazón.

Cántico 131 estrofa 5

Tú eres faro reluciente,

No arredra riesgo y temporal,

Tu brazo, Jesús potente,

Nos lleva al puerto eternal.

132.            Cántico 132

Cántico 132 estrofa 1

Nuestra fortaleza, nuestra protección,

Nuestro fiel socorro, nuestro paladión,

Nuestro gran refugio, nuestra salvación

Es el Dios que adora nuestro corazón.

Coro

Nuestra fortaleza, nuestra protección

Es el Dios que adora nuestro corazón.

Cántico 132 estrofa 2

Que la tierra toda cambie de lugar

Y los montes rueden por el ancho mar,

Nuestra fortaleza firme habrá de estar

Porque lo inmutable no podrá cambiar.

Nuestra fortaleza, nuestra protección etc.

Cántico 132 estrofa 3

Que otros en sus fuerzas quieran descansar

O en las que este mundo les promete dar,

Nunca todas ellas se han de comparar

Con las que pudimos en el cielo hallar.

Nuestra fortaleza, nuestra protección etc.

133.            Cántico 133

Cántico 133 estrofa 1

Dejarte solo obrar y marcar nuestras sendas

¡Dios de paz, Dios de amor!

Junto a Ti siempre hallar vivas y dulces prendas,

En cada nuevo albor, cada instante, Señor.

Cántico 133 estrofa 2

Dejarte solo obrar en nuestra insuficiencia,

En peligro al estar,

Amparo en Ti nos das, en tu santa presencia;

Solo al dejarte obrar y en Ti siempre esperar.

Cántico 133 estrofa 3

Dejarte solo obrar, firmes en tu victoria,

Siempre por Ti al luchar,

Y a nuestra fe has de dar el premio de la gloria,

Solo al dejarte obrar, y a Ti solo escuchar.

134.            Cántico 134

Cántico 134 estrofa 1

Cual la mar en calma es la paz de Dios,

Fuerte y gloriosa, es eterna paz;

Grande y perfecta, premio de la cruz,

Fruto del Calvario, obra de Jesús.

Cántico 134 estrofa 2

En aquel refugio del gran Dios de paz,

Siempre prueba el alma su gracia eficaz;

Nunca negra duda, ni pena y pesar,

Ni más vejaciones pueden acosar.

Cántico 134 estrofa 3

¡Oh Señor amado! Tú nos das quietud,

De Ti recibimos celestial salud;

A tus pies echamos fardo y menester,

Pues nos impedían el camino hacer.

Cántico 134 estrofa 4

Al abrir la senda, paz nos das Señor,

Pruebas y alegría da también tu amor;

Marca cada hora el sol de tu faz,

A tu sombra el alma hallará solaz.

Cántico 134 estrofa 5

¡Océano de gloria, paz del Redentor!

Prenda de victoria, don del Vencedor,

Tu gracia infinita, ondas y raudal,

Inunda el alma tu paz celestial.

135.            Cántico 135

Cántico 135 estrofa 1

Un ancla tenemos que el túmido mar,

Por mucho que ruja no puede quebrar,

La bella esperanza que infunde Jesús,

Legada en su muerte de angustia en la cruz.

Cántico 135 estrofa 2

Arriba, en los cielos del trono de Dios

Do reina supremo, con reino de amor,

El ancla del alma allí firme está,

Jesús victorioso no nos faltará.

Cántico 135 estrofa 3

Y cuanto más bravo el piélago esté,

Más firme tengamos el cable de fe;

Que furias de vientos, ni embates del mar

No pueden del puerto la entrada vedar.

136.            Cántico 136

Cántico 136 estrofa 1

Tú que sufriste la dura cruz,

En horas negras de tempestad,

Sé de las almas celeste luz,

Grato consuelo, seguridad.

Coro

¡Gloria te damos, fiel Salvador!

Que nos amaste hasta en cruz morir;

Haz que tu gracia con tu esplendor,

Siempre dirija nuestro vivir.

Cántico 136 estrofa 2

En nuestras luchas, en el dolor,

En tristes horas de tentación,

Calma le infundes, santo vigor,

Nuevos alientos al corazón.

¡Gloria te damos, fiel Salvador! etc.

Cántico 136 estrofa 3

Cuando en la prueba falta la fe

Y el alma vese desfallecer,

Cristo nos dice: «Siempre os daré

Gracia divina, santo poder».

¡Gloria te damos, fiel Salvador! etc.

137.            Cántico 137

Cántico 137 estrofa 1

Al Señor Jesús loemos, lo que somos le debemos,

Cuanto por gracia tenemos, solo es nuestro en Él.

Cántico 137 estrofa 2

Es Jesús su nombre amado, a su pueblo Él ha salvado,

Está el triunfo asegurado por su gran poder.

Cántico 137 estrofa 3

¡Oh confiad en este Amigo! Nos liberta del peligro,

Hoy nos es fuerte y abrigo y hasta el fin será.

Cántico 137 estrofa 4

Cumpliráse nuestro anhelo en el día en que sin velo

Le veremos en el cielo al Señor Jesús.

6. Sexta parte: “Creciendo en el conocimiento de Dios...”

138.            Cántico 138

Cántico 138 estrofa 1

Sin mano hecho hay un aposento

En donde el alma puede reposar,

Libre de cuitas, en su Dios; do Cristo

Al triste lleva su paz a gozar.

Cántico 138 estrofa 2

No se halla en lugar perecedero,

Ni al alcance de la tempestad;

Mas sobre la gran roca de los siglos,

Firme estará por la eternidad.

Cántico 138 estrofa 3

No solo para algún día distante,

Ya del erial el viaje al terminar,

Mas también cuando dura la batalla,

El menosprecio, la burla, el llorar.

Cántico 138 estrofa 4

Pues siempre allí, en todos los momentos

Entrada hay a su tranquilidad;

Consuelo y aliento en los brazos tiernos,

La bienvenida a su santidad.

Cántico 138 estrofa 5

¡Oh santo hogar!, de Dios mi Padre el gozo;

¡Oh velo roto! que me dejas entrar,

Allí se olvida mi alma de la tumba,

De las porfías, el llanto, el pecar.

Cántico 138 estrofa 6

¡Dulce morada!, todas tus ventanas

Abiertas siempre al sol al levantar,

Templo excelso do Cristo es sacerdote,

Célico incienso allí arde sin cesar.

Cántico 138 estrofa 7

Iluminado con la gloria eterna,

Lo llena el eco de celeste voz;

Tú, mi descanso, torre del refugio,

Hogar del alma eres ¡oh mi Dios!

139.            Cántico 139

Cántico 139 estrofa 1

Gustado hemos, Señor, que Tú eres benigno,

Allegados a Ti, Piedra angular de vida,

Sí, reprobada aquí por este mundo indigno,

Preciosa y sin par, de Dios escogida.

Cántico 139 estrofa 2

Tú quieres nuestro Dios que como piedras vivas,

En templo espiritual crezcamos a tu agrado;

Ofreciéndote a Ti con fervor nuestras vidas,

Sacrificio de amor, a Ti consagrados.

Cántico 139 estrofa 3

Por gracia ¡oh Padre Dios!, somos hechos tus hijos,

Cual pueblo celestial a gran precio adquiridos,

Andamos en tu luz, los ojos en Ti fijos,

Mandados por Jesús, por Él sostenidos.

140.            Cántico 140

Cántico 140 estrofa 1

¡Cuán sublime oh Dios, cuán perfecta y gloriosa

Es tu Palabra fiel, descubierta a la fe!

Justicia, paz, verdad, divino amor rebosa,

Revelándote a Ti; gloria que siempre fue.

Cántico 140 estrofa 2

Es ella tierna voz del Pastor, del Amigo,

Es puro manantial do la vida brotó;

Es del cielo la luz que alumbra el camino;

Es la carta de amor que tu gracia nos dio.

Cántico 140 estrofa 3

Mas la divina voz, de gracia el ministerio

Por nos ha de concluir junto a Ti al estar;

Entonces en tu luz, Señor, el gran misterio

Sondearemos por fin, faz a faz al hablar.

141.            Cántico 141

Cántico 141 estrofa 1

En tu Palabra ¡oh Padre Dios, qué bella luz se ve!

Bendita, celestial porción, gozada por la fe.

Cántico 141 estrofa 2

Aquí del Redentor la voz alegra el corazón;

La dulce voz del buen Pastor, que trae salvación.

Cántico 141 estrofa 3

A su divina inspiración, aliento se nos da,

También allí satisfacción el alma encontrará.

Cántico 141 estrofa 4

Y antorcha para iluminar los pasos de tu grey;

Celeste luz que nos dará visiones del gran Rey.

Cántico 141 estrofa 5

¡Cuán dulce es tu Palabra fiel a nuestro paladar!

Más que la refinada miel cual fluye del panal.

Cántico 141 estrofa 6

Y mina de riqueza es que no se agotará,

Hasta ¡oh Jesús! cuando a tus pies la Iglesia adorará.

142.            Cántico 142

Cántico 142 estrofa 1

Mi gozo está en tus atrios ¡oh Padre, Dios de luz!

Venir a tu presencia y en tu gloria adorar;

Traer a la memoria las pruebas de tu amor,

El bien con que tu mano mi vida enriqueció.

Cántico 142 estrofa 2

Mi gozo está en tus atrios, la casa de oración,

Do el alma tantas veces su fuerza y luz halló.

Con cuánto amor el ruego Tú sueles escuchar,

¡Qué dulce hablar contigo, cuán bello en Ti esperar!

Cántico 142 estrofa 3

Mi gozo está en tus atrios, morada de salud;

Aquí tu amor explayas mostrado por la cruz;

El coro de tus hijos que tu poder salvó

Aquel sublime día de nuestra redención.

Cántico 142 estrofa 4

Mi gozo está en tus atrios, morada de verdad,

Do limpia la mirada, se goza en meditar

El alma redimida tu ciencia y tu poder;

La gloria de tu gracia en Cristo Tú haces ver.

Cántico 142 estrofa 5

Mi gozo está en tus atrios, la casa del festín;

Lo más bello y sublime el alma encuentra en Ti.

¡Cuán dulce es el latido del seno paternal!

La paz más bella canta feliz el corazón.

143.            Cántico 143

Cántico 143 estrofa 1

En todo tiempo alabaré el Nombre de Jesús,

Las glorias de mi Redentor, los triunfos de su cruz.

Cántico 143 estrofa 2

Mi espíritu se alegra en Él, mi Dios y Salvador,

El Señalado entre diez mil, el Cristo del Señor.

Cántico 143 estrofa 3

Pontífice, Profeta y Rey, Pastor y Amigo fiel.

Cimiento estable de mi fe ¡mi todo yo hallo en Él!

Cántico 143 estrofa 4

Escondedero del turbión y sombra del calor,

Habiendo padecido Él, ¡es mi consolador!

Cántico 143 estrofa 5

Es luz y guía, escudo y sol, que gracia y gloria da;

Tal es mi amado y a este yo ¡he de ensalzar y amar!

144.            Cántico 144

Cántico 144 estrofa 1

¡Oh Señor!, cuando pienso en Ti

Y en tu gracia amorosa,

Se inflama el corazón en mí

Por ver tu faz gloriosa. (bis)

Cántico 144 estrofa 2

Cuando el curso que he de seguir

Es triste y desolado,

Siempre en él Tú me haces sentir

Tu tierno y fiel cuidado. (bis)

Cántico 144 estrofa 3

Si enemigos alrededor

Acechan mi flaqueza,

Disipas todo mi temor

Dándome fortaleza. (bis)

Cántico 144 estrofa 4

Eres mi reposo, mi bien,

Mi salud, mi justicia,

Divina paz, roca y sostén

Y mi mayor delicia. (bis)

Cántico 144 estrofa 5

Concédeme siempre, Señor,

La gracia de honrarte,

Y como atento servidor

Cada día esperarte. (bis)

Cántico 144 estrofa 6

Por Ti, podremos celebrar

Tu admirable victoria

Y eternamente disfrutar,

Contemplándote en gloria. (bis)

145.            Cántico 145

Cántico 145 estrofa 1

Cristo solo es nuestro anuncio,

Nuestra prédica Él será;

También de Cristo viviremos,

Y así Él solo se verá.

Cántico 145 estrofa 2

Cristo solo es quien nos salva,

Su amor por siempre es vencedor;

De nuestro mal sufrió las pruebas,

Y ahora es nuestro Intercesor.

Cántico 145 estrofa 3

Cristo es quien nos santifica,

Y embarga todo nuestro ser

Con su gracia, su luz, su vida,

Y de la fe es el poder.

Cántico 145 estrofa 4

Nuestro todo en todo Tú eres,

¡Oh Cristo! y es tu plenitud

La Iglesia aquí por quien Tú vienes,

A llevar en tu beatitud.

146.            Cántico 146

Cántico 146 estrofa 1

Fuente de vida, de gozo y luz pura,

Fuente de dicha abierta a la fe;

Célica paz y divina ternura,

Por nos aquí, Jesús siempre fue.

Cántico 146 estrofa 2

Fuente de amor, constante y profunda,

Brotas por nos del santo lugar;

Fuente de Dios, dulce, en saber fecunda,

De Ti nuestra alma quieres llenar.

Cántico 146 estrofa 3

Gozoso aquel que cual árbol viviente,

Por Ti plantado junto al raudal;

Se arraiga, crece y halla plenamente

Delicia en Ti, ¡Fuente celestial!

Cántico 146 estrofa 4

De fruto abunda y lozano prospera,

De pruebas mil no teme el ardor;

Dichoso aquel que en el erial bebiera

De Ti, Jesús, ¡Fuente del amor!

147.            Cántico 147

Cántico 147 estrofa 1

Cristo, tu gracia ilimitada,

Tan pura y grata ya para mí;

Hace que mi alma quede extasiada,

Cuando a tus pies te adora a Ti.

Cántico 147 estrofa 2

Tu tierno amor, cual Tú, invariable,

Atrae mi alma para gozar

En la luz tuya, dicha inefable,

Que sus destellos da sin cesar.

Cántico 147 estrofa 3

Si ver pudiera de tu ternura

Todo el reflejo ¡oh Salvador!

Mi alma inundada de tu dulzura

Sabría amarte con más fervor.

Cántico 147 estrofa 4

Si alguna nube se me presenta,

De Ti quitándome el resplandor;

Divino Amigo, tras la tormenta

Como antes brillas con tierno amor.

Cántico 147 estrofa 5

Que de Ti nada pueda apartarme

Y si de nuevo, Señor Jesús,

En mi flaqueza vuelvo a desviarme,

Haz que muy pronto torne a tu luz.

Cántico 147 estrofa 6

Tu inmensa gracia que es sin mudanza,

Harás gustarme cada vez más,

Y así probada, de mi esperanza

Tú, la corona siempre serás.

148.            Cántico 148

Cántico 148 estrofa 1

Tu divina ternura ¡oh Jesús, buen Pastor!

Consuela mi amargura, disipa mi temor;

Y si estoy fatigado, peregrinando aquí,

Tus brazos, enlazado me tienen junto a Ti.

Cántico 148 estrofa 2

Tus manos traspasadas sangrientas en la cruz,

Fueron allí clavadas por mí, Señor Jesús;

Con sus señales ciertas de tu intenso sufrir,

Permanecen abiertas, prontas a bendecir.

Cántico 148 estrofa 3

Modelo inimitable, fiel y tierno Pastor

Y fuente inagotable de vida, paz y amor;

Oh haz manso Cordero que siga en pos de Ti,

Así vivir anhelo, pues moriste por mí.

149.            Cántico 149

Cántico 149 estrofa 1

¡Oh, cuán dulce es fiar en Cristo!

Y entregarse todo a Él;

Esperar en sus promesas, y en sus sendas serle fiel.

Coro:

Jesucristo, Jesucristo,

Ya tu amor probaste en mí;

Jesucristo, Jesucristo,

Siempre quiero fiar en Ti.

Cántico 149 estrofa 2

Es muy dulce fiar en Cristo

Y cumplir su voluntad;

No dudando su palabra que es la luz y la verdad.

Jesucristo, Jesucristo, etc.

Cántico 149 estrofa 3

Junto a Ti vivir anhelo,

Mi precioso Salvador;

Hasta tenerme en tu cielo protección me dé tu amor.

Jesucristo, Jesucristo, etc.

150.            Cántico 150

Cántico 150 estrofa 1

¡Todo eres Tú, Señor!, gracia, paz y alegría,

Y de nuestra canción la dulce melodía;

Nos cercas de favor, quitas todo pesar,

Y al santo manantial creces siempre has de dar.

Cántico 150 estrofa 2

De fuente terrenal bebimos mucha pena;

Hijos de ira, al andar de mal el alma llena,

Huyendo de tu faz, de tu gracia ¡oh Jesús!

Siervos de un mundo hostil que rechazó tu luz.

Cántico 150 estrofa 3

De nuestro mal, Señor, Tú rompes la cadena,

El triunfo de tu cruz ya quita la condena;

¡Qué gozo al recibir por fe tu salvación!

Tu paz y el disfrutar de tu Espíritu el don.

Cántico 150 estrofa 4

¡Ah! Tan sublime amor siempre hace arder la llama

De un constante loor y al corazón que te ama

Guíalo y hacia Ti su vuelo tome ya,

Donde estás Tú y al bien que nos aguarda allá.

151.            Cántico 151

Cántico 151 estrofa 1

Comprado con sangre por Cristo,

Con gozo al cielo yo voy;

Librado por gracia infinita,

Ya sé que su hijo yo soy.

Coro:

Lo sé, lo sé, comprado con sangre yo soy;

Lo sé, lo sé, con Cristo al cielo yo voy.

Cántico 151 estrofa 2

Soy libre de pena y culpa,

Su gozo Él me hace sentir,

Él llena de gracia mi alma,

Con Él es tan dulce vivir.

Lo sé, lo sé, etc.

Cántico 151 estrofa 3

Ya mi vida a Él entregada

Lleva doquier su santo olor,

Pues en sacrificio agradable

Es tan solo de mi Señor.

Lo sé, lo sé, etc.

Cántico 151 estrofa 4

Seguro sé que la belleza

Del gran Rey mi alma allí verá,

Y con sus huestes redimidas

Su gracia toda cantará.

Lo sé, lo sé, etc.

152.            Cántico 152

Cántico 152 estrofa 1

Comprado con sangre por Cristo,

Es Jesucristo mi Amigo mejor,

Tierno y amante cual otro no habrá;

Toda mi vida descansa en su amor,

Tan solo en Él segura estará.

Coro:

¡Oh dulce Amigo! Cerca de Ti,

La senda quiero firme seguir;

Sentir yo quiero que more en mí

Tu santa gracia para vivir.

Cántico 152 estrofa 2

Él en mis pruebas desciende hasta mí

Y hace en mi pecho la dicha nacer;

Nunca por Él olvidado me vi,

Nunca faltó su amor en mi ser.

¡Oh dulce Amigo!i etc.

Cántico 152 estrofa 3

Él en mis dudas me inunda de luz

Y hallo el sendero que debo seguir;

Todo en mi vida lo debo a Jesús,

Solo por Él yo puedo vivir.

¡Oh dulce Amigo!i etc.

153.            Cántico 153

Cántico 153 estrofa 1

Una hora sola de velar con Cristo:

¡Eternos años de reposo y paz!

Una hora sola de afrontar peligros:

¡Eternos años de mirar su faz!

Coro:

Tengamos pues valor hasta el mañana,

Brillante sea nuestra luz aquí;

El Salvador con suave voz nos llama:

«¡Velad, velad, una hora más por mí!»

Cántico 153 estrofa 2

Una hora sola de sufrir por Cristo:

¡Eternos años en su calma y luz!

Una hora sola de sufrir perjuicios:

¡Eternos años gloria en vez de cruz!

Tengamos pues valor hasta el mañana, etc.

Cántico 153 estrofa 2

Una hora sola en prueba y tentaciones:

¡Eternos años de felicidad!

Una hora sola aquí de vejaciones:

¡Eternos años de su amor sin par!

Tengamos pues valor hasta el mañana, etc.

154.            Cántico 154

Cántico 154 estrofa 1

Lluvias de bendición grandes,

Es la promesa de amor;

Hoy te pedimos las mandes

De tu presencia, Señor.

Coro

Las lluvias grandes manda a tu iglesia, Señor,

Por tu Espíritu nos llenes de gracia y santo fervor.


Cántico 154 estrofa 2

Lluvias de bendición grandes

¡Cuánta falta hacen aquí!

Para tu pueblo abundantes

Desciendan, ¡oh Dios de Ti!

Las lluvias grandes manda etc.

Cántico 154 estrofa 3

¡Oh lluvia aquí bienvenida!

Traes de Dios bendición,

Beban la paz y la vida

Los surcos de la aflicción.

Las lluvias grandes manda etc.

155.            Cántico 155

Cántico 155 estrofa 1

¡Avívanos Señor! Sintamos el poder

Del Santo Espíritu de Dios, en todo nuestro ser.

Coro

¡Avívanos, Señor, con nueva bendición;

Inflama el fuego de tu amor en cada corazón!

Cántico 155 estrofa 2

¡Avívanos Señor! Tenemos sed de Ti,

La lluvia de tu bendición derrama ahora aquí.

¡Avívanos, Señor etc.

Cántico 155 estrofa 3

¡Avívanos Señor! Despierta más amor,

Más celo y fe en tu pueblo aquí, para andar a tu honor.

¡Avívanos, Señor etc.

156.            Cántico 156

Cántico 156 estrofa 1

En mis angustias me ayuda Jesús,

Sobre mi alma derrama su luz;

Todos los días consuelo me da:

Cada momento conmigo Él está.

Coro

Cada momento me guardas, Señor,

Cada momento en gracia y amor,

Vida abundante yo tengo en Ti,

En Ti yo vivo y Tú vives en mí.

Cántico 156 estrofa 2

Yo acudo al trono de gracia con fe,

Oye mi voz y mis lágrimas ve,

Cristo Jesús en el cielo y allí,

Cada momento se acuerda de mí.

Cada momento me guardas, Señor, etc.

Cántico 156 estrofa 3

Cristo es mi roca, mi libertador,

Él es mi escudo, mi gran defensor;

En días de lucha a Él miraré

Cada momento, y salvo seré.

Cada momento me guardas, Señor, etc.

157.            Cántico 157

Cántico 157 estrofa 1

Concédenos, Jesús, poder

Y gracia para comprender cuán dulce es amar,

Danos tu luz y tu verdad;

Del cielo la felicidad haznos aquí gozar.

Cántico 157 estrofa 2

Despierta en nos la santa sed

De conocerte a Ti, Señor; sintamos la virtud

De tu perfecta salvación,

Que goce nuestro corazón de amor la plenitud.

Cántico 157 estrofa 3

¡Oh santifícanos, Señor!

Llena nuestra alma de tu amor, tu voz haznos oír;

Tu dulce rostro contemplar,

Tus perfecciones admirar, ¡y para Ti vivir!

158.            Cántico 158

Cántico 158 estrofa 1

Más de Jesús quiero aprender,

Más de su gracia conocer,

Más del amor con que me amó

Y del sentir que lo llenó.

Coro

Más cerca ¡oh Jesús!, cerca de tu cruz;

Más de tu faz el esplendor,

Más de Ti mismo ¡oh Salvador!

Cántico 158 estrofa 2

Más de Jesús anhelo ver,

Más de su hermoso parecer,

Más de sus dones recibir

Y con los otros compartir.

Más cerca ¡oh Jesús!, cerca de tu cruz etc.

Cántico 158 estrofa 3

Más de Jesús quisiera hablar,

Más de su Palabra escuchar,

Más de su grande abnegación

Y de su tierna compasión.

Más cerca ¡oh Jesús!, cerca de tu cruz etc.

159.            Cántico 159

Cántico 159 estrofa 1

¡Te necesito ya! Bendito Salvador,

Me infunde dulce paz tu tierna voz de amor;

Gozar la buena parte, sentarme aquí a tus pies,

Sombra y árbol de vida, me das todo a la vez.

Cántico 159 estrofa 2

¡Te necesito ya! Jesús mi ayudador,

Contigo venceré al mal y al Tentador;

Tu mano fuerte extiendes, por ella he de triunfar;

El mar es senda firme junto a Ti al andar.

Cántico 159 estrofa 3

¡Te necesito ya! Tu santa voluntad

Y tus promesas mil en mí cumple en verdad;

Mientras aquí bogando, por mí orando estás;

Susurras a mi alma: «Aquí estoy con mi paz».

Cántico 159 estrofa 4

¡Te necesito ya! Amigo y Redentor,

Tuyo hazme nada más y siempre vencedor;

Aunque es oscuro el valle, siguiendo con la cruz,

Estás y simpatizas ¡oh divino Jesús!

160.            Cántico 160

Cántico 160 estrofa 1

Divina Luz, con tu esplendor benigno, guarda mi pie;

Densa es la noche y áspero el camino, mi guía sé;

Harto distante de mi hogar estoy,

Que al dulce hogar de las alturas voy.

Cántico 160 estrofa 2

Amargos tiempos hubo en que tu gracia no supliqué,

De mi valor confiando en la eficacia, no tuve fe;

Mas hoy deploro aquella ceguedad,

Dame, oh Jesús, tu grata claridad.

Cántico 160 estrofa 3

Guiando Tú, la noche es esplendente, y cruzaré

El valle, el monte, el risco, el torrente con firme pie;

Hasta que empiece el día a despuntar,

Y entre al abrigo de mi dulce hogar.

161.            Cántico 161

Cántico 161 estrofa 1

Hoy escudriña ¡oh Dios! mi corazón,

En lo secreto tu mirada pon;

Todo lo malo quita en tu bondad,

Concédeme completa libertad.

Cántico 161 estrofa 2

Mi corazón entero toma ¡oh Dios!

Mi vida llena de tu inmenso amor ;

Todo egoísmo, orgullo y vanidad

Quita, y se cumpla en mí tu voluntad.

Cántico 161 estrofa 3

Manda, Señor, avivamiento aquí,

Por el Espíritu trabaja en mí ;

Supla tu amor mi gran necesidad

De fe, de esperanza y caridad.

Cántico 161 estrofa 4

¡Oh Dios! Te alabo que ya tuyo soy,

En Cristo estoy y Él en mí mora ya ;

Que el fuego tuyo me haga arder por Ti,

Sea tu nombre engrandecido en mí.

162.            Cántico 162

Cántico 162 estrofa 1

Por nos Señor del cielo descendiste,

Del Padre Dios mostraste la verdad;

Y en bien del hombre solo Tú cumpliste

De Él la buena y santa voluntad.

Cántico 162 estrofa 2

Haz, ¡oh Jesús! que siempre nos amemos,

Tu buen olor llevando por doquier;

De tu sentir la gracia en nos probemos,

Obrando Tú el querer y el hacer.

Cántico 162 estrofa 3

Nos des también, cual fieles mensajeros,

Sabios, sencillos, firmes a la vez,

La gracia ¡oh Dios!, siendo tus herederos,

Servirte aquí de amor y sin doblez.

Cántico 162 estrofa 4

Haz ¡oh Señor! que toda criatura

Del Evangelio sepa la virtud,

Haz que tu grey lo anuncie mientras dura

Para este mundo el día de salud.

163.            Cántico 163

Cántico 163 estrofa 1

Manantial de vida eterna y de toda bendición,

Ensalzar tu gracia tierna, debe cada corazón;

Tu piedad inagotable, abundante en perdonar,

Jesús, Señor adorable, gloria a Ti debemos dar.

Cántico 163 estrofa 2

De los cánticos celestes te quisiéramos cantar,

Entonados por las huestes que lograste rescatar;

Almas que a buscar viniste porque les tuviste amor,

De ellas te compadeciste hasta darte en cruz, Señor.

Cántico 163 estrofa 3

Toma nuestros corazones, llénalos de tu verdad,

De tu Espíritu los dones y de toda santidad;

Guíanos en obediencia, humildad, amor y fe;

Nos ampare tu clemencia, ¡oh Señor!, propicio sé.

164.            Cántico 164

Cántico 164 estrofa 1

¡Trabajad, trabajad! Somos siervos de Dios,

Seguiremos la senda del Maestro en pos;

Renovadas las fuerzas con bienes que da,

Su mensaje real publicado será.

Coro:

¡Trabajad, trabajad! ¡Esperad y velad!

¡Confiad, siempre orad!

¡Que el Maestro pronto volverá!

Cántico 164 estrofa 2

¡Trabajad, trabajad! Hay que dar de comer

Al que el pan de la vida desea tener;

Hay enfermos que irán a los pies del Señor

Al saber que de balde los sana su amor.

¡Trabajad, trabajad! Etc.

Cántico 164 estrofa 3

¡Trabajad, trabajad! Fortaleza pedid;

Al reinado del mal con valor combatid,

Conducid los cautivos al Libertador,

Y decid que de balde redime su amor.

¡Trabajad, trabajad! Etc.

165.            Cántico 165

Cántico 165 estrofa 1

Seguid a Jesús, andad en su luz,

Sed fieles a Cristo el Señor;

Servidle de amor, luchad con valor,

¡Sed fieles a Cristo el Señor! (bis)

Su gracia abundante jamás faltará;

Su brazo potente os defenderá:

¡Sed fieles a Cristo el Señor!

Cántico 165 estrofa 2

Tentados seréis, conflictos tendréis;

Sed fieles a Cristo el Señor;

A vuestro favor es Intercesor,

¡Sed fieles a Cristo el Señor! (bis)

Su gracia abundante jamás faltará;

Su brazo potente os defenderá:

¡Sed fieles a Cristo el Señor!

Cántico 165 estrofa 3

Por la fe a luchar, oíd el llamar,

Sed fieles a Cristo el Señor;

Os sustentará, el triunfo os dará,

¡Sed fieles a Cristo el Señor! (bis)

Su gracia abundante jamás faltará;

Su brazo potente os defenderá:

¡Sed fieles a Cristo el Señor!

166.            Cántico 166

Cántico 166 estrofa 1

Omnipotente Padre Dios

Danos la fe del Vencedor,

Que de los fieles fue sostén

En los momentos de dolor;

De nuestra vida en el vaivén

¡Sea nuestra ancla aquella fe!

Cántico 166 estrofa 2

Danos la fe que dio poder

A los soldados de la cruz,

Que hasta la muerte por vencer,

Firmes, marcharon por Jesús;

Fe de los fieles, pura fe,

¡De nuestra vida el ancla sé!

Cántico 166 estrofa 3

Danos la fe que dé valor

Para enfrentarnos con el mal,

Que al mundo entero ejemplos dio

De sacrificio y lealtad;

Fe de los fieles, viva fe,

¡De nuestra vida el ancla sé!

167.            Cántico 167

Cántico 167 estrofa 1

¡Más que vencer! Tal es nuestra divisa,

Del Evangelio tal es el pendón;

Para la fe no hay batalla indecisa,

Para el cristiano hay cabal salvación.

Cántico 167 estrofa 2

Nuestro Señor ya salió victorioso,

En el Calvario su triunfo se ve;

Todos sigamos al Jefe glorioso,

Nuestra mirada en Jesús fija esté.

Cántico 167 estrofa 3

Con Él sufriendo, con Él reinaremos,

No nos arredra del mundo el furor,

Buen testimonio de Cristo daremos,

Nuestra esperanza es el fiel Salvador.

Cántico 167 estrofa 4

Hermanos, creed que un poder invisible

Nos comunica el Señor por su cruz,

Tomémosla cual un arma invencible

Para triunfar en nombre de Jesús.

168.            Cántico 168

Cántico 168 estrofa 1

Abre mis ojos, oh Señor para que vea tu esplendor,

Une a mi fe, ciencia y virtud, derrama en mí tu plenitud;

En paz tu luz esperaré y tu amor comprenderé,

Abre mis ojos, dame en raudal luz celestial.

Cántico 168 estrofa 2

Abre mi mente a tu verdad, hazme oír con claridad

Del Padre la revelación y conocer su corazón;

En paz tu voz escucharé y tu amor disfrutaré,

Abre mis ojos, dame en raudal luz celestial.

Cántico 168 estrofa 3

Abre mi boca, oh Señor, para cantarte mi loor,

Y tu mensaje proclamar que vida al hombre puede dar;

Tu paz, tu gracia anunciaré y tu amor proclamaré;

Abre mis ojos, dame en raudal luz celestial.

169.            Cántico 169

Cántico 169 estrofa 1

¡Despertad, despertad, oh cristianos!

Vuestro sueño funesto dejad;

Que el cruel enemigo os acecha,

Y cautivos os quiere llevar.

¡Despertad! Las tinieblas pasaron,

De la noche no sois hijos ya,

Que lo sois de la luz y del día

Y tenéis el deber de luchar.

Cántico 169 estrofa 2

¡Despertad, y bruñid vuestras armas!

Vuestros lomos ceñid de verdad;

Y calzad vuestros pies, aprestados

Con el grato Evangelio de paz.

¡Basta ya de profundas tinieblas,

Basta ya de pereza mortal!

Revestid, revestid vuestro pecho

Con la cota de fe y caridad.

Cántico 169 estrofa 3

La gloriosa armadura de Cristo

Acudid con anhelo a tomar;

Confiando en que el dardo enemigo

No la puede romper ni pasar.

¡Oh cristianos antorcha del mundo!

De esperanza el yelmo tomad,

Embrazad de la fe el escudo

Y sin miedo corred a luchar.

Cántico 169 estrofa 4

No temáis, pues de Dios revestidos,

¿Qué enemigo venceros podrá

Si tomáis por espada la Biblia

La Palabra del Dios de verdad?

En la cruz hallaréis la bandera

En Jesús hallaréis el Señor;

En el cielo obtendréis la corona,

La victoria en su gracia os dará.

170.            Cántico 170

Cántico 170 estrofa 1

¡En pos del Maestro, no importa sufrir!

Aunque haya enemigos, tropiezos sin fin;

Si estrecha es la ruta ¡no retroceder!

Siguiendo al Maestro podremos vencer.

Coro:

Prosigamos decididos,

Escudados por la fe,

A las órdenes del Cristo

Que nos guía con su santa ley.

Cántico 170 estrofa 2

¡En pos del Maestro, por todo lugar!

Lo mismo en peligros que en la adversidad;

Si oscura es la senda, ¡tengamos valor!

Su rostro glorioso nos da resplandor.

Prosigamos decididos, etc.

Cántico 170 estrofa 3

¡En pos del Maestro, sin vacilación!

Su voz acatemos con resolución;

Estemos alerta en contra del mal

Y grandes victorias Jesús nos dará.

Prosigamos decididos, etc.

171.            Cántico 171

Cántico 171 estrofa 1

Gozaos en el Señor, que todo bien os da,

Pues Él por vosotros está;

Redimidos por su sangre, ¿de qué tenéis temor?

Siendo Jesús el Redentor.

Coro:

Si Dios es por nosotros,

Y en el Hijo escogidos,

Por siempre bendecidos;

¿Quién será en contra, quién?, ¿quién?, ¿quién?

¿Quién será en contra de nosotros?

Cántico 171 estrofa 2

Sed fuertes en el Señor, ceñidos de poder,

Sin Él nada podéis hacer;

Aunque vengan tentaciones, sed firmes para el bien

Y Cristo os dará sostén.

Si Dios es por nosotros, etc.

Cántico 171 estrofa 3

Confiad siempre en el Señor, que su promesa es fiel,

Constante y segura cual Él;

Pues así lo ha dicho Dios: aun la tierra pasará

Mas mi palabra quedará.

Si Dios es por nosotros, etc.

172.            Cántico 172

Cántico 172 estrofa 1

Tú, de la Iglesia celestial Cabeza,

De tus amados divinal Señor;

Sobre tus siervos abre con largueza

Raudales puros de tu inmenso amor.

Cántico 172 estrofa 2

Ellos al mundo tus preciados dones

Publicarán, proclamarán salud;

Dales tu gracia, da a sus corazones

Por ornamento santa rectitud.

Cántico 172 estrofa 3

Cuando a los tuyos con amor enseñen

De tu Evangelio celestial verdad,

Su ministerio santo desempeñen,

Ardiendo el pecho en férvida piedad.

Cántico 172 estrofa 4

Sabiduría, mansedumbre y celo

De Ti reciban y sagrada unción,

De salvar almas incansable anhelo

Y el estimable don de la oración.

173.            Cántico 173

Cántico 173 estrofa 1

Hay corazones a tu alrededor,

Tristes, cansados, sin paz;

Dales consuelo que alivia el dolor,

Torna su llanto en solaz.

Coro:

Hazme una fuente de bendiciones

Y que fulgure Cristo en mí;

Hazme un testigo, te ruego, Señor,

Y un fiel obrero de mi Salvador.

Cántico 173 estrofa 2

Cuenta la historia de Cristo y su amor,

Y de su cruz el poder;

Muestra en tu vida que tu Redentor

Ha transformado tu ser.

Hazme una fuente de bendiciones etc.

Cántico 173 estrofa 3

Pon de tu fe la virtud en acción,

Ama cual Cristo te amó;

Sé fiel y emplea en tu santa misión

El don que el cielo te dio.

Hazme una fuente de bendiciones etc.

174.            Cántico 174

Cántico 174 estrofa 1

La Palabra del Señor predicad, predicad;

Con anhelo y oración, predicad.

Ante el mundo burlador

Sed testigos de su amor;

El poder del Salvador, predicad.

Cántico 174 estrofa 2

El ejemplo del Señor imitad, imitad;

Su humildad y tierno amor, imitad.

Su constancia en la oración,

Su paciencia en la aflicción,

Su bondad y compasión, imitad.

Cántico 174 estrofa 3

La venida del Señor esperad, esperad;

El Maestro no tardará, esperad.

Como siervos del gran Rey

Trabajad con celo y fe,

Sirviendo a su amada grey, esperad.

175.            Cántico 175

Cántico 175 estrofa 1

Brille o no el sol, verano o invierno sea,

Recorre la montaña, el soto, el llano;

Cual Jesús, la Palabra en Galilea,

Sembrar es tu misión si eres cristiano. (bis)

Cántico 175 estrofa 2

Pues siembra doquiera la verdad divina,

Siémbrala ora en calma, ora en dolores;

Que al soplo del Espíritu germina

Planta que al cielo da frutos y flores. (bis)

Cántico 175 estrofa 3

Deja en roca estéril caer pues el grano;

Esparce allí sin miedo la dulzura;

Que en el granito del orgullo humano,

Suele hallar la gracia una hendidura. (bis)

Cántico 175 estrofa 4

En región de dudas, de llantos, de penas,

Do no alcanza del sol la luz, la llama;

Esparce la semilla a manos llenas,

De Dios la vida y paz siempre derrama. (bis)

Cántico 175 estrofa 5

No importa, ¡oh no!, que el labrador sucumba

Antes que la simiente rompa el suelo;

Que al despertar del sueño de la tumba

Su mies guardada encontrará en el cielo. (bis)

176.            Cántico 176

Cántico 176 estrofa 1

Del santo amor de Cristo que no tendrá su igual,

De su divina gracia sublime y eternal,

De su misericordia, inmensa como el mar

Y cual los cielos alta, su gloria he de cantar.

Coro:

El amor de mi Jesús se engrandece en la cruz;

Rico e inefable, nada es comparable

Al amor de mi Jesús.

Cántico 176 estrofa 2

Cuando Él vivió en el mundo la gente le siguió,

Y todas sus angustias en Él depositó,

Entonces bondadoso, su amor brotó en raudal

Incontenible, inmenso, sanando todo mal.

El amor de mi Jesús se engrandece en la cruz; etc.

Cántico 176 estrofa 3

Él puso en las pupilas del ciego nueva luz,

La eterna luz de vida que centellea en la cruz,

Y dio a las almas todas la gloria de su Ser

Al impartir su gracia, su Espíritu y poder.

El amor de mi Jesús se engrandece en la cruz; etc.

177.            Cántico 177

Cántico 177 estrofa 1

Cristiano, alaba a tu Señor,

Proclama sus bondades,

Anuncia a todos su favor,

Su gracia y sus verdades.


Coro:

Alaba, siempre, alaba al Salvador,

Canta, ¡oh canta la historia de su amor!

Cántico 177 estrofa 2

La buena nueva de salud

Declara al angustiado,

Ensalza siempre la virtud

De Aquel que te ha salvado.

Alaba, siempre, alaba al Salvador, etc.

Cántico 177 estrofa 3

Con fe, constancia y gran valor

Sé siempre buen testigo,

No te avergüences del Señor,

Que en cruz por ti ha sufrido.

Alaba, siempre, alaba al Salvador, etc.

7. Sexta parte: “Estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor... El morir es ganancia...”

178.            Cántico 178

Cántico 178 estrofa 1

Ved que acercándose el día va

En que el Señor en su gloria vendrá,

A recoger en su alfolí,

Lo que sembramos en tanto aquí:

Coro:

Él su fruto recogerá, sí, su fruto recogerá.

Vamos sembrando con vivo amor

Dulces palabras de nuestro Señor;

Siempre obrando con celo y con fe

Para que rica cosecha nos dé.

Cántico 178 estrofa 2

Entre zarzales podrá caer

Cierta semilla y no florecer,

Mas el Señor a segar vendrá,

Y su buen fruto recogerá:

Él su fruto recogerá etc.

Cántico 178 estrofa 3

Muy largo tiempo podrá pasar

Antes de ver su semilla brotar,

Mas ciertamente el Señor vendrá,

Y su buen fruto recogerá:

Él su fruto recogerá etc.

Cántico 178 estrofa 4

En todo tiempo, sin desmayar

Vamos sembrando y orando a la par,

Pues prestamente el Señor vendrá,

Y su buen fruto recogerá:

Él su fruto recogerá etc.

179.            Cántico 179

Cántico 179 estrofa 1

¡Redentor, oh qué belleza en tal título se ve!

Cristo sólo, con certeza, digno de llevarlo fue;

¡Redentor, Redentor! Es tu gracia sin igual.

Cántico 179 estrofa 2

En miseria sumergido, de Satán esclavo fui,

Tú escuchaste mi gemido, cuando sin valor me vi;

¡Redentor, Redentor! Tú te diste por mi mal.

Cántico 179 estrofa 3

Tú me das ¡oh excelsa gracia! Tu justicia y perfección,

Por tu sangre la eficacia tengo plena salvación;

¡Redentor, Redentor! ¡Qué alegría celestial!

Cántico 179 estrofa 4

Cuando a tu celeste gloria al final he de llegar,

Y con himnos de victoria tus loores entonar;

¡Redentor, Redentor! ¡Qué alegría eternal!

180.            Cántico 180

Cántico 180 estrofa 1

El tiempo va pasando, no tarda en alborear

El día suspirado de verme en mi hogar.

No quiero detenerme, sino que por su amor,

Anhelo ver en gloria a Jesús mi Señor.

Cántico 180 estrofa 2

Cristo es la rica fuente de gracia y dulce paz,

Por Él mi alma ansiosa, anhela ver su faz;

Su dulce refrigerio conoceré mejor,

Estando allí en gloria con Jesús mi Señor.

Cántico 180 estrofa 3

Con gran ternura y juicio mi senda aquí trazó;

Y en todos mis dolores su amor me consoló;

Su mano bondadosa, su amante corazón,

Me dan lugar en gloria y en los labios canción.

Cántico 180 estrofa 4

Yo soy de mi Amado, y Él es mi Señor;

Me trae a su presencia con lazos de amor;

Mas s�ólo es su obra que allí me da lugar,

Para en celeste gloria a mi Señor loar.

181.            Cántico 181

Cántico 181 estrofa 1

A dulces remansos de dicha sin par,

Jesús a los suyos guiará;

Los hace felices allí reposar,

Jesús a los suyos guiará.

Coro:

En alegrías o en el dolor,

En las penurias, en ruda labor,

Dios nos promete su fiel protección;

En todo tiempo y en toda ocasión.

Cántico 181 estrofa 2

Alturas sublimes sus ojos verán,

Jesús a los suyos guiará;

En valles oscuros o nieblas de afán,

Jesús a los suyos guiará.

En alegrías o en el dolor, etc.

Cántico 181 estrofa 3

En hondas tristezas o lucha tenaz,

Jesús a los suyos guiará;

Su gracia bendita prodiga la paz,

Jesús a los suyos guiará.

En alegrías o en el dolor, etc.

Cántico 181 estrofa 4

De inmundo pecado los apartará,

Jesús a los suyos guiará;

A eternas mansiones los transportará,

Jesús a los suyos guiará.

En alegrías o en el dolor, etc.

182.            Cántico 182

Cántico 182 estrofa 1

¡Amor del Salvador! De Dios eterna fuente,

Do aquí pruebo el poder, y su vida y su frescor;

Su cristal ¿quién turbar podrá? Es tu bondad suficiente;

Siempre yo gozaré tu belleza esplendente:

¡Amor de mi Señor, amor de mi Señor!

Cántico 182 estrofa 2

¡Amor del Salvador! Vive a tus pies mi alma,

Por tu cruz le diste paz, le quitaste su temor;

Es tu faz todo para mí, de fervor tu voz me inflama;

Todo lo puedo en Ti, en dolor das tu calma:

¡Amor de mi Señor, amor de mi Señor!

Cántico 182 estrofa 3

¡Amor del Salvador! Te veré en luz triunfando,

Propia prenda de tu cruz, de mi dicha el Autor;

Junto al Padre pronto al estar de mi viaje al fin llegando,

Por siempre unido a Ti, también por Ti alabando:

Tu amor ¡oh mi Señor!, tu amor ¡oh mi Señor!

183.            Cántico 183

Cántico 183 estrofa 1

La débil cuerda cederá

Y no, cual hoy, cantar podré,

Mas ¡oh qué gozo al despertar

En el palacio de mi Rey!

Coro:

Y cara a cara le veré y allá la historia contaré,

De cómo me dio mi Jesús la vida eterna en la cruz.

Cántico 183 estrofa 2

Mi casa frágil caerá

El cuándo no podré decir,

Mas sé que Él preparó ya

Morada eterna para mí.

Y cara a cara le veré, etc.

Cántico 183 estrofa 3

El áureo sol al descender

En bello día he de aguardar,

Concluidos ya siembra y labor,

El gozo que el Maestro ha de dar.

Y cara a cara le veré, etc.

Cántico 183 estrofa 4

Mi alma espera su llamar

Y hasta entonces velaré;

La puerta luego Él abrirá,

Y en sus mansiones entraré.

Y cara a cara le veré, etc.

184.            Cántico 184

Cántico 184 estrofa 1

Al alcanzar de la fe el blanco,

Premio de un constante luchar,

Para la gloria al fin gozando

Y ante Ti, Señor estar;

Coro:

Entonces sí, sabré mejor

Lo que te debo por tu amor.

Cántico 184 estrofa 2

Allí entraré, por gracia acepto,

Allí me esperas en tu luz;

«Ven, me dijiste, el cielo abierto

Está, lo abrí por ti en la cruz»;

Entonces sí, etc.

Cántico 184 estrofa 3

Al entonar los dulces himnos

Que de su amor te cantará

La Iglesia en gloria y de hinojos,

El cielo entero adorará;

Entonces sí, etc.

Cántico 184 estrofa 4

Me abriste ya sendas de vida,

Del polvo harás cuerpo inmortal;

Será tu faz plena alegría,

Servirte, un gozo sin igual.

Entonces sí, etc.

Cántico 184 estrofa 5

Ya tuyo soy, Tú me salvaste,

Todo por gracia y don de fe;

Por Ti yo viva y Tú me bastes

Mientras aquí en el mundo esté:

Entonces sí, podré mejor

Mostrar lo que hizo tu amor.

185.            Cántico 185

Cántico 185 estrofa 1

En presencia estar de Cristo,

Ver su rostro ¿qué será,

Cuando al fin en plena gloria

Mi alma le contemplará?

Coro:

En tu gran magnificencia,

Te he de ver ¡oh Salvador!

Y por gracia en tu presencia

Loaré tu eterno amor.

Cántico 185 estrofa 2

Tu gloria aquí fue velada

Con sangre y con el llorar,

Mas pronto el Resucitado

Su belleza ha de mostrar.

En tu gran magnificencia, etc.

Cántico 185 estrofa 3

¡Con qué inefables delicias

Tu mirada puesta en mí,

Me dirá con tus heridas:

«Yo morí también por ti»!

En tu gran magnificencia, etc.

Cántico 185 estrofa 4

¡Cuánto gozo habrá con Cristo

Cuando no haya más dolor,

Cuando a la fe y la esperanza

Las reemplace el Señor!

En tu gran magnificencia, etc.

186.            Cántico 186

Cántico 186 estrofa 1

El dormir en Jesús es cesar

El trabajo, cesar de gemir;

Es con Cristo Jesús reposar

Y empezar sin dolor a vivir.

Coro:

A vivir con Jesús al palacio de Dios llegaré;

Rodeado de luz, y su amor junto a Él gozaré.

Cántico 186 estrofa 2

¿Es morir hacia Cristo volar?

¿Es morir hasta el cielo subir?

¿Es morir con Jesús habitar?

¿Es morir empezar a vivir?

A vivir con Jesús, etc.

Cántico 186 estrofa 3

Es sentir una dicha sin par,

Es llegar a los brazos de Dios,

Es la célica brisa aspirar,

Es beber en la fuente de amor.

A vivir con Jesús, etc.

187.            Cántico 187

Cántico 187 estrofa 1

Pronto Jesús de los cielos vendrá,

Dulce es pensarlo y gran gozo nos da;

Transformarános su rostro al ver,

Esta es la meta al fin del correr.

Coro:

Nos cambiará, nos cambiará

Al ver de Él la gloriosa faz,

Nos cambiará, nos cambiará

Al ver de Él la faz.

Cántico 187 estrofa 2

Los separados unidos serán,

No más ausentes de Cristo estarán;

A los que duermen resucitará,

Y a su imagen Él los cambiará.

Nos cambiará, etc.

Cántico 187 estrofa 3

Obscuras nubes Él disipará,

Noche en día Él transformará,

Las tempestades Él ha de cambiar

En dulce calma, el llanto en cantar.

Nos cambiará, etc.

Cántico 187 estrofa 4

Él hará fuerte lo débil al fin,

Todo perfecto lo que ahora es ruin;

Y por tristeza su gozo dará,

Consigo en gloria a su Iglesia tendrá.

Nos cambiará, etc.

188.            Cántico 188

Cántico 188 estrofa 1

Eternidad, ¡qué inmensa serás!

Eternidad, ¿algún fin tendrás?

¡Oh! Dime dónde yo iré,

¿Qué suerte allí encontraré?

Feliz o triste, ¿cuál será?

¡La Eternidad se acerca ya!

Cántico 188 estrofa 2

Eternidad, tu cuenta al sumar,

Eternidad, ¿con qué has de pagar

Las horas del carnal placer,

Las obras que dejé de hacer?

Pesar o gozo ¿cuál será?

¡La Eternidad se acerca ya!

Cántico 188 estrofa 3

Señor Jesús, ¡potente fiador!

Señor Jesús, ¡veraz Salvador!

La vida diste Tú por mí,

Mi espíritu halla paz en Ti,

La entrada al cielo Tú me das:

¡La Eternidad no espanta ya!

Cántico 188 estrofa 4

Eternidad, ¡supremo esplendor!

Eternidad, ¡cantares de amor!

Que corran siglos a su fin,

Que suene el último clarín,

¡Oh, ven Señor! Ven sin tardar,

La eterna dicha a los tuyos dar.


8. Octava parte: El hogar… “Que gobierne bien su casa… ¿Qué es vuestra vida? Ciertamente es neblina…”

189.            Cántico 189

Cántico 189 estrofa 1

Es la casa un paraíso cuando está el Señor;

Reina el gozo y la sonrisa, es hogar de amor;

Se combate toda insidia, se soporta el dolor,

Lo ajeno no se envidia cuando está el Señor;

¡El Señor, el Señor!

Vive siempre la esperanza donde está el Señor.

Cántico 189 estrofa 2

En la casa hay bonanza mirando al Señor;

No se amengua la confianza ni el puro amor;

La concordia y el afecto son dos perlas de valor,

Allí tienen dulce efecto cuando está el Señor;

¡El Señor, el Señor!

Ella es templo de oraciones cuando está el Señor.

Cántico 189 estrofa 3

En la casa humilde techo encuentra el viador;

La bondad allí es un hecho cuando estás, Señor;

Reina fe en el Eterno, consuelo hay en el dolor,

No se siente el frío invierno junto a Ti Señor;

¡Sí Señor, sí Señor!

Allí del cielo los frutos cultiva el Señor.

Cántico 189 estrofa 4

Reina paz en la morada cuando hablas, Señor;

La tormenta es alejada todo inspira amor;

Tu Palabra en luz guiando la defiende del error;

Corazón y voz cantando cada nuevo albor;

¡Sí Señor, sí Señor!

Un rincón será del cielo si Tú estás, Señor. ¡Amén!

190.            Cántico 190

Cántico 190 estrofa 1

Como María en Betania junto a los pies del Señor,

Los que adoramos al Cristo, hoy escuchamos su voz;

¡Cuán placentero es mirarle, de corazón alabarle,

Vivificar nuestras almas en el fuego de su amor!

Coro:

¡Venid, sí, venid! ¡Orad, sí, orad!

Recibamos del Señor gozo, paz, poder;

Luchad por Jesús, hablad de su amor;

Sí ¡permitid del hogar la dicha siempre florecer!

Cántico 190 estrofa 2

En nuestro hogar cada día Huésped hagamos de honor

A Jesucristo y vivamos de su presencia al calor;

Hijos, esposos y hermanos, siempre por su luz cercados,

Trozo del cielo será nuestro hogar, gracias al Señor.

¡Venid, sí, venid! ¡Orad, sí, orad! etc.

Cántico 190 estrofa 3

¡Cuántos hogares indignos del dulce nombre de hogar!

¡Cuántos se ven desgarrados bajo el imperio del mal!

Quiere el Señor que les demos la vida que poseemos,

A esos que sufren llevemos la eterna felicidad.

¡Venid, sí, venid! ¡Orad, sí, orad! etc.

191.            Cántico 191

Cántico 191 estrofa 1

¡Bendita casa do te han recibido!

De todos el amante Salvador;

Do huésped moras sin igual querido

Y de las almas eres el Señor;

Do todos al redor de Ti se juntan,

Los ojos a Ti vuelven con afán,

Los labios por tus órdenes preguntan,

Las manos prontas a tu voz están.

Cántico 191 estrofa 2

¡Bendita casa donde la alegría!

Nunca de Ti se olvida, Amigo fiel

¡Bendita casa do tu simpatía

Mitiga de aflicción la amarga hiel!

Hasta que ya el trabajo aquí acabado,

Entremos libres de pecado y mal

Allá de donde el Padre te ha mandado,

En la mansión del goce celestial.

192.            Cántico 192

Cántico 192 estrofa 1

Dios eterno en tu presencia nuestros siglos horas son,

Y un segundo la existencia de la actual generación;

Mas el hombre que a tu lado quiere ya volar con fe,

En su curso prolongado lento el tiempo siempre ve.

Cántico 192 estrofa 2

Otro año ha fenecido que la vida ya acortó,

Y el descanso apetecido poco más nos acercó;

Gracias mil por tus mercedes, hoy nuestra alma, Dios te da,

Ya que todo Tú lo puedes, tu poder nos sostendrá.

Cántico 192 estrofa 3

Ven, protege las familias visitando cada hogar,

¡Oh Señor! Si nos auxilias, nada nos podrá faltar;

Doquier tus santos te ensalcen al servirte haciendo bien,

Que tu grande amor alaben por siempre en Cristo, ¡Amén!

193.            Cántico 193

Cántico 193 estrofa 1

Es solemne este momento,

Ya expirando el año está;

Raudo como el pensamiento, lo que resta pasará. (bis)

Cántico 193 estrofa 2

Débil soplo es la existencia,

Breve, efímera cual flor;

Y tan solo tiene ciencia quien da al tiempo su valor. (bis)

Cántico 193 estrofa 3

Nombre, fama, imperio, gloria…

Nada humano queda en pie;

Solo dura la victoria que se alcanza por la fe. (bis)

Cántico 193 estrofa 4

¡Necio el hombre que hallar quiere

Paz y bien del mundo en pos!

¡Ay del mísero que muere sin hallar su paz en Dios! (bis)

Cántico 193 estrofa 5

Por Jesús es bienvenida

La insondable eternidad.

Solo allí la vida es vida, esperad, velad y orad. (bis)

194.            Cántico 194

Cántico 194 estrofa 1

Medita que has perdido por siempre un año más,

Un año de tu vida que nunca volverá;

Sus horas han marchado llevándose al volar,

Las huellas del pecado que te han de condenar.

Cántico 194 estrofa 2

Medita que pasaron al mundo eternal,

Mil seres que empezaron contigo el año actual;

Son almas que abandonan la humana vanidad,

Son voces que pregonan cercana eternidad.

Cántico 194 estrofa 3

Medita que el Maestro, brindando salvación,

Mil veces a la puerta llamó del corazón;

Quizá la voz que hubiste así de rechazar

Por vez postrera insiste, cansada de llamar.

195.            Cántico 195

Cántico 195 estrofa 1

Al umbral del año, Cristo, Salvador,

Todos te ofrecemos cantos de amor;

Por tus bendiciones recibidas ya,

¡Cuántas alabanzas te debemos dar!

Coro:

Oye nuestro canto, Cristo, Salvador,

Gracias infinitas por tu gran amor. ¡Amén!

Cántico 195 estrofa 2

Todas nuestras faltas Tú conoces bien;

Todos los fracasos viste Tú también;

Redentor amante, cada corazón

Tu Palabra limpie, danos tu perdón.

Oye nuestro canto, Cristo, Salvador, etc.

Cántico 195 estrofa 3

Salvador divino, pues, conoces ya

Lo que nos espera en el mundo acá;

Toma nuestra mano, danos tu poder,

Hasta que tu rostro nos permitas ver.

Oye nuestro canto, Cristo, Salvador, etc.

196.            Cántico 196

Porque Él me amaba en cruz murió por mí;

Y porque Él me ama, Él intercede allí;

Juntos estaremos, por la eternidad,

Porque Él me ama a mí todo hace en su gran bondad.

9. Novena parte: “Los hermanos nos recibieron con gozo… Salió encomenda do a la gracia del Señor…”

197.            Cántico 197

Cántico 197 estrofa 1

¡Oh, cuán grato observar los hermanos,

Estrecharse en veraces abrazos!

Enlazados, alegres sus pechos,

Con los lazos de santa piedad;

Y de Cristo el amor a torrentes,

Descender a inundarles el alma,

Que en celeste y dulcísima calma,

Da consuelo y remedio a su mal.

Cántico 197 estrofa 2

Es cual óleo de vaso divino

Que se extiende de Aarón en la frente,

Cae luego impregnando el ambiente

Y las gotas perfuman sus pies;

Es rocío del alba brillante

Al caer de Sion en la cumbre,

Do de amor celestial a la lumbre

Se destila la gracia cual miel.

198.            Cántico 198

Cántico 198 estrofa 1

Nos da Dios el gran placer

De volvernos hoy a ver,

Nuestras manos otra vez estrechamos;

Se contenta el corazón

Ensanchándose de amor,

Todos de una voz a Dios, gracias damos.

Coro:

¡Bienvenido, bienvenido!

Los hermanos hoy aquí nos gozamos en decir:

¡Bienvenido, bienvenido!

Al volvernos a reunir: ¡bienvenido!

Cántico 198 estrofa 2

Hasta aquí Dios te ayudó,

Ni un momento te dejó,

Y a nosotros te volvió: ¡bienvenido!

El Señor te acompañó,

Su presencia te amparó,

Del peligro te guardó: ¡bienvenido!

¡Bienvenido, bienvenido! etc.

Cántico 198 estrofa 3

Dios nos guarde en este amor

Llenos de santo fervor,

Consagrados al Señor, le sirvamos;

En la eterna reunión

Do no habrá separación,

Ni tristeza ni aflicción: ¡bienvenido!

¡Bienvenido, bienvenido! etc.

199.            Cántico 199

El Señor te bendiga,

El Señor te bendiga y te guarde;

Alce a ti su faz gloriosa,

La luz pura de su gracia resplandezca en ti, en ti;

Tenga de ti compasión, te conceda la paz,

La victoria por Él. ¡Amén!

200.            Cántico 200

Cántico 200 estrofa 1

Dios os guarde en su santo amor;

Bajo sus alas os cubra,

De « maná » divino os surta,

Dios os guarde en su santo amor.

Coro:

En fraterno amor nos veremos

A los pies de nuestro Salvador;

Para nunca más separarnos,

Cual rebaño junto al gran Pastor.

Cántico 200 estrofa 2

Dios os guarde en su santo amor;

Del Peñasco el agua pura

Brote, y siempre en prueba dura

Sombra sea al pueblo luchador.

En fraterno amor nos veremos, etc.

Cántico 200 estrofa 3

Dios os guarde en su santo amor;

Si algún riesgo os acomete

Que en sus brazos os encuentre,

Firmes y confiando en el Señor

En fraterno amor nos veremos, etc.

Cántico 200 estrofa 4

Dios os guarde en su santo amor,

Que de Cristo la bandera

Cubra vuestra vida entera,

Siempre os guíe en pos del Vencedor.

En fraterno amor nos veremos, etc.

201.            Cántico 201

Cántico 201 estrofa 1

En tus afanes y en tu dolor,

Dios cuidará de ti;

Vive amparado en su inmenso amor,

Dios siempre te ama a ti.

Coro:

Dios cuidará de ti,

Y por doquier contigo irá;

Dios cuidará de ti:

¡Nada te faltará!

Cántico 201 estrofa 2

Si desfalleces en tu labor,

Dios cuidará de ti;

Si ves peligros en derredor,

Dios es tu amparo aquí.

Dios cuidará de ti, etc.

Cántico 201 estrofa 3

Nunca en la prueba sucumbirás,

Dios cuidará de ti;

En su regazo te apoyarás,

Dios es tu fuerza aquí.

Dios cuidará de ti, etc.

202.            Cántico 202

Cántico 202 estrofa 1

Amigos con placer nos vemos

En tiempo tan veloz,

Mas siempre llega el día triste

En que decir: «adiós».

Coro:

Jamás se dice «adiós» allá,

Jamás se dice «adiós»;

En el país de gozo y paz

Jamás se dice «adiós».

Cántico 202 estrofa 2

Cuán dulce es el consuelo dado

Por ellos al partir,

Que cuando venga Cristo en gloria

Nos hemos de reunir.

Jamás se dice «adiós» allá, etc.

Cántico 202 estrofa 3

Jamás habrá la despedida

Tan dolorosa aquí,

Mas grata unión y paz eterna

Se gozarán allí.

Jamás se dice «adiós» allá, etc.

10. Décima parte: Evangelisación: “A todos los sedientos, venid a las aguas...”

203.            Cántico 203

Cántico 203 estrofa 1

A Dios sea la gloria, al mundo Él dio

Al Hijo bendito que por nos murió;

Expió los pecados de quien en Él cree,

Abriónos la senda hacia Dios por la fe.

Coro:

¡Gloria a Dios, gloria a Dios! Que de tal modo amó

Al que lejos de Él en pecado se halló;

Venid por el Hijo al gran Dios Salvador

Y dadle la gloria por tan grande amor.

Cántico 203 estrofa 2

La sangre de Cristo la obra efectuó,

La vida, justicia y perdón alcanzó;

Si en Cristo confía el más vil pecador,

De eterna salud Dios le otorga el favor.

¡Gloria a Dios, gloria a Dios! Etc.

Cántico 203 estrofa 3

Inmensa la obra de Cristo en la cruz,

Enorme la culpa se ve por su luz;

Al mundo Él vino, su mal Él cargó,

Por nuestros pecados el Justo murió.

¡Gloria a Dios, gloria a Dios! Etc.

204.            Cántico 204

Cántico 204 estrofa 1

Guarda, ¿qué noticia das?

¿Qué promesa hay del Señor?

¡Oh! viajero, nuevas doy:

Sale el astro de fulgor.

Cántico 204 estrofa 2

Guarda, ¿trae su grata luz

Paz y gozo? Dínos fiel:

Sí, viajero, llega al fin

El gran día de Israel.

Cántico 204 estrofa 3

Guarda, ¿qué noticia das?

¿Ascendiendo el astro está?

Sí, viajero, su gran luz

Paz al mundo traerá.

Cántico 204 estrofa 4

Mas del juicio el clarín

Ya resuena, oh pecador;

De la gracia día es hoy,

Aún os llama el Salvador.

205.            Cántico 205

Cántico 205 estrofa 1

El mundo perdido en pecado se vio;

Jesús es la luz del mundo;

Mas en las tinieblas la Gloria brilló;

Jesús es la luz del mundo.

Coro:

Ven a la luz, no quieras perder

Gozo perfecto al amanecer;

Yo ciego fui, mas ya puedo ver;

Cántico 205 estrofa 2

Cual nieblas deshace del sol el calor;

Jesús es la luz del mundo.

Así toda duda disipa su amor;

Jesús es la luz del mundo.

Ven a la luz, no quieras perder etc.

Cántico 205 estrofa 3

¡Oh ciegos y presos del lóbrego error!,

Jesús es la luz del mundo;

Lavad vuestros ojos, venced el temor;

Jesús es la luz del mundo.

Ven a la luz, no quieras perder etc.

206.            Cántico 206

Cántico 206 estrofa 1

¡Llaman, llaman! ¿Quién va allá?

¡Abran, abran! ¿Quién será?

Soy un huésped muy hermoso,

En el mundo sin igual;

Mi semblante es cariñoso,

¿No podré pisar tu umbral?

Cántico 206 estrofa 2

¡Llaman, llaman! ¿Quién va allá?

¡Abran, abran! Aún está;

¡Oh qué puerta tan cerrada!

¡Cuán difícil es de abrir!

Mi vi - sita es despreciada,

¡No me quieres recibir!

Cántico 206 estrofa 3

¡Llaman, llaman! ¿Quién va allá?

¡Abran, abran! No se va,

«De rocío estoy bañado,

No me canso de esperar;

¡Ay del corazón helado,

Que me llegue a rechazar!»

Cántico 206 estrofa 4

¡Abro, abro, oh Señor!

Entra, entra, con tu amor

Tu paciencia me ha vencido,

Soy de corazón, de Ti;

Entra Tú y bienvenido,

Haz morada ahora en mí.

207.            Cántico 207

Cántico 207 estrofa 1

Del borde del abismo de la muerte, do estás,

Te llama Cristo hoy mismo por darte vida y paz;

A precio muy costoso nos redimió Jesús;

Su sangre, bondadoso, Él derramó en la cruz.

Coro:

¡Oh Dios! Enseña al hombre el Cristo a contemplar;

En Él tu amor mostraste, tu modo de salvar.

Cántico 207 estrofa 2

Condenación no existe, es Dios quien habla así,

Por las llagas de Cristo, pues que Él murió por ti;

Su sangre ya en el cielo a Dios hablando está;

Justicia y paz eterna por Cristo te dará.

¡Oh Dios! Enseña al hombre el Cristo a contemplar etc.

Cántico 207 estrofa 3

Ve cómo se arrepiente el pobre malhechor;

Escucha, que ya tiene la eterna salvación;

Jesús mismo lo expresa: «Yo te digo en verdad,

Que en la mansión de gloria, hoy conmigo estarás».

¡Oh Dios! Enseña al hombre el Cristo a contemplar etc.

Cántico 207 estrofa 4

Su cruento sacrificio hecho solo una vez,

Termina, y Jesús dice: «Ya consumado es».

Tembló el averno, y rota quedó la esclavitud;

Y recibió gozoso el hombre la salud.

¡Oh Dios! Enseña al hombre el Cristo a contemplar etc.

208.            Cántico 208

Cántico 208 estrofa 1

Con voz benigna te llama Jesús,

Invitación de puro amor;

¿Por qué le dejas en vano llamar?

¿Sordo serás, pecador?

Coro:

Hoy te convida, hoy te convida;

Voz bendecida, amiga, convídate hoy.

Cántico 208 estrofa 2

A los cansados convida Jesús,

Con compasión mira el dolor;

Echa tu carga a los pies de su cruz,

Ya la llevó el Salvador.

Hoy te convida, etc.

Cántico 208 estrofa 3

¿Siempre indeciso ante Dios estarás?

¡Tanto esperar, con tanto amor!

Hasta sus plantas ven, mísero, y trae

Tu tentación, tu dolor.

Hoy te convida, etc.

209.            Cántico 209

Cántico 209 estrofa 1

Salvador, a Ti acudo, Príncipe de amor,

Solo en Ti hay paz y vida, para el pecador.

Coro:

¡Cristo, Cristo, tierno Salvador!

Oye mi humilde ruego: ¡Sálvame, Señor!

Cántico 209 estrofa 2

Salvación y paz buscando, vengo a tu cruz;

En tu muerte esperando ¡sálvame Jesús!

¡Cristo, Cristo, tierno Salvador! Etc.

Cántico 209 estrofa 3

Son tus méritos la fuente de mi salvación;

En tu sangre yo encuentro vida y perdón.

¡Cristo, Cristo, tierno Salvador! Etc.

210.            Cántico 210

Cántico 210 estrofa 1

La tierna voz del Salvador

Nos habla conmovida;

Oíd al médico de amor,

Que da a los muertos vida.

Coro:

Nombre digno de alto honor,

Nombre del divino amor;

Nombre de mi Redentor:

¡Cristo, Jesucristo!

Cántico 210 estrofa 2

Contempla a Cristo ¡oh pecador!

Por ti en la cruz colgado;

Supremo don del Dios de amor,

Que entrega a su Hijo amado.

Nombre digno de alto honor, etc.

Cántico 210 estrofa 3

De tus pecados la expiación,

Jesús sufrió la herida;

Por tu rescate y tu perdón,

En cruz donó su vida.

Nombre digno de alto honor, etc.

Cántico 210 estrofa 4

Cordero santo, vengo a Ti,

Por Salvador te aclamo;

Tu dulce Nombre es para mí

La joya que más amo.

Nombre digno de alto honor, etc.

Cántico 210 estrofa 5

¡Oh Cristo amado, gloria a Ti!

Tu cruz selló tus dones;

Pon el amor que brilla allí

En nuestros corazones.

Nombre digno de alto honor, etc.

211.            Cántico 211

Cántico 211 estrofa 1

¿Quieres ser salvo de toda maldad?

Tan solo hay poder en mi Jesús.

¿Quieres vivir y gozar santidad?

Tan solo hay poder en la cruz.

Coro:

Hay poder, sí, sin igual poder

En Jesús que murió;

Hay poder, sí, sin igual poder

Por la sangre que vertió.

Cántico 211 estrofa 2

¿Quieres ser libre de orgullo y pasión?

Tan solo hay poder en mi Jesús.

¿Quieres vencer toda cruel tentación?

Tan solo hay poder en la cruz.

Hay poder, sí, sin igual poder etc.

Cántico 211 estrofa 3

¿Quieres ser puro, aceptable al Señor?

Tan solo hay poder en mi Jesús.

¿Quieres servir a Cristo el Dios de amor?

Tan solo hay poder en la cruz.

Hay poder, sí, sin igual poder etc.

212.            Cántico 212

Cántico 212 estrofa 1

Preste oídos el humano a la voz del Salvador;

Regocíjese el que siente el pecado abrumador;

Ya resuena el Evangelio de la tierra en ancha faz,

Y de gracia ofrece al hombre el perdón, consuelo y paz.

Cántico 212 estrofa 2

Vengan todos los que sufren, los que sienten hambre o sed,

Los que débiles se encuentran de este mundo a la merced;

En Jesús hay pronto auxilio, hay hartura y bienestar,

Hay salud y fortaleza, cual ninguno puede dar.

Cántico 212 estrofa 3

Vengan cuantos se acongojan por lograr con qué vestir,

Y a su afán tan solo rinden servidumbre hasta el morir.

Un vestido hay más precioso, blanco, puro y eternal;

Es Jesús quien da a las almas ese manto celestial.

Cántico 212 estrofa 4

¿Por qué en rumbo siempre incierto vuestra vida recorréis?

A Jesús venid, mortales, que muy cerca le tenéis;

Él es vida en tierra y cielo, y el exceso de su amor

Os mejora la presente y os reserva otra mejor.

213.            Cántico 213

Cántico 213 estrofa 1

Dios a su Hijo nos ha dado,

Lleno de gracia y amor;

Jesucristo se ha entregado

Para ser el Salvador.

Cántico 213 estrofa 2

¡Oh, qué amor tan grande y puro

Ya nos reveló Jesús!

Al sufrir el castigo duro,

Enclavado en una cruz.

Cántico 213 estrofa 3

Satisfecha la justicia,

Es librado el pecador;

Para él ya no hay más condena,

Goza de Dios el favor.

214.            Cántico 214

Cántico 214 estrofa 1

Un hombre llegóse de noche a Jesús,

Buscando la senda de vida y salud,

Y Cristo le dijo: si a Dios quieres ver,

Tendrás que renacer.

Coro:

Tendrás que renacer, tendrás que renacer,

De cierto, de cierto te digo a ti: tendrás que renacer.

Cántico 214 estrofa 2

Y tú si quisieras al cielo llegar

Y con los benditos allí descansar;

Si vida eternal tú quisieras tener,

Tendrás que renacer.

Tendrás que renacer etc.

Cántico 214 estrofa 3

¡Oh hombre, no debes jamás desechar

Palabras que Cristo dignóse hablar!

Porque si no quieres el alma perder,

Tendrás que renacer.

Tendrás que renacer etc.

215.            Cántico 215

Cántico 215 estrofa 1

¿Cómo puedes pecar sin temor contra Dios,

Echando en olvido su amor?

¿Cómo puedes vivir rechazando la voz

De Cristo, tu buen Salvador?

Coro:

El verano acabó, ya la siega pasó;

Y tenemos que ir y la cuenta rendir

Delante del trono de Dios.

Cántico 215 estrofa 2

¿Cómo puedes pensar que al infierno tú vas

Sin estremecerte de horror,

Sin pedir a tu Dios mientras haya lugar

Que tenga de ti compasión?

El verano acabó etc.

Cántico 215 estrofa 3

Cuando acabe el verano y llegue la mies,

La muerte a llevarte vendrá

Para ir a dar cuenta ante Cristo tu Juez,

Entonces no habrá salvación.

El verano acabó etc.

216.            Cántico 216

Cántico 216 estrofa 1

A Jesucristo ven sin tardar,

Que entre nosotros hoy Él está

Y te convida con dulce afán,

Tierno, diciendo ¡ven!

Coro:

¡Oh, cuán grata nuestra reunión!,

Cuando allá Señor, en tu mansión

Contigo estemos en comunión,

Gozando eterno bien.

Cántico 216 estrofa 2

Piensa que Él solo puede colmar

Tu triste pecho de gozo y paz,

Y porque anhela tu bienestar,

Vuelve a decirte ¡ven!

¡Oh, cuán grata nuestra reunión!, etc.

Cántico 216 estrofa 3

Su voz escucha sin vacilar

Y grato acepta lo que hoy te da,

Tal vez mañana no habrá lugar,

No te detengas ¡véen!

¡Oh, cuán grata nuestra reunión!, etc.

217.            Cántico 217

Cántico 217 estrofa 1

Mi Salvador en su bondad

Al mundo malo descendió,

Y de hondo abismo de maldad

Él mi alma levantó.

Seguridad me dio Jesús

Cuando su mano me tendió;

Estando en sombra, a plena luz,

En su bondad me levantó.

Cántico 217 estrofa 2

Tortura cruel sufrió Jesús

Cuando en la cruz por mí murió,

Tan solo así me dio salud

Y así me levantó.

Seguridad me dio Jesús

Cuando su mano me tendió;

Estando en sombra, a plena luz,

En su bondad me levantó.

Cántico 217 estrofa 3

Su voz constante resistí

Aunque Él, amante, me llamó;

Mas su palabra recibí,

Y fiel me levantó.

Seguridad me dio Jesús

Cuando su mano me tendió;

Estando en sombra, a plena luz,

En su bondad me levantó.

Cántico 217 estrofa 4

Que soy feliz, yo bien lo sé

Con esta vida que Él me dio;

Mas no comprendo aún por qué

Jesús me levantó.

Seguridad me dio Jesús

Cuando su mano me tendió;

Estando en sombra, a plena luz,

En su bondad me levantó.

218.            Cántico 218

Cántico 218 estrofa 1

He aquí que a la puerta estoy,

Quiero en tu corazón morar;

Mi voz escucha, pecador,

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

He aquí que a la puerta estoy,

He esperado mucho ya;

Di, alma llena de pesar,

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

Cántico 218 estrofa 2

Por ti la espina cruel sufrí,

Llevé la cruz sin vacilar;

Para salvarte yo morí.

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

He aquí que a la puerta estoy,

He esperado mucho ya;

Di, alma llena de pesar,

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

Cántico 218 estrofa 3

Te traigo gozo, luz, perdón,

Te traigo paz y bienestar;

¡Oh! Di, cuitado corazón,

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

He aquí que a la puerta estoy,

He esperado mucho ya;

Di, alma llena de pesar,

¿Podré yo entrar, podré yo entrar?

219.            Cántico 219

Cántico 219 estrofa 1

Venid a mí, el Salvador dice a los que tienen sed;

Venid y de la célica fuente de salvación bebed.

Coro:

Su voz os llama del cielo, ¿queréis a Cristo ir?

Su salvación, cual libre don, podréis hoy recibir.

Cántico 219 estrofa 2

Venid a mí, si andáis en trabajos, tendréis descanso así;

Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mí.

Su voz os llama del cielo, ¿queréis a Cristo ir? etc.

Cántico 219 estrofa 3

Jesús al corazón quebrantado jamás rechazará,

Mas ¡ay de quien no quiera oírle y en el pecado está!

Su voz os llama del cielo, ¿queréis a Cristo ir? Etc.

220.            Cántico 220

Cántico 220 estrofa 1

¡Oh, no rechaces la verdad!

Tus ojos hoy abre a la luz,

Renuncia a toda la maldad

Y ven a Jesús.

Coro:

¡Oh, ven sin tardar! (bis)

Acepta a Jesús y salvo serás!

Cántico 220 estrofa 2

Tus ojos ya, tal vez, el sol

No volverán a contemplar;

De salvación el día es hoy

¡Oh, ven sin tardar!

¡Oh, ven sin tardar! etc.

Cántico 220 estrofa 3

Jesús te ama ¡oh, pecador!

Por ti su sangre dio en la cruz,

Sus brazos te abre el Redentor,

¡Oh, ven a Jesús!

¡Oh, ven sin tardar! etc.

Cántico 220 estrofa 4

Jesús te tiene compasión,

¿Con qué su amor le pagarás?

Entrégale tu corazón

Y salvo serás.

¡Oh, ven sin tardar! Etc.

221.            Cántico 221

Cántico 221 estrofa 1

La mirada de fe al que ha muerto en la cruz,

Infalible la vida te da;

Mira pues, pecador, mira pronto a Jesús,

Y tu alma la vida hallará.

Coro:

Vé, vé, vé, a Jesús;

Que si miras con fe al que ha muerto en la cruz,

Al momento la vida tendrás.

Cántico 221 estrofa 2

Su penoso sufrir en la cruz, ¿qué valió

Si tus culpas no estaban allí?

¿Qué valió su morir, si tu deuda no fue

Con su sangre pagada por ti?

Vé, vé, vé, a Jesús etc.

Cántico 221 estrofa 3

Oye, pues, con placer el decreto de Dios

Que por gracia la vida te da;

¡Oh! Recibe con fe el mensaje de amor

Que te anuncia el perdón y la paz.

Vé, vé, vé, a Jesús etc.

222.            Cántico 222

Cántico 222 estrofa 1

Dios de tal manera al mundo amó

Que a su Hijo en la cruz nos dio,

Pues todo aquel que cree,

La vida eterna tiene en Él.

Coro:

¡Oh sí! Es una verdad,

Lo que prometió nuestro Dios

La creí, la probé y estoy cierto

Que es verdad lo que Él prometió.

Cántico 222 estrofa 2

Perdido era yo vagando doquier,

Esclavo de mi maldad,

Hasta que oyó feliz mi ser

Esta promesa eternal.

¡Oh sí! Es una verdad, etc.

Cántico 222 estrofa 3

El «todo aquel» de mi Salvador,

Confié que era para mí,

Y Él me lavó de mi maldad

Desde que en Él creí.

¡Oh sí! Es una verdad, etc.

223.            Cántico 223

Cántico 223 estrofa 1

¿Has hallado en Cristo al buen Salvador?

¿Eres salvo por la sangre de Jesús?

¿Por la fe descansas en el Redentor?

¿Eres salvo por la sangre de Jesús?

Coro:

Lávame, lávame

En tu sangre ¡oh Cordero de Dios!

Y con alma limpia me presentaré.

Cántico 223 estrofa 2

¿Vives siempre al lado de tu Salvador?

¿Eres salvo por la sangre de Jesús?

¿Del pecado eres siempre vencedor?

¿Eres salvo por la sangre de Jesús?

Lávame, lávame etc.

Cántico 223 estrofa 3

Si perdón y paz deseas, pecador,

Tu refugio es la sangre de Jesús;

Si librarte quieres de eternal dolor,

¡Oh, acude a la sangre de Jesús!

Lávame, lávame etc.

224.            Cántico 224

Cántico 224 estrofa 1

Por fe en Jesús, el Redentor,

Está salvado el pecador;

Sin merecer tan rico don,

Recibe plena salvación.

Coro:

¡Oh, excelsa gracia del amor

Que Dios perdona al pecador!

Si presto está a confesar

Sus culpas y en Jesús confiar;

No hay otro Autor de salvación,

Pues Cristo obró la redención.

Cántico 224 estrofa 2

La vida antigua ya pasó

Y todo nuevo se tornó,

Aquí cual peregrino es,

Hogar con Dios tendrá después.

¡Oh, excelsa gracia del amor! Etc.

Cántico 224 estrofa 3

En Cristo está su posición,

Es hecho nueva creación,

Acepto en el Amado está

Y sus cuidados gustará.

¡Oh, excelsa gracia del amor! Etc.

225.            Cántico 225

Cántico 225 estrofa 1

Ante Pilato Jesús está,

Todos los suyos se fueron ya;

Pregunta se oye y ¿qué será?

¿Qué harás tú con Cristo?

Coro:

¿Qué harás tú con Cristo?

No puedes ser neutral;

Pronto tendrás que decirte:

¿Conmigo qué hará Él?

Cántico 225 estrofa 2

Aun hoy a prueba está Jesús,

Puedes negarlo, dejar la luz;

Fiel puedes ser y tomar tu cruz

¿Qué harás tú con Cristo?

¿Qué harás tú con Cristo? Etc.

Cántico 225 estrofa 3

¿A Cristo quieres tú rechazar,

Cual Pilato tus manos lavar?

O ¿quieres tus culpas a Él contar?

¿Qué harás tú con Cristo?

¿Qué harás tú con Cristo? Etc.

226.            Cántico 226

Cántico 226 estrofa 1

La cruz sangrienta al contemplar

Do el Rey de gloria padeció,

Riquezas quiero despreciar

Y a la soberbia tengo horror.

Cántico 226 estrofa 2

Sus manos, su costado y pies

De sangre manaderos son;

Y las espinas de su sien,

Mi aleve culpa las clavó.

Cántico 226 estrofa 3

Cual vestidura regia allí

La sangre cubre al Salvador;

Y pues murió Jesús por mí,

Por Él al mundo muero yo.

Cántico 226 estrofa 4

¿Y qué podré yo darte a Ti

A cambio de tan grande don?

Es todo pobre, todo ruin,

Toma ¡oh Señor!, mi corazón.

227.            Cántico 227

Cántico 227 estrofa 1

¿Qué cimiento habrá sobre el cual fundar

Una casa que pueda soportar

Ruda tempestad que ha de venir

Y el débil edificio destruir?

Coro:

Sobre la peña mi casa está,

Firme sobre ella se quedará;

Tempestades la podrán batir,

Pero no podrán esa casa hundir.

Cántico 227 estrofa 2

¿Quién de arena su cimiento hará?

De mis obras ¿cuál me podrá salvar?

Pues al que en sus obras confiado esté,

De Jesús la sangre no le inspira fe.

Sobre la peña mi casa está, etc.

Cántico 227 estrofa 3

Mas el que profesa en Jesús confiar,

Esa fe por obras ha de mostrar;

Si el perdón grande es ¿qué será el amor

Que por Cristo siente el pobre pecador?

Sobre la peña mi casa está, etc.

228.            Cántico 228

Cántico 228 estrofa 1

Es palabra fiel y digna, que Jesús el Salvador

Ha venido al pobre mundo, a salvar al pecador.

Coro:

¡Mensaje tan glorioso!

Hoy yo proclamaré

La salvación eterna

En Cristo, por la fe.

Cántico 228 estrofa 2

Él ha consumado la obra por su sacrificio fiel,

Ahora el Padre satisfecho nos acepta solo en Él.

¡Mensaje tan glorioso! Etc.

Cántico 228 estrofa 3

De la muerte ya triunfante, en la gloria Él hoy está,

El Cordero fue inmolado, tus pecados limpiará.

¡Mensaje tan glorioso! Etc.

Cántico 228 estrofa 4

Mas el mismo Jesucristo que te quiere hoy salvar,

Llegará muy pronto en juicio y te puede condenar.

¡Mensaje tan glorioso! Etc.

229.            Cántico 229

Cántico 229 estrofa 1

De Dios la justicia inmutable,

Atestigua en su sangre Jesús;

Mas la gracia con ella se encuentra,

Ambas juntas se ven en la cruz.

Coro:

Cristo amante por tu sangre

Redimiste al pecador;

De justicia, por tu gracia

Lo reviste ante Dios.

Cántico 229 estrofa 2

El Dios santo condenó tu vida,

Oh culpable tu suerte es morir;

Mas la cruz a la vez te demuestra,

Cómo puede en su amor redimir.

Cristo amante por tu sangre etc.

Cántico 229 estrofa 3

Jesús de tu maldición cargado,

Muerte cruel por ti en cruz padeció;

A Dios el precio de tu alma ha dado,

Y la gracia sus brazos te abrió.

Cristo amante por tu sangre etc.

230.            Cántico 230

Cántico 230 estrofa 1

De mi tristeza y esclavitud,

Vengo, Jesús; vengo, Jesús,

A tu alegría y a tu virtud,

Me atraes, Jesús, a Ti.

De mi pobreza y enfermedad,

A tu salud y rica bondad;

A tu presencia de mi maldad,

Me atraes, Jesús, a Ti.

Cántico 230 estrofa 2

De mi flaqueza y falta de luz,

Vengo, Jesús; vengo, Jesús,

Al eminente bien de tu cruz,

Me atraes, Jesús, a Ti.

Del sufrimiento que es terrenal,

A ti, mi Médico celestial,

Para ser libre de todo mal,

Me atraes, Jesús, a Ti.

Cántico 230 estrofa 3

De mi soberbia y ansiedad,

Vengo, Jesús; vengo, Jesús,

Para morar en tu voluntad,

Me atraes, Jesús, a Ti,

De mi tristeza a tu gran amor,

A lo del cielo consolador,

Para por siempre darte loor,

Me atraes, Jesús, a Ti.

Cántico 230 estrofa 4

De ese terror que la tumba da,

Vengo, Jesús; vengo, Jesús,

A la alegría y luz de tu hogar,

Me atraes, Jesús, a Ti.

De la indecible profundidad,

A tu redil de tranquilidad,

A ver tu faz por la eternidad,

Me atraes, Jesús, a Ti.

231.            Cántico 231

Cántico 231 estrofa 1

De mi tierno Salvador cantaré el inmenso amor,

Gloriaréme en el favor de Jesús;

De tinieblas me llamó, de cadenas me libró,

De la muerte me salvó, mi Jesús.

Coro:

¡Mi Jesús, mi Jesús!

¡Cuán precioso es el nombre de Jesús!

Con su sangre me limpió, de su gozo me llenó.

De su vida me dotó, mi Jesús.

Cántico 231 estrofa 2

¡Oh qué triste condición del impío corazón!

Me salvó de perdición, mi Jesús;

Del pecado, el perdón; de la ruina, salvación;

Por tristeza, bendición; dio Jesús.

¡Mi Jesús, mi Jesús! Etc.

Cántico 231 estrofa 3

De lo falso a su verdad, de lo inmundo a santidad,

Ya me trajo la bondad de Jesús;

Hechos fuertes en virtud de su perennal salud;

¡Himnos dad de gratitud a Jesús!

¡Mi Jesús, mi Jesús! Etc.

232.            Cántico 232

Cántico 232 estrofa 1

Venid, pecadores, que Dios por su amor

Al cielo nos llama que es patria mejor;

Do nunca la aurora perdió su fulgor,

Do brilla la gloria del Dios Salvador.

Coro:

¡Sí, sí, venid! Hoy mismo acudid,

El cielo es del alma la patria mejor,

Allí son eternos la paz y el amor.

Cántico 232 estrofa 2

Trabajas y sufres aquí, pecador,

Y el pan de que comes regó tu sudor;

Mas Dios quiere darte, por suerte mejor,

Primicias celestes de eterno valor.

¡Sí, sí, venid! Etc.

Cántico 232 estrofa 3

Dejad, pecadores, aparte el dolor;

Que arriba en los cielos, el coro cantor

De espíritus puros proclaman Señor

A Cristo, Dios Hombre, nuestro Redentor.

¡Sí, sí, venid! Etc.

233.            Cántico 233

Cántico 233 estrofa 1

Cantaré la bella historia de Jesús mi Salvador,

Quien por mí dejó la gloria, y en la cruz se inmoló.

Coro:

Cantaré la bella historia de Jesús, mi Salvador;

Con los salvos en la gloria a Jesús daré loor.

Cántico 233 estrofa 2

Descarriéme cual oveja, pero Cristo me buscó,

Y me recogió en su seno, al camino me volvió.

Cantaré la bella historia de Jesús, mi Salvador etc.

Cántico 233 estrofa 3

Fui esclavo del pecado, Cristo vio mi perdición,

Con su sangre derramada, Él compró mi redención.

Cantaré la bella historia de Jesús, mi Salvador etc.

Cántico 233 estrofa 4

Mis heridas y dolores, el Señor Jesús sanó;

Del pecado y los temores su poder me libertó.

Cantaré la bella historia de Jesús, mi Salvador etc.

234.            Cántico 234

Cántico 234 estrofa 1

Oí la voz de amor, la sangre contemplé;

Vi en la gloria a mi Señor y paz con Dios hallé.

Cántico 234 estrofa 2

Mi paz es eternal, en Cristo firme está,

Su muerte en cruz la hizo tal, a Dios la gloria allá.

Cántico 234 estrofa 3

Fluctúa mi amor, mi gozo viene y va;

La paz con Dios, mi Salvador, jamás se mudará.

Cántico 234 estrofa 4

Varío yo, mas Él que Dios entronizó

Es inmutable y siempre fiel a lo que prometió.

235.            Cántico 235

Cántico 235 estrofa 1

Cristo su preciosa sangre en Calvario dio;

Por nosotros pecadores la vertió.

Cántico 235 estrofa 2

Con su sangre tan preciosa hizo redención;

Y por eso Dios nos brinda el perdón.

Cántico 235 estrofa 3

Es la sangre tan preciosa del buen Salvador,

La que quita los pecados y el temor.

Cántico 235 estrofa 4

Sin la sangre es imposible que haya remisión;

Por las obras no se alcanza salvación.

236.            Cántico 236

Cántico 236 estrofa 1

En la vergonzosa cruz padeció por mí Jesús;

Por la sangre que vertió mis pecados Él expió;

Lavará de todo mal ese puro manantial,

El que abrió por mí, Jesús, en la vergonzosa cruz.

Coro:

Sí, fue por mí, sí, fue por mí,

Sí por mí, murió Jesús en la vergonzosa cruz.

Cántico 236 estrofa 2

¡Oh, qué amor, qué inmenso amor!, reveló mi Salvador;

La maldad que hice yo al suplicio le llevó;

Ahora a Ti mi todo doy, cuerpo y alma tuyo soy,

Mientras permanezca aquí hazme siempre fiel a Ti.

Sí, fue por mí, sí, fue por mí, etc.

Cántico 236 estrofa 3

Yo de Cristo solo soy, a seguirle pronto estoy;

Al bendito Redentor serviré con firme amor;

Sea mi alma ya su hogar y mi corazón su altar;

Vida emana, paz y luz, del Calvario, de la cruz.

Sí, fue por mí, sí, fue por mí, etc.

237.            Cántico 237

Cántico 237 estrofa 1

Clavado en cruz Jesús murió,

Por mi maldad allí sufrió;

En mi lugar Él se encontró,

Mi salvación así compró.

Coro:

Oíd la voz del Salvador:

«Mirad y ved si habrá dolor

Cual mi dolor»; y es para ti,

Ven alma, ven, ¡oh ven a mí!

Cántico 237 estrofa 2

La faz del sol se oscureció,

A su Hijo, Dios desamparó;

La maldición en Él cargó,

Nuestros pecados Él expió.

Oíd la voz del Salvador etc.

Cántico 237 estrofa 3

¿Y puede ser? ¿sufriste así,

Señor Jesús, de amor por mí?

No puedo más me entrego hoy,

Sin más tardar a Ti me doy.

Oíd la voz del Salvador etc.

238.            Cántico 238

Cántico 238 estrofa 1

Tenebroso mar undoso, vas surcando, pecador;

Y al presagio del naufragio, se acrecienta tu temor.

¿Ves, no lejos, los reflejos de una amiga, blanca luz?

Ese bello, fiel destello es el faro de la cruz. (bis)

Cántico 238 estrofa 2

Anhelado puerto amado, fuente viva de salud;

En Ti el alma dulce calma goza, libre de inquietud.

¿Qué es el mundo? Foco inmundo, de él me quiero retirar,

Y el tranquilo, grato asilo de los justos disfrutar. (bis)

Cántico 238 estrofa 3

Solo ansío, Jesús mío, revestirme de tu amor;

Adorarte y acatarte cual humilde servidor.

Roca fuerte que la muerte ni los siglos destruirán,

De los fieles, los laureles en tu cumbre lucirán. (bis)

239.            Cántico 239

Cántico 239 estrofa 1

Cariñoso Salvador, huyo de la tempestad

A tu seno protector, fiándome de tu bondad;

Sálvame, Señor Jesús de las olas del turbión;

Hasta el puerto de salud, guía Tú mi embarcación.

Cántico 239 estrofa 2

Otro asilo no he de hallar, indefenso acudo a Ti;

Vengo en mi necesidad porque mi peligro vi;

Solamente Tú, Señor, puedes dar consuelo y luz;

A librarme del temor, corro a Ti, Señor Jesús.

Cántico 239 estrofa 3

Cristo, encuentro todo en Ti y no necesito más;

Débil, me pusiste en pie; triste, ánimo me das;

Al enfermo das salud, guías tierno al que no ve;

Con amor y gratitud tu bondad ensalzaré.

240.            Cántico 240

Cántico 240 estrofa 1

Me hirió el pecado, fui a Jesús,

Mostréle mi dolor;

Perdido, errante, vi su luz,

Me atrajo su amor.

Coro:

En la cruz, en la cruz, do primero vi la luz

Y las manchas de mi alma yo lavé;

Fue allí, por la fe, do vi a Jesús

Y siempre feliz con Él seré.

Cántico 240 estrofa 2

En una cruz mi Salvador

Su sangre derramó,

Por este pobre pecador,

A quien así salvó.

En la cruz, en la cruz, etc.

Cántico 240 estrofa 3

Venció la muerte, ¡qué placer!

Y el Padre lo exaltó;

Espero solo en su poder,

Morir no temo yo.

En la cruz, en la cruz, etc.

Cántico 240 estrofa 4

Aunque Él se fue, conmigo está

El gran Consolador;

Por Él entrada tengo ya

Al reino del Señor.

En la cruz, en la cruz, etc.

241.            Cántico 241

Cántico 241 estrofa 1

¡Qué carga inmensa, oh Señor! Fue impuesta sobre Ti;

Tú padeciste por amor el mal que merecí,

Cuando en la cruz, Señor Jesús, moriste Tú por mí.

Cántico 241 estrofa 2

Cáliz de muerte y maldición henchido para mí;

Tomaste con resignación, bebiéndolo por mí;

Y su amargor volvió tu amor en bendición por mí.

Cántico 241 estrofa 3

Su santa vara Dios blandió, hiriéndote a Ti;

Dios mismo te desamparó para ampararme a mí;

Tu sangre en don de expiación vertiste Tú por mí.

Cántico 241 estrofa 4

Por mí, Señor, moriste Tú, por tanto en Ti morí;

Tú vivo estás y vivo yo, no hay muerte para mí;

Y por tu honor ¡oh Salvador!, hay gloria para mí.

242.            Cántico 242

Cántico 242 estrofa 1

La gracia de mi Dios, el tema encantador;

El cielo dio la dulce voz al mundo pecador.

Coro:

Por gracia salvo soy, mi base ved aquí,

Por todos Cristo muerto ha, y muerto ha por mí.

Cántico 242 estrofa 2

La gracia me llamó, me trajo salvación,

Y gracia fue que alcanzó de todo mal perdón.

Por gracia salvo soy, etc.

Cántico 242 estrofa 3

La gracia divinal mi nombre allá escribió,

Con sangre y firma celestial, Dios fiel lo atestiguó.

Por gracia salvo soy, etc.

Cántico 242 estrofa 4

La gracia enseñó mis pies a caminar

En justas sendas de mi Dios, al celestial hogar.

Por gracia salvo soy, etc.

243.            Cántico 243

Cántico 243 estrofa 1

¡Dulces momentos consoladores

Los que yo paso junto a la cruz!

Allí sufriendo crueles dolores,

Veo al Cordero, Cristo Jesús.

Cántico 243 estrofa 2

Veo sus brazos de amor abiertos,

Que me invitan a ir a Él;

Y haciendo suyos mis desaciertos,

Por mí sus labios gustan la hiel.

Cántico 243 estrofa 3

Veo su angustia ya terminada,

Hecha la ofrenda de expiación;

Su noble frente, mustia, inclinada,

Y consumada mi redención.

Cántico 243 estrofa 4

¡Dulces momentos, ricos en dones

De paz y gracia, de vida y luz!

Solo hay consuelos y bendiciones

Cerca de Cristo, junto a la cruz.

244.            Cántico 244

Cántico 244 estrofa 1

«Paz con Dios» busqué ganarla

Con febril solicitud;

Mas mis «obras meritorias»,

No me dieron la salud.

Coro:

¡Oh, qué paz Jesús me da!

Paz que antes ignoré;

Todo nuevo se tornó,

Desde que su paz hallé.

Cántico 244 estrofa 2

Lleno estaba yo de dudas,

Temeroso de morir;

Hoy en paz, mañana triste,

Con temor del porvenir.

¡Oh, qué paz Jesús me da! Etc.

Cántico 244 estrofa 3

Al final en desespero,

«Ya no puedo» dije yo;

Y del cielo oí respuesta:

«Todo hecho ya quedó.»

¡Oh, qué paz Jesús me da! Etc.

Cántico 244 estrofa 4

De mis obras despojado,

Vi la obra de Jesús;

Supe que la paz fue hecha

Por la sangre de su cruz.

¡Oh, qué paz Jesús me da! Etc.

245.            Cántico 245

Cántico 245 estrofa 1

Me vino un mensaje veraz,

Mensaje de gracia y poder,

Que trajo a mi alma la paz,

La paz que quise obtener.

Coro:

¡Paz, paz! Sí paz, don que recibo de Dios;

¡Qué maravilla es la paz!, la paz, el don de mi Dios.

Cántico 245 estrofa 2

Se hizo la paz en la cruz

Por sangre que allí derramó,

Pagó todo el precio Jesús

Y paz en mi alma me dio.

¡Paz, paz! Etc.

Cántico 245 estrofa 3

Y cuando a Jesús me entregué

Mi alma de paz se llenó;

En Cristo la dicha hallé,

La paz divina me dio.

¡Paz, paz! Etc.

Cántico 245 estrofa 4

En Cristo encuentro la paz,

Yo cerca de Él quiero estar

Y siempre su faz contemplar,

La paz divina gozar.

¡Paz, paz! Etc.

246.            Cántico 246

Cántico 246 estrofa 1

¡Qué maravilla! Perdón recibí,

Cristo por gracia salvóme a mí;

Mis culpas todas Él las llevó,

Y solo por gracia salvo soy.

Coro:

Solo por gracia salvo soy; (bis)

Esta es mi historia, de Dios es la gloria,

Que solo por gracia salvo soy.

Cántico 246 estrofa 2

Yo tengo un gozo que Cristo me dio

Cuando en su sangre mis culpas lavó;

Feliz elevo mi corazón,

Pues solo por gracia salvo soy.

Solo por gracia salvo soy, etc.

Cántico 246 estrofa 3

Mas por su gracia la cruz puedo ver,

Ya me hallo libre y contento con Él,

Su amor inunda mi corazón,

Y solo por gracia salvo soy.

Solo por gracia salvo soy, etc.

247.            Cántico 247

Cántico 247 estrofa 1

¿Dónde estarás en la eternidad?

¿Nunca has sufrido tal ansiedad?

¿En qué sentido has de contestar?

¿Dónde estarás en la eternidad?

Coro:

¡Eternidad! ¡Eternidad!

¿Dónde estarás en la eternidad?

Cántico 247 estrofa 2

Unos se acogen al Salvador,

Ya desechando su viejo error;

Ellos con Cristo lugar tendrán,

Hacia la gloria los suyos van.

¡Eternidad! ¡Eternidad! Etc.

Cántico 247 estrofa 3

Otros, siguiendo su voluntad,

Desconociendo su ruindad

Pisan la senda de rebelión

Que los envuelve con perdición.

¡Eternidad! ¡Eternidad! Etc.

Cántico 247 estrofa 4

Tu indecisión puede ser fatal,

Piensa que el alma es inmortal;

Dios quiere darte eternal salud

Y de su gracia la plenitud.

¡Eternidad! ¡Eternidad! Etc.

248.            Cántico 248

Cántico 248 estrofa 1

¡Alabado el gran manantial

Que de sangre Dios me mostró!

¡Alabado el Rey que murió,

Su pasión me libra del mal!

Lejos del redil de mi dueño

Vime pecador perdido y vil,

El Cordero sangre vertió,

Me limpia solo este raudal.

Coro:

Sé que solo así me emblanqueceré;

Lávame en tu sangre, Jesús,

Y nívea blancura tendré.

Cántico 248 estrofa 2

La punzante insignia llevó,

Quiso en cruz mi alma redimir;

Grandes males quiso sufrir,

Pues mis culpas allí cargó;

Al gran manantial conducido,

Que de mi maldad ha sido el fin,

«Lávame» le pude decir,

Y nívea blancura tendré.

Sé que solo así me emblanqueceré etc.

Cántico 248 estrofa 3

Padre, de Ti lejos vagué,

Extravióse mi corazón;

Como grana mis culpas son,

¡Contra Ti solo yo pequé!

Acudo a la fuente de vida,

Tu promesa creo ¡oh Jesús!

La eficaz virtud de tu don

La nívea blancura me dio.

Sé que solo así me emblanqueceré etc.

249.            Cántico 249

Cántico 249 estrofa 1

La grata nueva suena por el mundo en derredor,

Ofreciendo vida eterna al indigno pecador.

De tal manera Dios a la humanidad amó,

Que a Jesús su Hijo amado a morir le entregó.

Coro:

¡Escuchad! ¡Escuchad el mensaje de perdón!

¡Aceptad! ¡Aceptad de Jesús la salvación!

Cántico 249 estrofa 2

La grata nueva ofrece a los hombres el perdón;

No rechaces, no, su oferta de tan grande salvación.

El camino es Jesús, a la gran ciudad de luz;

Nadie viene al Padre sino por el Salvador Jesús.

¡Escuchad! ¡Escuchad! Etc.

Cántico 249 estrofa 3

La grata nueva dice cómo Dios nos da perdón

Por los méritos de Cristo, en su gran expiación.

La víctima fue Él, y las culpas Él llevó;

Satisfizo la justicia y a su pueblo redimió.

¡Escuchad! ¡Escuchad! Etc.

250.            Cántico 250

Cántico 250 estrofa 1

El buen Pastor al verme

Perdido e infeliz,

Llegando adonde estaba

Me trajo a su redil;

Y al ver que Cristo me salvó,

El cielo entero se alegró.

Coro:

Soy salvo por su gracia,

Su tierno amor me sacia;

Su preciosa sangre me lavó

Y hasta hoy su brazo me guardó.

Cántico 250 estrofa 2

Me señaló sus llagas,

Su sangre me mostró;

Me dijo: «Por salvarte

La vida puse yo»;

Jamás oí tan dulce voz,

Llenóme de la paz de Dios.

Soy salvo por su gracia, etc.

Cántico 250 estrofa 3

Al recordar mi vida

De olvido de Jesús,

No sé por qué quisiera

Morir por mí en la cruz;

Mas creo su Palabra fiel,

Y vida eterna tengo en Él.

Soy salvo por su gracia, etc.